viernes, 28 de diciembre de 2007

Entrevista a Piero Merdoni

Os transcribo una entrevista al conocido artista conceptual Piero Merdoni (Pedro Antonio López González), en la que habla de sus nuevos proyectos artísticos. Por una vez, admiro la valentía de sus propuestas y tengo que decir que al fin ha caído la venda de mis ojos, y convencido como estoy de la Muerte del Arte que Hegel anunció siglos atrás, comienzo una trayectoria de rectificación que a estas alturas, después de todas las sandeces que he escrito en este blog, debo comenzar de inmediato.

Ya se sabe, año nuevo, vida nueva.

Sabed que ahora que soy ya un artista imbricado y hierofánico, con una propuesta personal ambiciosa, considero todo este blog -con sus estúpidas soflamas anteriores- como parte de un gran proyecto artístico en desarrollo y que presentaré en la Bienal de Valencia.

Entrevistador


Realmente impresionante. Usted ha demostrado a todos que el arte sí puede cambiar el mundo. ¿Cómo le queda el cuerpo después de ver la acogida que la clase política está dando a sus propuestas?

PM


Impresionado, por supuesto. Y eso que no se ha mostrado todo. Pero con alguien tan creativo como yo es normal que no se pueda entender todo.

No obstante creo que no se ha destacado suficientemente la importancia a la propuesta de Ley de Discriminación Artística.

Entrevistador


Sí, es cierto. ¿Podría explicarnos un poco en qué consiste?

PM


Por supuesto. Esta fue una idea que tuve pensando en lo mal que lo pasaba cuando me obligaban a visitar un museo. No había cosa más aburrida que visitar el Museo del Prado.

La Ley de Discriminación aplica un simple criterio de calidad: todo lo que no es conceptualmente defendible es pura artesanía, y por lo tanto carente de valor. La gente sensible al arte, como yo, puede diferenciar arte de verdad y artesanía sólo con verlos, pero los menos agraciados mentalmente necesitan de mi ayuda. Gracias a esta ley se diferenciarán perfectamente y no es posible ya perder el tiempo admirando cuadritos de santos, flores o cualquier otra imbecilidad. Como es lógico, para complementar esta medida habrá que cerrar los museos en todo el país.

Entrevistador


Sí, es cierto, pero ¿y qué piensan hacer con las piezas almacenadas?

PM


Bueno, por ahora, algunas asociaciones de protección de la artesanía tendrán esas "cosas" en depósito. No obstante tengo ya un plan maestro.

Entrevistador


¿Sí? ¿Y en qué consiste?

PM


Me enorgullece anunciar en este programa el proyecto que estamos ultimando. Es una gran acción artística sin apenas precedentes, que será la Solución Final al problema de la artesanía...

Entrevistador


¿Solución Final?

PM


Sí. Es un megaproyecto artístico. Con él retomo el discurso inaugural del Futurismo italiano, y nos unimos al grito de ¡Quemad los Museos!

Mi intención es quemar, en una sola noche, todos los museos de España, con sus obras dentro, por supuesto.

Entrevistador


Parece divertido. Pero ¿no habrá protestas de algunas minorías?

PM


Puede ser. Pero la resistencia es fútil. Sé que esta acción es buena para el país. Nuestra juventud no puede mirar al pasado. Somos hombres y mujeres de acción, y una colección de antiguallas polvorientas retrasa nuestra cita con el Futuro...

Los solares que ocupan actualmente los museos y su mugriento contenido serán ocupados con nuevos museos de arte contemporáneo, que nuestra juventud necesita para formarse y exponer sus creaciones.


Muy bien dicho.



Actualización (selecciona el texto para verlo):
Ni que decir tiene que esta ha sido mi aportación personal al Día de los Inocentes. En realidad esta entrevista se trata de un fragmento adaptado de un guión de un corto que estoy filmando. Piero Merdoni no existe, y por supuesto esto para mí no es más que una broma.

Estoy releyendo la "Poética Musical" de Igor Stravinsky, y en breve escribiré una entrada sobre ella y cómo la aplico yo con respecto a las artes plásticas.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Freud, de cerca

Coki nos ha dejado en este humilde blog un magnífico enlace, en el que se pueden ver bastantes obras de Lucian Freud "de cerca", es decir, con un nivel de detalle sorprendente.

Corresponde a la exposición Lucian Freud: The Painter's Etchings, en el MoMA, en Nueva York.

Este es el enlace para visitarla:
http://www.moma.org/exhibitions/2007/freud/

Aunque la página web está montada en Flash las fotos se cargan bastante rápido.

Muy recomendable. Que lo disfrutéis.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Contemporáneo y Arriesgado

Estos días hemos oído varias veces la expresión "contemporáneo y arriesgado" referida a diversas manifestaciones del omnipresente arte oficial, tales como:
  1. La programación de exposiciones del Torrente Ballester
  2. Los premios Turner en el Reino Unido
  3. Los premios Caja España de Escultura...
Podría seguir. Una primera reflexión es ¿acaso la pintura no es contemporánea? ¿Antonio López, mi mujer, yo mismo, no estamos vivos y trabajando en esta nuestra época? ¿Es que en una época determinada no son todos igualmente contemporáneos? Por alguna razón se considera contemporáneo sólo el arte oficial (de tipo anti-artístico).

Vayamos a los ejemplos:
  1. En el Torrente Ballester, como era de esperar, recuperan los ciclos expositivos itinerantes, del mismo tipo que organiza Caixa Galicia. Veremos, tras esta exposición actual de hiperrealismo -que no deja de ser arte oficial, aunque más marginal- otras de escultura gallega de los 80, de video-creación, etcétera.
  2. En los Premios Turner ganó este año uno de los artistas que estaban en todas las quinielas del circuito inglés, y cuya obra, oh maravilla, es una reproducción de protestas en contra de la Guerra de Irak.
  3. En el Premio Caja España de escultura -dotado con 21.000 euros- ganó, literalmente, una silla de Ikea con una báscula sobre ella.
Contemporáneo, todo esto lo es, porque ocurre en 2007. Pero ¿es arriesgado?

Por alguna razón, el arte oficial sigue vendiendo la imagen de riesgo, de apuesta arriesgada. Aunque es profundamente contradictorio: el arte oficial es oficial, con lo que el riesgo no existe. Está bien arropado por la institución, que destina nuestros dineros -de impuestos o de comisiones bancarias- a pagar lo que está bien aceptado entre los expertos, los entendidos, los expertillos y hasta los entendidillos. Aunque busca sorprender a la población, ya no sorprende a nadie. La gente ya está inmunizada. Del arte "contemporáneo" se esperan cualquier cosa. Después de vender con éxito latas de caca hace 30 años, ¿a quién le sorprende una silla de Ikea?

En la Concejalía de Cultura, como en la Tate británica, o en Caja España, saben que apoyar este tipo de cosas da imagen. Que este tipo de cosas tiene repercusión mediática y acaba dando votos, contratos y dividendos.
  1. Para Yolanda y el nuevo gobierno municipal, la nueva orientación que Suso Basterrechea da a las exposiciones del Torrente supone marcar distancias con la corporación del PP y obtener réditos de distintos tipos al contactar con galerías, comisarios y demás gentes que organizan los circuitos expositivos del Arte Oficial. Arriesgado fue exponer a González Collado, que no es muy conocido fuera, como hizo la anterior corporación. Tampoco tan arriesgado, es cierto, pero lo de ahora es apostar por lo seguro. No se van a organizar exposiciones de artistas emergentes ni locales, es decir, que no se arriesga nada, a pesar de que van a ser exposiciones poco populares, dentro del elitismo mas ortodoxamente oficial. Es hasta gracioso que una reciente entrevista, Yolanda Díaz se haya apropiado de lo que le dijimos Carmen y yo en una ocasión, que el arte no debía ser elitista. Y es que no habrá colas este año en el Torrente Ballester, precisamente.
  2. Para la Tate, organismo gubernamental inglés, dar el premio a una recreación kitsch de una protesta en contra de la Guerra de Iraq, ahora, supone lavar la imagen del Gobierno que envió miles de soldados a matar iraquíes y firmó junto con Bush y Aznar la sentencia de muerte del país. Dar el premio a este estudiado montaje supone reconciliarse con la opinión pública que se vio defraudada y timada. Es lograr, por unos pocos miles de libras, una campaña publicitaria bastante efectiva. Habrá más de uno que diga "Jo, mira qué majos, estos de la Tate, y del gobierno. Al menos reconocen que estuvo mal destruir Iraq".
  3. Para Caja España dar más de tres millones de antiguas pesetas a un astuto montador de sillas de Ikea supone un gasto irrisorio para dar una imagen "progre" que lava la cara siempre severa de un banco.
En fin, una de tantas cosas que seguiré sin entender.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Retratos psicomorfológicos

El miércoles estuve en Coruña. Fui con mis alumnos a hacer una de las visitas del curso "Saber Ver el Arte (El Arte desde Dentro)". Íbamos a ver el estudio de Pedro Bueno, un pintor coruñés, y antes pasamos por las fundaciones Caixa Galicia y Barrié para ver las exposiciones.

Fundación Caixa Galicia
La exposición de Man Ray fuimos a verla porque ya estaba abierta a las 5, pues la fundación Barrié abría a las 6 a pesar de que en su web pone que abren a las 5,30. En realidad entramos a "hacer el tiempo".

Siempre pensé que el edificio de Caixa Galicia en Coruña era feo, laberíntico e incómodo. Pero quise comprobarlo por mí mismo. Pues bien: me quedaba corto.

Se diría que es un lugar provisional de exposiciones, poco adaptado para ellas, y por lo cual las visitas causan innumerables molestias tanto a los visitantes como a los que allí trabajan. El recorrido por las exposiciones es más o menos una aventura. Primero bajas al sótano. Una mujer-policía te abre la puerta y te acompaña luego al ascensor, donde otro segurata pulsa un botón. Subes con el corazón en un puño por el vértigo, haciendo una ascensión en el sentido contrario al que esperas, y estás en el tercer piso. Allí te reciben otras mujeres-policía y visitas dos salas, una grande y una pequeña. Luego bajas unas escaleras y visitas otra sala con más polis privados, sigues bajando y tienes que cruzar un puente. Como si visitaras Venecia, el paso normal incluye puentes sobre el vacío. Visitas la sala, y al final encuentras otra salita inexplicablemente demasiado pequeña y apartada. Parece mentira que el edificio se haya creado expresamente para exponer obras de arte, porque más bien parece el típico edificio antiguo que era para otra cosa y tras la oportuna restauración se convierte en Museo. Pero ni siquiera. El Thyssen de Madrid es increíblemente cómodo y racional en comparación.

Aparte del estrés que el edificio y la seguridad en Caixa Galicia nos provocó, la exposición estaba más o menos bien. Había dibujos, fotos, esculturitas, algún cuadro.

El legado del fotógrafo vanguardista repartido por un laberinto de cristal con aspecto de máquina de discos americana de los 50. Supongo que la exposición buena será la de Vigo, porque si Man Ray es sólo esto, no merecería estar en el Olimpo de los Genios. Pero recomiendo la exposición, pues deja ver bastante cómo vivía y cómo trabajaba el artista.

Fundación Barrié
Cuando entramos había un gran grupo de jubilados esperando a la guía de la Fundación para entrar a ver la exposición. Nosotros, en cuanto comprendimos por qué había tanta gente esperando y vimos que no iba con nosotros, bajamos.

La exposición, a pesar de que Picasso me gusta mucho, me pareció una birria. Está claro que no todo en Picasso es maravilloso, y seguramente es muy difícil conseguir en Coruña una exposición de Picasso en la que casi todas sean obras de primera. No obstante hace unos años se expuso una buena retrospectiva de Picassos iniciales, y era realmente impresionante.

Pero en esta me ocurrió lo mismo que con la famosa exposición de los Impresionistas que también fue en la Fundación Barrié. Me parecieron obras de tercera regional, que no resistían la comparación con la galería permanente de Francisco Lloréns, que está justo al lado.

En la exposición de los retratos femeninos de Picasso está un retrato de Jacqueline famoso y alguno más bastante potable, pero en general la obra expuesta tiene escasa entidad, no sé si merece la pena desplazarse hasta Coruña para ver sólo eso.

De todos modos, hay que tener en cuenta que Picasso pintaba mucho, pintaba todos los días varias horas seguidas, y sabía positivamente que TODO lo que pintaba tenía valor en el mercado. Se vendieron muchos Picassos sólo por la firma... Supongo que las grandes exposiciones picassianas habrán sido en las que él mismo participaba en la selección de obra.

Pero en fin, al menos sales diciendo "he visto Picassos". Aunque te vigilan como si fueras a robar, y no quiero ni pensar qué puede ocurrir si sobrepasas la línea que está casi a un metro de los cuadros, en el suelo. Yo quería ver de cerca dos dibujos muy detallados y sutiles, pero en seguida me invitaron a dejar de pisar la línea prohibida.

Pero curiosamente, a pesar de todo, vale la pena ir. Y no por los cuadros, sino por la chica que hace de guía de la exposición. Que nadie piense mal:

La guía de la excursión que entró con nosotros, de la propia Fundación Barrié, soltaba su rollo con notable desparpajo. Toda una profesional. Yo me sentía hasta cohibido con mi grupito de alumnos de Saber Ver el Arte.

La chica no paraba de hablar. Los jubilados atendían y asentían, como si tuviesen delante una enciclopedia humana. Los topicazos y las categorías invisibles se iban repartiendo los cuadros mientras los jubilados parecían entenderlo todo. De vez en cuando yo ponía atención y recordaba al oírla lo que tantas veces había leído en libros y revistas de arte. Pero hubo una expresión que me sobresaltó, que se me quedó grabada a fuego, y que desde entonces me persigue. He intentado entenderla, buscarla, desentrañar su sentido, pero para mí sigue siendo igual de hermética:

"Los retratos de Picasso que podemos ver aquí son retratos psicomorfológicos".

Aún no me he recuperado.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Arte y Publicidad

Hace poco, en el blog de Carmen Martín, mi mujer, un troll anónimo sacaba el tema de la publicidad con respecto a la pintura. Decía, demostrando una exquisita educación, que estábamos más interesados hacernos publicidad que en pintar.

Creo que teniendo en cuenta el ritmo de producción de Carmen, él mismo se desautorizó. Quizá en mi blog no sea tan evidente saber a qué me dedico, pues aquí escribo mucho pero enseño poco mi obra, y esto no es lo habitual en los blogs de pintores.

No obstante, en breve os bombardearé con lo que estoy haciendo ahora, aunque son papeles grandes y me lleva tiempo digitalizarlos, porque sólo puedo escanearlos a trozos, en las fotos no salen bien...

Yo le dije al troll que la publicidad es una parte más del oficio. No es ya que guste más o menos, sino que viene en el lote. Es más:

Hoy día, con la gran cantidad -y calidad- de pintores que hay, y sobre todo teniendo en cuenta lo despreciada que está la pintura por los poderes, la publicidad no sólo es recomendable para los pintores. Es imprescindible. Si quiero que mi obra se conozca -y por tanto, se venda- debo difundirla, debo mostrarla por todos los medios posibles. Internet tiene la ventaja de ser ubicuo, de estar a disposición de cualquiera que tenga un ordenador y un teléfono. Y encima se ve en todo el Planeta. Del mismo modo que Leonardo escribía su carta a Ludovico el Moro hoy los artistas hacemos o encargamos webs. Una de mis actividades habituales es redactar notas de prensa. A veces el trabajo informático me roba mucho tiempo, y no me queda tiempo para pintar... pero seamos sinceros. Es necesario hacerlo, y además me gusta, e intento sacarle jugo artístico a la realización de carteles, logotipos, calendarios...

Si uno quiere vivir de lo que pinta hace falta que se mueva, que enseñe lo que hace, que sea pesado, que incluya su web y la de su mujer en el sitio más inesperado, que se haga publicidad y convenza a todos de que su obra es la mejor. Aunque claro, hay que tener esa obra, hay que haberla hecho para poder venderla y venderse como artista.

Hay personas retraídas, entre ellas muchos adolescentes, que pintan "para sí". No enseñan sus dibujos o cuadros a nadie. Puede que haya muchos genios retraídos, pero la Historia suele prescindir de sus servicios...

Puede que a algún romántico de los que todavía quedan le parezca que soy excesivamente crudo, que hablo sin empacho de vender y vendernos. Pero a estos les rogaría que revisen los libros de historia:

Los pintores -y todos los demás- siempre hemos necesitado dinero para vivir. También los genios, sí. Esa figura del artista bohemio, que vive frugalmente y con dificultades y concibe su profesión como "el arte por el arte" es un mito. Y un mito interesado, diría.

Los bohemios eran normalmente gente sin demasiados apuros económicos. Procedían de familias acomodadas, y si se cansaban de pintar -hubo muchos, pero lógicamente no son conocidos- volvían al seno materno y en paz. Los bohemios de hoy están en la misma situación. A poco que uno escarbe encuentra hijos de concejales, de industriales, de famosos...

Yo odio esas imágenes del siglo XIX. Por culpa de la bohemia y del arte por el arte los artistas han dejado de ser respetados por la Sociedad.

Es evidente que el artista es un tipo -o una tipa- que tiene la necesidad (casi) fisiológica de pintar, esculpir, hacer cine... pero por eso mismo debe buscar la manera de sacar partido a su habilidad, a su "don", creando cosas que puedan ser compradas. Necesitamos que nuestra obra se compre para poder seguir metidos en este ensimismamiento que es el arte. Y para ello necesitamos que se conozca y se admire. Esto no quiere decir renunciar a la libertad, hacer "arte alimenticio" o "comercial" sin arte ni nada. No. Se trata de lograr que te encarguen lo que a ti te gusta hacer. Es sorprendente lo que los ricos pueden llegar a encargar. La prueba la tenemos en los libros de historia. Los caprichos de los millonarios pueden ser de lo más extravagante, y de lo más estimulante para un artista. Pero también la gente de a pie que compra arte puede llegar a comprar lo que a uno le gusta hacer, si sabe venderlo. Está claro que no todos somos genios del marketing como Dalí o Picasso. Pero se puede llegar a vender razonablemente bien si el producto vale la pena, si tiene calidad. Incluso aunque los números se nos atasquen, como es mi caso o el de mi mujer. Pero centrémonos en el tema...

Desde que aparecieron estas ideas, del arte por el arte y de la bohemia, el mundo del arte empezó a "amateurizarse". El artista ya no era un señor que hacía trabajos para el cliente potencial, para el público, en su taller, sino un aficionado, un amador (esto es lo que significa amateur, y es justo la palabra en portugués), que pintaba por el gusto de pintar y nada más. Si luego tenía éxito, mejor. Pero su heroicidad aumentaba al pintar si se lo comían los piojos y moría en la miseria.

Yo pienso: bastante desgracia es nacer artista. Necesitamos tener la mente ocupada en el arte -nada peor que un artista frustrado- todo el día. Si encima eres tan estúpido de no buscar la manera de colocar tus cosas y vivir de ello...

El arte por el arte ha llevado a que la individualidad o las rarezas de los artistas sean respetadas por encima de todo. El artista pasa a ser un loco genial. Los pocos elegidos que la oficialidad protege hacen lo que les da la real gana.

Aunque si eres un elegido -e imagino que llegar a ser un elegido a nivel local o regional no debe ser muy complicado- eso es muy tentador, yo lo desprecio. No me gusta. Creo que intervienen valores -como la habilidad en el peloteo o la capacidad chupapollística- ajenos por completo al mundo del arte. El arte, como el cine, debería ser subvencionado mediante concurso público, en el que la obra final fuese juzgada por el público en general. Con transparencia. Como bien dice Mariano Casas en su blog:

Existe una ley (que tampoco es extraño que se incumpla por aquí) que dice que cualquier obra pública que supere un presupuesto de 12000 euros (2 millones de pesetas) debe ser sometida a concurso público.
Hay muchos ARTISTAS que han vendido su obra a edificios públicos por mucho más dinero, y sin embargo, yo no tengo noticias de que jamás se hiciese un concurso público de adquisición de obra artistica, mientras sí se hacen concursos para arquitectos, por ejemplo.
Si ya existen corruptelas entre los arquitectos y constructoras (en Mugardos se investiga ahora una ), habiendo unas leyes claras ,¿como no las va a haber en el ARTE, cuando la supuesta esencia etérea de ese concepto hace que los políticos no se atrevan a legislar como una actividad más?.
En definitiva, es la propia opacidad del "sector artístico" la que lo hace corrupto.
Otra barbaridad es la "generosidad" que tan generosamente defendía el ínclito columnista Carlos Barcón respecto a su amigo Felín Nadales (por cierto, el día 31 de diciembre termina el plazo para votar en la encuesta).

Esa generosidad, como decía Mariano también, es interesada. El artista que "regala" sus obras pone un "caramelo" al concejal de turno difícil de rechazar. Un artista profesional de verdad debe cobrar por su trabajo. Si el trabajo es bueno, debe ser pagado justamente. Me comentaba Francisco Pérez Porto, que fue contratado para hacer dos monumentos en Ferrol, y que a cambio da clases gratuitas de cerámica a quien quiera apuntarse en el Concello, que ahora da por descartado su segundo monumento -ya en proceso- pero sobre todo el sueldo que tiene y su taller, porque a los nuevos gobernantes les parece raro que un artista tenga un sueldo por un trabajo que realiza. ¿Y por qué no? ¿Es que vivimos del aire?

El "no cobrar" es malo para el artista -que puede verse defraudado- y para el que contrata. Creo que los gallegos sabemos bien lo que es deber favores, ya en la aldea se nos inculca que no hay nada peor que eso.

Por eso yo defiendo un modelo más profesionalizado del sector artístico. Nosotros realizamos un trabajo que no es -pese a la idea decimonónica- inútil. Se necesitan cuadros, estatuas, edificios, sinfonías, poemas, películas, para diversos usos. Siempre. Y esos trabajos deben ser pagados según su calidad, según su mérito. Lo que vale en todas las demás cosas también vale en nuestra profesión. ¿Por qué no?

El camelo, vender mierda a precio de oro, no es solidario. Beneficia a unos pocos, pero poco a poco está arruinando y desprestigiando a toda la profesión.

Es curioso lo que leí hace poco, sobre la teoría de la estupidez, de Carlo M. Cipolla, porque encaja a la perfección:

Yo propongo volver al modelo de artista INTELIGENTE: el que beneficia a los demás buscando su propio beneficio. Pintar bien y satisfaciendo al público para vivir del talento propio.

Porque el modelo del artista maldito, bohemio, del arte por el arte, es el del artista DESGRACIADO o INCAUTO: Beneficia a los demás, perjudicándose a sí mismo. Es pintar bien pero vivir en la miseria, al no dar a conocer la obra, sino esperar a que alguien la busque.

Y hoy en día, en el arte oficialmente protegido, hemos llegado al modelo del MALVADO o BANDIDO: Perjudicar a los demás para obtener beneficios. Vender la nada o la caca propia, cosas feas, para enriquecerse.

Cuando no directamente ESTÚPIDOS: los que pintan auténticas mierdas -o no pintan- sin llegar a enriquecerse.

Os recomiendo leer atentamente todos los puntos de la teoría de la estupidez. Aunque parece una estupidez, es muy inteligente.

Me enorgullezco, porque uno de sus puntos se parece mucho a lo que yo siempre dije: hay una proporción fija de gilipollas por metro cuadrado, muy abundante, y es constante en cualquier grupo humano que se nos ocurra.

En fin. Yo al menos, pretendo ser INTELIGENTE, e intentaré escapar de las otras tres opciones.

martes, 11 de diciembre de 2007

Pintura Gallega

Recuerdo cuando, a mis 13 añitos, vi un calendario de la Kutxa, cuyas ilustraciones eran cuadros de pintores vascos, con temas genuinamente vascos. Mi desolación fue absoluta: nada, repito, nada, diferenciaba a los fornidos pescadores de los pintores vascos de los fornidos pescadores de los pintores gallegos que yo conocía. Rostros curtidos por el mar, boinas, redes, barquitas, pescados, cuerdas... el repertorio de formas de nuestros pintores, mancillado por unos vascos cualquiera... pero encima, con más calidad, con mejor trazo, colores más firmes, contrastes más atrevidos...

Lo mismo me pasó con el paisajismo catalán. Aunque sigo admirando a Mir sobre todas las cosas, los paisajes de Rigalt, Alsina, etcétera, me parecieron pálidos, pobres, al lado de nuestros despreciados Bello Piñeiro, Sotomayor, Lloréns...

En general, los gallegos, en lugar de explotar lo propio, imitamos a los que creemos más sabios, más avanzados, y copiamos lo que les ha hecho grandes. Con la pintura del siglo XX y fines del XIX se ha calcado el análisis que vale para otras regiones de Europa. Como en París, buscamos nuestro modernismo, nuestro simbolismo, y por supuesto nuestras vanguardias. Por eso algunos pintores, como los que mencioné, quedan fuera de los catálogos razonados. Lloréns o Julia Minguillón, Sotomayor, Bello Piñeiro, son conocidos por los habitantes de sus ciudades de nacimiento o adopción, y por algún que otro estudioso, mientras se inundan los museos con Laxeiros, Pesqueiras, Colmeiros... es evidente que Colmeiro suena más gallego que Lloréns... pero ¿de verdad a alguien le gustan sus cuadros? Me parece el colmo de lo feo, repulsivo, mal hecho... ¡y todo porque vivió en París!

Creo que Galicia no es esencialmente muy diferente de otras partes de España en cuanto a su pintura, pero si algo tenemos de particular, pues quizá sea que no hemos seguido -quizá no hayamos podido seguir- los movimientos internacionales a su tiempo. Si nos olvidásemos de las etapas de Historia del Arte que se estudian en el instituto quizá podríamos hacer una verdadera historia del arte gallego, y destacar a los que importan de veras. Quién sabe, igual hasta descubrimos que Galicia tuvo algún movimiento artístico propio y de gran influencia.

¡Se han escrito tantos libracos gordos de Arte Gallego que al final no dicen nada nuevo, con tantas teorías cogidas de los pelos! ¡Os animo, historiadores del arte, a hacer el trabajo que nadie se ha dignado a hacer y estudiar lo que de verdad ha sucedido, sin preconceptos!

Por cierto. Los cuadros de esta entrada no son gallegos.

martes, 4 de diciembre de 2007

Tululo III

¿Es el nombre de un faraón? ¿El de un rey mesopotámico? ¿Es un industrial de Tuvalu Ulterior?

Aquí la solución.

Nota: aunque es algo viejo, yo me acabo de enterar gracias a mi amigo Manolo Piñón. Creo que viene bien para aligerar un poco el tono del blog, que últimamente estaba de lo más denso.