Como bien sabréis soy orgulloso padre de tres niños, pues hace unos pocos días nació Elisa, a la cual dediqué el post anterior. Según es de ley estas dos semanas han sido de follón, con visitas, papeleos que hacer y múltiples enhorabuenas y demás.
Elisa es, por lo que parece, pelirroja. Su cabello tiene el color del cobre limpio y brilla, claro, como recién estrenado. Siempre he sentido debilidad por las pelirrojas y similares, aunque mi mujer niegue la pertenencia a esa raza. Para mí no hay colores mejores ni peores, pero evidentemente el rutilismo es una condición minoritaria, por lo que los pelirrojos en general y los puros en particular suelen llamar la atención allá donde vayan. En Galicia reciben el nombre de "roxos" (amarillos o anaranjados) o "rubios"/*"ruibos"/"roibos" (rojos), ambas palabras originarias respectivamente del latín (russeu- o rubeu-) que significan "rojo". En castellano, sus equivalentes, "rojo" y "rubio" intercambian sus significados. Curioso...
Pero no es a eso a lo que voy. Lo llamativo es que no falta el típico comentario, ejemplificado en lo que me pasó con una vecina de Viladóniga. Preguntó sobre mi recién nacida, y surgen los tópicos, como es normal: "¿llora mucho?" "¿es buena?" etcétera... Al final le comento como curiosidad -y orgulloso de ello- que nació pelirroja. Y su comentario es "...bueno, lo importante es que esté sanita"
Según parece esta superstición anti-pelirrojos viene de antiguo. Ya los romanos los consideraban de mal agüero, y con la cristianización los pelirrojos eran los del bando del diablo. ¡Cuántas melenas pelirrojas habrán ardido en las piras de la Inquisición!
La anécdota es muy representativa de una cierta mentalidad y épocas supuestamente pretéritas. Pero con diferentes palabras y gestos se repite en donde uno menos se lo espera. Incluso algunos pelirrojos se han autoconvencido de que algo malo tienen.
Para mí, al menos en mi entorno, el eritrismo -puro o impuro- me supone una fuente de belleza que puedo disfrutar constantemente. ¡Cuántos dibujos y cuadros hice ya de mi hermosa mujer y los que pienso hacer de mi hija pelirroja! Pero yo creo que en realidad todo es relativo. Hay pelirrojos y pelirrojas poco agraciados, morenas preciosas, rubios bellísimos... creo que la suerte de los artistas es que somos quizá algo más sensibles a todo este despliegue de formas y colores que conforman la belleza natural. Al menos nos paramos más a mirar y podemos plasmarlo. Y sobre todo, si hay una tontería grande es la de suponer que un color es mejor que otro. Todo tiene su belleza: rojos, azules, verdes, violetas, blancos, negros, amarillos... Quiero elevar un canto a la diversidad de la belleza y contra la tontería tan presente en la enseñanza artística respecto a los efectos psicológico-místicos del color en el ser humano.
A este respecto os recomiendo leer los comentarios y el post de mi amigo Mariano Casas que ha vuelto a pintar en colores después de una larga etapa de tinta china negra en la que ha hecho cosas maravillosas.
Elisa es, por lo que parece, pelirroja. Su cabello tiene el color del cobre limpio y brilla, claro, como recién estrenado. Siempre he sentido debilidad por las pelirrojas y similares, aunque mi mujer niegue la pertenencia a esa raza. Para mí no hay colores mejores ni peores, pero evidentemente el rutilismo es una condición minoritaria, por lo que los pelirrojos en general y los puros en particular suelen llamar la atención allá donde vayan. En Galicia reciben el nombre de "roxos" (amarillos o anaranjados) o "rubios"/*"ruibos"/"roibos" (rojos), ambas palabras originarias respectivamente del latín (russeu- o rubeu-) que significan "rojo". En castellano, sus equivalentes, "rojo" y "rubio" intercambian sus significados. Curioso...
Pero no es a eso a lo que voy. Lo llamativo es que no falta el típico comentario, ejemplificado en lo que me pasó con una vecina de Viladóniga. Preguntó sobre mi recién nacida, y surgen los tópicos, como es normal: "¿llora mucho?" "¿es buena?" etcétera... Al final le comento como curiosidad -y orgulloso de ello- que nació pelirroja. Y su comentario es "...bueno, lo importante es que esté sanita"
Según parece esta superstición anti-pelirrojos viene de antiguo. Ya los romanos los consideraban de mal agüero, y con la cristianización los pelirrojos eran los del bando del diablo. ¡Cuántas melenas pelirrojas habrán ardido en las piras de la Inquisición!
La anécdota es muy representativa de una cierta mentalidad y épocas supuestamente pretéritas. Pero con diferentes palabras y gestos se repite en donde uno menos se lo espera. Incluso algunos pelirrojos se han autoconvencido de que algo malo tienen.
Para mí, al menos en mi entorno, el eritrismo -puro o impuro- me supone una fuente de belleza que puedo disfrutar constantemente. ¡Cuántos dibujos y cuadros hice ya de mi hermosa mujer y los que pienso hacer de mi hija pelirroja! Pero yo creo que en realidad todo es relativo. Hay pelirrojos y pelirrojas poco agraciados, morenas preciosas, rubios bellísimos... creo que la suerte de los artistas es que somos quizá algo más sensibles a todo este despliegue de formas y colores que conforman la belleza natural. Al menos nos paramos más a mirar y podemos plasmarlo. Y sobre todo, si hay una tontería grande es la de suponer que un color es mejor que otro. Todo tiene su belleza: rojos, azules, verdes, violetas, blancos, negros, amarillos... Quiero elevar un canto a la diversidad de la belleza y contra la tontería tan presente en la enseñanza artística respecto a los efectos psicológico-místicos del color en el ser humano.
A este respecto os recomiendo leer los comentarios y el post de mi amigo Mariano Casas que ha vuelto a pintar en colores después de una larga etapa de tinta china negra en la que ha hecho cosas maravillosas.
6 comentarios:
Gracias, Anxo...
A ver si conseguimos entre todos que Carmen deje de negar su condición, que salga del armario
Hola soy una gran admiradora te felicito tienes una niña preciosa
Non hai mellor fortuna para os homes (varóns) poder ter descendencia. A experiencia, a vida, é o máis importante que nos pode acontecer. Parabéns.
yo comparto tu fascinación por la pelirrojez Anxo, tanto femenina como masculina, no sé de donde me viene pero está ahí! Las cabelleras de fuego y todos los complementos que conllevan son gloriosas. Y cuando de vez en cuando algún voluntario me dice que mi pelo tiene un algo de rojizo (todos sabemos que se trata de un algo muy escasito) me sabe como el mejor piropo del mundo.
Pero por supuesto que la belleza no se reduce a estos colores o tales otros (y si no mira los bichos de avatar juajua) al fin y al cabo todos somos... polvo de estrellas... (carusa y parpadeo)
Enhorabuena de nuevo por la pequeña Elisa y por todo ese universo familiar y colorido en que vivís!!
hola, soy Oa!
Muchas gracias, Oa.
Ya no estáis Clarimonda ni tu en el caralibro, te echamos de menos. Un abrazo.
jo... eso es muy bonito! he tenido que dejar el caralibro por un problema de adicción que me pareció inadmisible... la parte positiva a nivel internet es que ahora me paseo más por los sitios particulares como este! :)
un abrazo!!
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