viernes, 14 de diciembre de 2007

Arte y Publicidad

Hace poco, en el blog de Carmen Martín, mi mujer, un troll anónimo sacaba el tema de la publicidad con respecto a la pintura. Decía, demostrando una exquisita educación, que estábamos más interesados hacernos publicidad que en pintar.

Creo que teniendo en cuenta el ritmo de producción de Carmen, él mismo se desautorizó. Quizá en mi blog no sea tan evidente saber a qué me dedico, pues aquí escribo mucho pero enseño poco mi obra, y esto no es lo habitual en los blogs de pintores.

No obstante, en breve os bombardearé con lo que estoy haciendo ahora, aunque son papeles grandes y me lleva tiempo digitalizarlos, porque sólo puedo escanearlos a trozos, en las fotos no salen bien...

Yo le dije al troll que la publicidad es una parte más del oficio. No es ya que guste más o menos, sino que viene en el lote. Es más:

Hoy día, con la gran cantidad -y calidad- de pintores que hay, y sobre todo teniendo en cuenta lo despreciada que está la pintura por los poderes, la publicidad no sólo es recomendable para los pintores. Es imprescindible. Si quiero que mi obra se conozca -y por tanto, se venda- debo difundirla, debo mostrarla por todos los medios posibles. Internet tiene la ventaja de ser ubicuo, de estar a disposición de cualquiera que tenga un ordenador y un teléfono. Y encima se ve en todo el Planeta. Del mismo modo que Leonardo escribía su carta a Ludovico el Moro hoy los artistas hacemos o encargamos webs. Una de mis actividades habituales es redactar notas de prensa. A veces el trabajo informático me roba mucho tiempo, y no me queda tiempo para pintar... pero seamos sinceros. Es necesario hacerlo, y además me gusta, e intento sacarle jugo artístico a la realización de carteles, logotipos, calendarios...

Si uno quiere vivir de lo que pinta hace falta que se mueva, que enseñe lo que hace, que sea pesado, que incluya su web y la de su mujer en el sitio más inesperado, que se haga publicidad y convenza a todos de que su obra es la mejor. Aunque claro, hay que tener esa obra, hay que haberla hecho para poder venderla y venderse como artista.

Hay personas retraídas, entre ellas muchos adolescentes, que pintan "para sí". No enseñan sus dibujos o cuadros a nadie. Puede que haya muchos genios retraídos, pero la Historia suele prescindir de sus servicios...

Puede que a algún romántico de los que todavía quedan le parezca que soy excesivamente crudo, que hablo sin empacho de vender y vendernos. Pero a estos les rogaría que revisen los libros de historia:

Los pintores -y todos los demás- siempre hemos necesitado dinero para vivir. También los genios, sí. Esa figura del artista bohemio, que vive frugalmente y con dificultades y concibe su profesión como "el arte por el arte" es un mito. Y un mito interesado, diría.

Los bohemios eran normalmente gente sin demasiados apuros económicos. Procedían de familias acomodadas, y si se cansaban de pintar -hubo muchos, pero lógicamente no son conocidos- volvían al seno materno y en paz. Los bohemios de hoy están en la misma situación. A poco que uno escarbe encuentra hijos de concejales, de industriales, de famosos...

Yo odio esas imágenes del siglo XIX. Por culpa de la bohemia y del arte por el arte los artistas han dejado de ser respetados por la Sociedad.

Es evidente que el artista es un tipo -o una tipa- que tiene la necesidad (casi) fisiológica de pintar, esculpir, hacer cine... pero por eso mismo debe buscar la manera de sacar partido a su habilidad, a su "don", creando cosas que puedan ser compradas. Necesitamos que nuestra obra se compre para poder seguir metidos en este ensimismamiento que es el arte. Y para ello necesitamos que se conozca y se admire. Esto no quiere decir renunciar a la libertad, hacer "arte alimenticio" o "comercial" sin arte ni nada. No. Se trata de lograr que te encarguen lo que a ti te gusta hacer. Es sorprendente lo que los ricos pueden llegar a encargar. La prueba la tenemos en los libros de historia. Los caprichos de los millonarios pueden ser de lo más extravagante, y de lo más estimulante para un artista. Pero también la gente de a pie que compra arte puede llegar a comprar lo que a uno le gusta hacer, si sabe venderlo. Está claro que no todos somos genios del marketing como Dalí o Picasso. Pero se puede llegar a vender razonablemente bien si el producto vale la pena, si tiene calidad. Incluso aunque los números se nos atasquen, como es mi caso o el de mi mujer. Pero centrémonos en el tema...

Desde que aparecieron estas ideas, del arte por el arte y de la bohemia, el mundo del arte empezó a "amateurizarse". El artista ya no era un señor que hacía trabajos para el cliente potencial, para el público, en su taller, sino un aficionado, un amador (esto es lo que significa amateur, y es justo la palabra en portugués), que pintaba por el gusto de pintar y nada más. Si luego tenía éxito, mejor. Pero su heroicidad aumentaba al pintar si se lo comían los piojos y moría en la miseria.

Yo pienso: bastante desgracia es nacer artista. Necesitamos tener la mente ocupada en el arte -nada peor que un artista frustrado- todo el día. Si encima eres tan estúpido de no buscar la manera de colocar tus cosas y vivir de ello...

El arte por el arte ha llevado a que la individualidad o las rarezas de los artistas sean respetadas por encima de todo. El artista pasa a ser un loco genial. Los pocos elegidos que la oficialidad protege hacen lo que les da la real gana.

Aunque si eres un elegido -e imagino que llegar a ser un elegido a nivel local o regional no debe ser muy complicado- eso es muy tentador, yo lo desprecio. No me gusta. Creo que intervienen valores -como la habilidad en el peloteo o la capacidad chupapollística- ajenos por completo al mundo del arte. El arte, como el cine, debería ser subvencionado mediante concurso público, en el que la obra final fuese juzgada por el público en general. Con transparencia. Como bien dice Mariano Casas en su blog:

Existe una ley (que tampoco es extraño que se incumpla por aquí) que dice que cualquier obra pública que supere un presupuesto de 12000 euros (2 millones de pesetas) debe ser sometida a concurso público.
Hay muchos ARTISTAS que han vendido su obra a edificios públicos por mucho más dinero, y sin embargo, yo no tengo noticias de que jamás se hiciese un concurso público de adquisición de obra artistica, mientras sí se hacen concursos para arquitectos, por ejemplo.
Si ya existen corruptelas entre los arquitectos y constructoras (en Mugardos se investiga ahora una ), habiendo unas leyes claras ,¿como no las va a haber en el ARTE, cuando la supuesta esencia etérea de ese concepto hace que los políticos no se atrevan a legislar como una actividad más?.
En definitiva, es la propia opacidad del "sector artístico" la que lo hace corrupto.
Otra barbaridad es la "generosidad" que tan generosamente defendía el ínclito columnista Carlos Barcón respecto a su amigo Felín Nadales (por cierto, el día 31 de diciembre termina el plazo para votar en la encuesta).

Esa generosidad, como decía Mariano también, es interesada. El artista que "regala" sus obras pone un "caramelo" al concejal de turno difícil de rechazar. Un artista profesional de verdad debe cobrar por su trabajo. Si el trabajo es bueno, debe ser pagado justamente. Me comentaba Francisco Pérez Porto, que fue contratado para hacer dos monumentos en Ferrol, y que a cambio da clases gratuitas de cerámica a quien quiera apuntarse en el Concello, que ahora da por descartado su segundo monumento -ya en proceso- pero sobre todo el sueldo que tiene y su taller, porque a los nuevos gobernantes les parece raro que un artista tenga un sueldo por un trabajo que realiza. ¿Y por qué no? ¿Es que vivimos del aire?

El "no cobrar" es malo para el artista -que puede verse defraudado- y para el que contrata. Creo que los gallegos sabemos bien lo que es deber favores, ya en la aldea se nos inculca que no hay nada peor que eso.

Por eso yo defiendo un modelo más profesionalizado del sector artístico. Nosotros realizamos un trabajo que no es -pese a la idea decimonónica- inútil. Se necesitan cuadros, estatuas, edificios, sinfonías, poemas, películas, para diversos usos. Siempre. Y esos trabajos deben ser pagados según su calidad, según su mérito. Lo que vale en todas las demás cosas también vale en nuestra profesión. ¿Por qué no?

El camelo, vender mierda a precio de oro, no es solidario. Beneficia a unos pocos, pero poco a poco está arruinando y desprestigiando a toda la profesión.

Es curioso lo que leí hace poco, sobre la teoría de la estupidez, de Carlo M. Cipolla, porque encaja a la perfección:

Yo propongo volver al modelo de artista INTELIGENTE: el que beneficia a los demás buscando su propio beneficio. Pintar bien y satisfaciendo al público para vivir del talento propio.

Porque el modelo del artista maldito, bohemio, del arte por el arte, es el del artista DESGRACIADO o INCAUTO: Beneficia a los demás, perjudicándose a sí mismo. Es pintar bien pero vivir en la miseria, al no dar a conocer la obra, sino esperar a que alguien la busque.

Y hoy en día, en el arte oficialmente protegido, hemos llegado al modelo del MALVADO o BANDIDO: Perjudicar a los demás para obtener beneficios. Vender la nada o la caca propia, cosas feas, para enriquecerse.

Cuando no directamente ESTÚPIDOS: los que pintan auténticas mierdas -o no pintan- sin llegar a enriquecerse.

Os recomiendo leer atentamente todos los puntos de la teoría de la estupidez. Aunque parece una estupidez, es muy inteligente.

Me enorgullezco, porque uno de sus puntos se parece mucho a lo que yo siempre dije: hay una proporción fija de gilipollas por metro cuadrado, muy abundante, y es constante en cualquier grupo humano que se nos ocurra.

En fin. Yo al menos, pretendo ser INTELIGENTE, e intentaré escapar de las otras tres opciones.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buena la teoría de la estupidez...no la conocía, pero me parece que cuando el autor define al estúpido como la "persona que busca la ruina de los demás aunque sea a costa de la ruina propia", parece que nos está definiendo a los gallegos.
Será porque siempre hemos estado gobernados por estúpidos, porque yo creo que aquí, o la media es superior al resto del mundo, o los que hay se notan más.
Y desde luego, el individuo tipo I (el inteligente, que busca aumentar su bienestar y el ajeno) parece estar mal visto aquí...en todo caso, peor visto que el B, el bandido, que busca su bienestar con el prejuicio de los demás.

Anónimo dijo...

Anxo, cuidado con lo de los artistas frustrados… si en vez de buscar en Google “Hitler artista frustrado” buscas Anxova artista frustrado, aparecen tu web y la mía en el medallero Google.

Creo que tu traducción de la teoría de la estupidez tiene un fallo: creo que no estás teniendo en cuenta la pirámide de Maslow. Así que juzgas la estupidez de los demás en base a tus prioridades, en base a tu concepto de beneficio y no en base a las prioridades de aquellos a los que llamas estúpidos, malvados o desgraciados.

Por ejemplo, cuando escribes aquí criticando a Nadales, posiblemente perjudicándolo… ¿qué beneficio obtienes? Yo creo que no te enriquece.

De nuevo estoy de acuerdo en lo fundamental de tus Lerias Varias, es lícito publicitarse. Es una parte del trabajo de los artistas, escritores, abogados, fontaneros… y cualquier profesión liberal o cualquier empresa lucrativa.

Sin embargo, discrepo en tus juicios hacia los demás. Yo como soy un artista frustrado y poco pinto, me encanta ver exposiciones, aprender de artistas y ayudar a promocionar y difundir el arte de Galicia en mis ratos libres, sin enriquecerme económicamente. Pero como sólo yo conozco mis motivaciones, ese hecho no permite que nadie pueda con certerza calificarme como estúpido, inteligente, desgraciado o malvado.

Al margen de estas lerias, estas navidades espero ir por Ferrol y ver en directo algo tuyo y algo de Carmen.

Anxo Varela dijo...

Bueno, Luis, no me entiendas mal. Está claro que no he debido explicarme adecuadamente.

El caso de Hitler como artista frustrado es bien conocido, y se han hecho bastantes estudios sobre ello. Hay un magnífico documental -por desgracia le he perdido la pista- y hasta una película, llamada "MAX" en la que se trata el tema. En realidad artista frustrado no se refiere tanto al sentido peyorativo que se le da coloquialmente (artista mediocre) sino al sentido estricto de frustración, de la persona que teniendo una mente creativa no logra realizarse como creador. Precisamente lo pongo como refuerzo a mi idea de que el que nace con el "defecto genético" de ser artista necesita sacar las cosas que lleva dentro, o peligra su estabilidad, y la tranquilidad de su entorno. No sé si conoces el caso de un obrero inglés -creo que era inglés- que tras un accidente que afectó a su cerebro, se volvió creativo. Y obsesivo a tope, necesitaba sacar las ideas que paría constantemente fuera, y no paraba. Eso es lo que quería expresar, que necesitamos sacarlo todo fuera, o no estaremos bien. No es un privilegio, precisamente, puede llegar a ser muy agobiante y muy frustrante, y no digamos para la pareja, o la familia, amigos...

No sé si he traducido bien la teoría de la estupidez. No he tenido el placer de leer todavía el libro "Allegro Ma Non Troppo", y por eso no tengo un conocimiento profundo del tema. He sacado la información de diferentes resúmenes en Internet, pero no he leído todavía la fuente original, como te digo.

Todos hemos cometido estupideces más o menos con alguna frecuencia, teniendo en cuenta los criterios de Cipolla. El artista si por algo se caracteriza psicológicamente es por su exacerbado ego, y esto es lo que hace que yo tenga que desahogarme con mis Lérias Várias. Critico, pero siempre desbarrando, y lo sé. Está claro que no todo es agradable, pero mi intención es invitar al diálogo, la reflexión y por qué no, el humor. Siempre me tomo todo esto no demasiado en serio, aunque para mí todo esto sea muy -demasiado, incluso- importante. Pero ya digo, para mí es un desahogo necesario, una necesidad como la de pintar, que no tiene mucha explicación.

En cualquier caso piensa que mi referencia a la Teoría de la Estupidez Humana es para ejemplificar los PROTOTIPOS clásicos de artista, no para indicar que tal o cual persona sigue uno de los tipos.

Tú, en primer lugar, te estás definiendo injustamente como artista frustrado. Puede que ahora estés sintiéndote frustrado, porque quisieras más, pero tengo entendido que estás asistiendo a clases de pintura ¿quien te dice que no vas a llegar a quitarte esa frustración?

Si te sirve para entenderme mejor, te diré que no hace tanto que me sentía artista frustrado. Muy frustrado. El año pasado no en vano pasé nueve meses trabajando de electricista en Bazán, y eso hizo que la creatividad me hirviera casi al punto de hacerme reventar, por la presión acumulada. Estuve francamente mal. Por "suerte" me despidieron en un despido colectivo de esos, y pude retomar mi profesión verdadera.

Anxo Varela dijo...

Por cierto, Luis, en cualquier caso tú estás siendo inteligente. Beneficias a muchos artistas -como a mí- al crear Arte de Galicia, pero también a ti mismo, pues eso hace que haya una retroalimentación importante, y que por tanto también tú te beneficies.

Anónimo dijo...

Querido Anxova:
como ya he herido tu susceptibilidad en una ocasión, no se si me aceptarás un consejo: intenta ser un poco menos verborreico. Es difícil seguir tus razonamientos, y créeme que no dudo de que seas inteligente, como dices que eres. Concuerdo contigo en algunas cosas, como el sentimiento de pánico ante los zurullos de Nadales y tu estupefacción (y la mía) de que alguien se asombre de que Pérez Porto, o cualquiera, quiera cobrar por trabajar. En otras, a buen seguro, estoy en pleno desacuerdo. Pero te alargas tanto en tus escritos que mke da pereza desmenuzarlos. Intenta no ser aburrido, ho.

Anxo Varela dijo...

Cuando se escribe para expresar una idea es mucho más dificil condensar todas las ideas en unas pocas líneas que en un texto largo.

Los textos que publico pasan unas seis o siete revisiones -o más- hasta su forma definitiva. Evidentemente, si los trabajase aún más conseguiría ser más sintético y ameno.

Pero desgraciadamente no dispongo de tanto tiempo, así que supongo que sólo a base de ir largando y largando conseguiré aprender poco a poco a redactar de forma más resumida. Os prometo que al menos lo intentaré.

Con el tiempo iré haciéndolo mejor, pero mientras tanto, os pido paciencia.

Anónimo dijo...

Anxo, quiero aclarar que la referencia a Hitler y lo de Google y tu web o la mía era en tono de coña.

Respecto a la Teoría de la Estupidez, no me refería a la traducción en cuanto al idioma, sino a cómo aplicas la teoría a los artistas y en concreto el concepto de beneficio. Supongo que cuando un artista regala algo, algún tipo de beneficio saca, aunque sólo sea espiritual, publicitario… No sé. Que cada uno haga de su capa un sayo.

Creo que, como bien dices, ser artista es un defecto genético o algo similar. Y un artista puede hacer del arte su profesión o no. Del mismo modo que un profesional del arte, puede ser artista o no… Por suerte o por desgracia, el arte, a diferencia de otras profesiones, es una profesión difícilmente profesionalizable. Arte y profesión son caminos independientes. Y todo el tiempo que un artista dedica a lo profesional, es tiempo que quita a lo artístico.

Un investigador norteamericano que vino a darnos una conferencia a la facultad de informática, dijo que la diferencia entre los investigadores americanos y los españoles, estaba en que el americano se encargaba exclusivamente de investigar. Sin embargo a él le sorprendía que los investigadores españoles desperdiciasen su talento y su tiempo en cuestiones administrativas, hacer fotocopias, hacer llamadas, organizar conferencias… que todo eso les quitaba tiempo de dedicación a lo que ellos realmente sabían hacer, investigar.

Para ser artista creo que hay que dar un gran salto (retomo un tema tuyo de otro post): pasar de la pasión a la obsesión. Yo no consigo dedicarle a pintar más de 5 horas a la semana… y así, seguiré siendo un artista frustrado toda la vida. Creo que la clave está en la obsesión más que en la profesionalización. No hay conspiración, ni estúpido, ni subvención, ni alcalde, ni ministro, ni conselleiro, que sea capaz de tumbar a un artista obsesivo… y al hilo de la obsesión, me paso a responder a tu siguiente post sobre Picasso :)

Anónimo dijo...

Yo creo que eso del "artista frustrado" es un poco un tópico que se aplica (y se autoaplican)a veces inadecuadamente personas que no lo son en absoluto.
Mucha gente pretende conseguir del arte NOTORIEDAD social, fama o dinero fácil, y lo que le frustra realmente es el hecho de no conseguir esto, de no hacer del arte un trampolín para su ego.
Si una persona se dedica a hacer lo que le gusta (aunque haga otras cosas) nunca será un artista frustrado.
El único artista frustrado es el que no hace nada, y en ese caso ni tan siquiera es un artista.

Alan dijo...

Evidentemente, el artista lo es porque no puede dejar de serlo. Pero no por ello deja de ser perfectamente legítimo que se publicite todo lo que pueda, porque no poder vivir de aquello para lo que uno tiene verdadero talento es una auténtica maldición.

Y lo del artista bohemio... Yo creo que la gente se hace demasiadas pajas mentales con esos conceptos románticos, que poco tienen de reales.