lunes, 2 de abril de 2007

Realismos: juntos pero no revueltos

Afortunadamente el panorama de las artes plásticas hoy en día es algo más esperanzador que hace una década.

En la época en que estaba terminando mis estudios bellartísticos, todavía la miopía artística aquejaba a la opinión generalizada. Sólo era arte el oficial, el de ARCO y Guggenheim, es decir, los botes de mierda enlatada y las compresas en el medio ambiente. Muy poéticos, eso sí.

Los que hacíamos otra cosa, cualquier otra cosa, desde horribles paisajitos copiados de foto hasta magníficos desnudos del natural, grandes murales cubistas... éramos parte de la infecta raza de los domingueros o aficionados.

Pero en estos diez años, el público ha ido rechazando cada vez más las cosas poético-mierdoenlatadícas y han tenido que buscar un lugar para Antonio López, porque gustaba cada vez más, y cada vez había más imitadores de sus paredes con mugre y sus vistas de Madrid.

Poco a poco, sin que nadie supiera cómo, se ha ido aceptando en círculos oficiales el realismo. Y de forma muy significativa, el año pasado se organizó en España el I Concurso de Pintura Figurativa.

La iniciativa es sorprendente, magnífica, extraordinariamente ambiciosa... pero por desgracia en el saco de lo "figurativo" se mete todo lo que sea de aspecto fotográfico, excluyendo lo que siendo figurativo, es decir no abstracto o no informal, no tiene aspecto de fotografía. Queda excluida la pintura expresionista, impresionista, simbolista... sólo las superficies pulidas y las pinceladas invisibles tienen lugar en este concurso, como bien puede observarse en su catálogo.

Los estancados (stuckists), o los que no somos aficionados, domingueros o inexpertos, pero que tampoco pertenecemos a la escuela foto-realista, no tenemos lugar, a menos que pasemos por el aro de adaptar nuestra manera de pintar a sus cánones.

Esta exclusión, este apropiarse del término "figurativo" para sus fines, ya es de por sí negativo, pero además en su catálogo acogen cualquier tipo de pintura más o menos foto-realista, sin pararse a diferenciar origen, escuela o tendencia. Y esto es especialmente grave:

  1. En el primer premio podemos hallar una pintura de escuela academicista, muy del gusto del Art Renewal Center. Tiene su origen este tipo de pintura en gente descontenta con el arte moderno, aunque son los más extremistas: nada posterior a Cabanel si no es academicista. Relación con la ultravanguardia es de rechazo frontal. ¿Que quién es Cabanel? Pues este.
  2. Luego, otros pintores de tendencia realista a imagen y semejanza de Antonio López. Nada que objetar, aunque ya cansa. Su relación con la ultravanguardia es de pura convivencia, son rechazados por los ultras vanguardistas, pero ellos viven y dejan vivir. Su origen, en Velázquez, por ejemplo.
  3. Y finalmente formas de pintar en las que la fotografía prevalece con sus aberraciones ópticas incluídas. Su origen, el hiperrealismo de los 60. Plenamente aceptados por los arcoadictos, pues forman parte de la ultravanguardia.
Aunque no sería justo dejar de considerar a los semi-realistas. Que son los que meten una parte de estilo neoacademicista, realista o hiperrealista pero como avergonzados de hacerlo, por lo que tienen que justificarse en su pintura. Formarían la cuarta opción foto-realista, que se podría dividir en:
  1. Ilustradores-de-Revista-Científica. Construyen mundos extraños en estilo realista-rígido, como queriendo ilustrar sus ideas alucinantemente originales. Pueden acercarse a veces a una especie de Neo-magrittismo.
  2. Desnudos-con-fondo-de-manchones. Para que no se les acuse de academicistas o hiperrealistas, o seguidores de Antoñito, introducen fondos llenos de pinceladas o manchones, así se ve que lo suyo es pintura y no foto. A veces usan convincentes trompe-l'oeil pero con su brochazo que medio los tapa.
  3. Desnudos-en-cuadraditos. Meten sus figuras en un trozo de lienzo o tabla -mejor tabla- con cuadraditos a los lados de color plano o con jaspeados. Quieren demostrar que son muy modernos, y que si pintan cosas foto-realistas es sólo por exigencias del guión.
En general estos últimos estilos probablemente parten de una mezcla entre tradición y vanguardia. Son pintores que se forman en el clasicismo pero no quieren ser rechazados por las galerías de vanguardia, por lo que intentan esconder su clasicismo con diferentes artificios.

A mí, generalizando, no me gusta este tipo de pintura. Porque la veo falsa. Ciertamente en el catálogo hay obras notables, y no se puede generalizar sin cometer injusticias. Aclaro esto de antemano, pero creo que en general la mayoría de los cuadros de estos estilos tan pulidos adolecen de algunos defectos que justifican la crítica de los conceptuadictos -amantes de mierda enlatada o de arte oficial, que es lo mismo-. Pero por diferentes razones. Me explico:

Los conceptuadictos critican de esta pintura su virtuosismo. Pero ¿qué tiene de malo? Durero, Miguel Ángel, Ingres, Cézanne, Picasso, Lucian Freud... cada uno en su época y su estilo han sido virtuosos. Porque la dedicación al trabajo da sus frutos, y máxime cuando a ello se dedica una mente excepcional, y una sensibilidad privilegiada. Antonio López es virtuoso, y eso hace que muchos lo admiremos.

Pero la pintura de estos estilos foto-realistas actuales suele ser fría, virtuosa, sí, pero sin alma. Ni en los pintores de desnudos con manchones hallamos nada en el cuadro que no sea calculado siguiendo unas normas y con pasos predecibles. En esto se parecen todos, neo-academicistas, neo-realistas y neo-hiperrealistas. Hasta los del lote de la cuarta opción. Les falta esa vibración de vida que distingue ya de lejos un cuadro de Antonio López de los de sus imitadores, por más mierda que se esfuercen en esparcir por las paredes.

Al final, todos los autodenominados figurativos producen un arte tan falso, tan frío como una instalación del Guggenheim. Un arte ingenioso, bien presentado, bien defendido, pero afectado, engolado, feo, cursi, sin gracia.

Creo que la oficialidad está en decadencia. No hay chispa, no hay genio, no hay calor... y con tanto espacio vacío minimalista, con tanta corrección y tanto ingenio, con tanta degustación de nueva cocina... uno echa de menos en arte el bocadillo de chorizo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Anxo

Ante todo gracias por tu extenso e interesante comentario en mi blog. Como siempre de estas conversaciones se enriquecen las ideas y ayudan a clarificarlas mejor.
En cuanto a tu artículo "Realismos: juntos pero no revueltos" me ha parecido buenísima la disección y el análisis que haces del Hiperrealismo. De hecho me has quitado el artículo que es un tema que tenía pendiente pero yo no hubiese sido capaz de analizar este tema con tanta veracidad y detalle. El término "foto-realismo" podría ser un nuevo "ismo" del cual tú serías el inventor.

El caso es que yo cometí el error de presentarme hace 2 años a este Concurso de Pintura Figurativa y, como tú, me alegré y pensé que por fin alguien le dedicaba la atención a la pintura figurativa que merecía, pero obviamente ni siquiera me seleccionaron la obra. Cuando vi los ganadores y toda la obra que había sido seleccionada me dije: se han equivocado de título, esto no es un concurso de pintura figurativa es un concurso de pintura Hiperrealista. Muy gentilmente me enviaron el catálogo que lo guardo como una curiosidad de imágenes de virtuosos y pacientes copiones de fotos y de ideas algunas espeluznantes dignas de estar en el museo de cera más que en una exposición de pinturas (como tú también dices siempre hay excepciones).

¡Ah! Antonio López, que gran diferencia. Aunque se aleja mucho de mis propósitos lo admiro. Que no lo metan en el mismo saco de plagistas. Lo que hace este ARTISTA es realismo, pero realismo del bueno, lleno de vibraciones y matices extraídos de la naturaleza transformándolos en ricas armonías cromáticas, sutiles pero que hacen que su obra nos llegue hasta dentro.

Solo hay una cosa de tu artículo que a mi juicio me gustaría matizar. Estos copiones de fotos que componen de foto solamente sí que son criticables, pero aprovechar los elementos de la fotografía y - como decía Matisse- "abandonar el modelo" (en este caso la foto) para realizar tu propia creación a partir de ella, transformándola y descomponiéndola casi en su totalidad, eso sí que me parece lícito. Sería como intentar de un dibujo en dos dimensiones hacer la obra final dándole la riqueza del colorido, cosa que han hecho todos los grandes artistas. Lo que no se puede hacer es fusilar una imagen fotográfica, esto no es arte sino simplemente artesanía de la paciencia.

Espero seguir reflexionando contigo.

Un saludo desde Barcelona.

Anxo Varela dijo...

Sí, sí, en eso también estoy de acuerdo contigo. Cuando hay talento la foto es lo de menos, hay ejemplos para dar y tomar de gente que se ha inspirado en una foto para hacer maravillas. Yo te ponía incluso a Salles, un pintor que se basa en fotos, pero que hace pintura plena, y vaya maravilla. Tuve la suerte de ver cuadros de él en el Thyssen de Madrid.

El problema no es en sí usar fotos, sino sustituir lo que es trabajo pictórico, intelectual, por lo que la foto nos pone delante de forma facilona. Ahí es cuando la foto empobrece la pintura, cuando la pintura se vuelve vaga, servil y poco imaginativa.