miércoles, 14 de mayo de 2008

Formas de trabajar

Hoy proyectamos en el curso "Saber ver el arte (el arte desde dentro)" la película "El Misterio Picasso" de Henri-Georges Clouzot.

En ella sale Picasso dibujando y pintando, y muestra su particular manera de "encontrar", a base de ir improvisando desde una idea inicial, cambiando continuamente los elementos, la composición, el acabado...

A veces el resultado es magnífico. Otras veces, viendo la obra acabada, echamos de menos alguno de los pasos intermedios.

http://www.drasolt.com/imagenes/reypicasso/zz_000000100PlayadeLaGaroupe.jpg
Picasso juega con los materiales como haría un niño, sin pretender hacer una obra "acabada" o "sublime"; simplemente disfruta.

.....

Cuando se ve por primera vez "El Misterio Picasso", suele sorprender -y mucho- el comprobar hasta qué punto sus cuadros están trabajados, y de una manera increíblemente arriesgada. Porque Picasso hace oscilar el cuadro entre la mejora y el desastre, de manera que tanto podría acabar en un museo como en el cubo de la basura.

Cuesta creer que una obra como esta de arriba tenga detrás un trabajo de horas. No es, como suele decir el entendido de turno, que en su pintura nada sea casual. ¡Es que TODO en ella es casual! En este cuadro, quizá el que más quebraderos de cabeza le dio a su autor entre los mostrados en la película, cobra un sentido completo la famosa cita picassiana "yo no busco, encuentro".


Le Mystère Picasso - 8 of 8 - Henri Georges Clouzot.
Parece ser que el vídeo se ha retirado.
Mientras no lo recupere, está disponible aquí, con subtítulos en castellano.

Como podemos ver en este fragmento de la película, Picasso comienza el cuadro con un dibujo nítido, decidido, en el que ya aparece la playa, el pueblo de la izquierda, la mujer del centro, el toldo y el hombre del esquí acuático. Poco a poco Picasso va trabajando la idea inicial pero en ningún momento la composición se estabiliza. Figuras más o menos afortunadas, memorables dibujos, van siendo creados y destruidos sin pausa alguna. El propio Picasso comenta el drama "Todo va mal, todo va muy, muy mal". En un intento desesperado por lograr equilibrio pega papeles y vuelve a replantearse la composición. Aparece la figura sentada con el gorro chino, el cabezón que mira hacia nosotros... pero nada le convence. Cambian continuamente colores y estados. Finalmente Picasso desecha el cuadro y comienza uno nuevo partiendo de cero, mucho más simple.

http://www.drasolt.com/imagenes/reypicasso/zz_000000103PlayadeLaGaroupe.jpg

Aunque este método de pintar es la antítesis de la ordenada secuencia de estados de un cuadro académico, o parezca caótico frente a los sucesivos pasos que Parramón ilustra en sus libros, aunque parece que es sólo la forma picassiana de crear jugando, y que sólo él se atreve a tal subversión, yo no lo creo.

En el fondo, todo pintor, pinte cosas inventadas, recordadas o que están delante de las narices, siempre tiene estas mismas dudas, correcciones, arrepentimientos, incluso "arroutadas" (arrebatos).

Según parece, Cézanne iba compensando el color de toda la composición pincelada a pincelada, calculando y mezclando poco a poco cada una de ellas. Él mismo cuenta que a veces, cuando ya tenía casi todo el cuadro hecho un error le hacía tener que volver a comenzar. Por eso tardaba tanto en hacer un retrato, años incluso. No es casualidad que se hagan decenas, miles de bocetos antes de ejecutar una obra al fresco, para que el proceso de prueba y error no afecte a la carísima y laboriosa pintura final. Y ahí están los famosos arrebatos de tantos artistas, como el escenificado por Charlton Heston en su recreación de Miguel Ángel, cuando destruye sus primeras figuras pintadas en la Capilla Sixtina.

En realidad, pintar exige siempre tomar decisiones, a cada paso. El tener más o menos calculado cada paso no hace que el resultado sea mejor, exactamente igual que cuando vamos de viaje.

Picasso, simplemente, arriesgaba más que la mayoría. ¡Porque podía!

.....
Por cierto, encontré este enlace, sobre la pintura en el cine.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

No entiendo porqué contrapones a Parramón y Picasso, a mí me parecen igual de insulsos. El servilismo general hacia Picasso es una cosa que nunca he comprendido. "El misterio Picasso" es una fantasmada de principio a fín, no creo que tenga nada que envidiar en ridiculez a los reportajes que presentan a Tàpies en pleno proceso creativo (bufando cariacontecido y transmitiendo sus espasmos gestuales a la capa de avecrem que previamente echó en un lienzo).
Uno de los pocos aspectos positivos de eso que llaman "posmodernidad" es que la mayoría de los pintores actuales excusan realizar ese tipo de escenificaciones de trances. Miras un reportaje sobre Hockney o Antonio López y ves que sencillamente están pintando o dibujando, como cualquier persona civilizada, igual que haría Van Eyck o un chaval de la ESO ... ¡¡no haciendo el indio o fantasmeando paripés chamanistas, ni dialogando épicamente con el supuesto "misterio de la creación" !!-eso es muy años cuarenta-
Creo que toda esa afectación fomenta la sacralización del arte, y favorece que luego la gente lo primero que busque en un cuadro sea la firma, (para discernir cuanto antes si se tiene que postrar a adorarlo o si mirar a ver lo que cuenta ya es perder el tiempo).

mariano dijo...

Muy bueno el enlace del cine...
Respecto a lo que dices, Brasas, es verdad que la fugura de Picasso se ha sacralizado, pero no creo que fuera él el que buscase esta sacralización.
Yo en sus películas lo veo como un tío normal dibujando o pintando.
En cambio Antonio López, por ejemplo, sí convierte el hecho de pintar en todo un ritual.
Pero de todos modos esto es sólo una cuestión de opiniones: lo que a uno le parece rito o espasmo a otro le parece normalidad y viceversa.
Yo creo que la aversión que todos tenemos a la "pose" y a la impostura es el fruto de haber tragado mucha rueda de molino en esto del arte.
Probablemente ni Picasso, ni Lopez, ni tan siquiera Tapies sean amigos de la fantasmada artistoide.
Pero sí que lo será, probablemente, el enfoque que les han dado muchos periodistas, muchos documentales, reportajes y películas, que desde luego no son objetivas y muchas veces pretenden más crear un personaje e ir a los lugares comunes de lo que muchos consideran "el mágico mundo del artista", que mostrarnos al artista tal y como es, sin envoltorios, sin chorradas.
He conocido a algunos artistas de nombre (sobre todo dibujantes de comics), de los que tenía una imagen muy distorsionada(creada a efecto comercial por los medios) y me he encontrado a personas normales a las que les gusta el arte y que han tenido un golpe de suerte (y mucho trabajo) en su vida.
Es mejor juzgar al artista únicamnte por lo que hace.
El CÓMO LO HACE y el CÓMO ES es algo que no sabremos de ese artista hasta que lo conozcamos.
Desgraciadamente, en el caso de Picasso es imposible.

Anxo Varela dijo...

A mí me gusta Picasso, pero no por lo que dice -pocas cosas tan desagradables como su primera "novela" he leído- sino por su pintura.

Pero esa adoración -igual a la que hubo hacia Miguel Ángel- me la refanfinfla bastante. Si algo me interesa de El Misterio Picasso es tan sólo lo que comento: verlo pintar. No me parece maravilloso, yo mismo he pintado improvisando miles de veces, y he machacado el mismo cuadro sin solucionarlo muchas veces. Tengo varios intentos inacabados en mi estudio, que me da pereza terminar, otros que mejoraron ellos solos -es que no estaban tan mal- y otros que hice bien desde el principio. Claro que todo desde mi criterio ;)

Sólo hablo de cómo están pintados, nada más, de eso trata el post.

No me interesa mucho esa palabrería misticoide años 40 -o años 50, o 60- que era tan común y todos los artistas de esa época asumían como normal. Ese misticismo es consustancial a la vanguardia, y recobró fuerza en los 60 y posteriores décadas, hasta hoy.

Al menos Picasso creo que pasaba bastante de la gente en la práctica. Era un "adicto al trabajo" que diríamos hoy; no en vano hoy se lo ve como un bicho, huraño y antipático.

Hoy está de moda criticar a Picasso por mala persona. Pasó ya hace siglos con Miguel Ángel. Por lo visto el ser adicto al trabajo sólo está socialmente bien visto en abogados, empresarios, etc.

Juanma Moreno dijo...

Lo que a mi me llama la atención del video es cómo resulta totalmente opuesto a lo que nos enseñan en la facultad de Bellas Artes, en mi caso la de Granada, (aunque no aqui, en Alemania, donde estoy ahora, aqui el sistema va por otros lares).

En la facultad nos ponemos (nos ponen) a pintar modelo, por aquello de aprender a pintar, que se supone es lo que queremos aprender (la mayoría, exceptuando los llamados artistillas). Bajo unas reglas: hay que currarse una composición firme, y luego, pintarla. Sin envargo en el video aunque el primer dibujo de Picasso pueda ser una buena base para una pintura mas o menos definitiva, el simplemente "hace lo que le viene en gana", y no se puede decir que no le fuera bien.

De vez en cuando me entretengo tallando piedras pequeñas "a navaja", y me lo paso bomba con ello. ¿Por qué?, porque con la piedra voy improvisando, que la propia piedra me de las formas que yo "saco de ahí". Picasso hace lo mismo, va "sacando la pintura" del soporte a base de pruebas, realizadas sin complejos, aunque como dices, algunas veces se heche de menos eso que ahora está enterrado en unas cuantas capas de pintura.

Esto es, una forma de crear basada en el juego, en disfrutar de crear, de dar vida.

Anónimo dijo...

Hola acabo de encontrar esta joya de blog, navegando en esto de la web. Bueno, afortunadamente yo NO estudie bellas artes, pero por cierto, no vas a seguir con el hartismo.b...? Que pena ahora que lo habia descubierto. Bueno como profano en esto del arte, que no de la escultura...
Suscribo integramente tus postulados intelectuales Anxo.

Carlos

Anónimo dijo...

Interesante post para un desconocido de la pintura como yo. Por cierto, ¿puedes revisar el enlace al video? Deben haberlo borrado porque ya no está disponible.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Juanma: si en la Facultad de Bellas Artes de Granada hay una asignatura llamada "Pintura" llevada por alguien empeñado en enseñaros a pintar -como parece ser el caso- deberíais de estar agradecidos, en estos tiempos que corren. (Para "jugar" siempre estáis a tiempo y vale cualquier taller de manualidades llevado por un educador ocurrente; sería un poco desperdicio que la enseñanza reglada universitaria se conformase con éso).
A mí me suena más profesional y envidiable lo que cuentas de Granada que lo que intuyo de Alemania.

¿A qué me refiero con lo de "en estos tiempos que corren"?
A esto:
Quizás me equivoque, pero a mí me parece que la actitud de la gente en general hacia el arte está cambiando notablemente, por pura saturación: Mogollón de mierdas que vendió Picasso ahora fascinan más bien poco. Das una patada a una piedra y salen doce pintores, y en general ya empieza a haber mucha más gente "jugando" que gente dispuesta a admirar el "juego" de los otros. El público ya no es tan acomplejado e ignorante (en el sentido de ACRÍTICO) hacia el Arte como lo era hace 20 ó 30 años.
Igual que ahora ya nadie se quita la boina y mira hacia abajo ante la presencia del alcalde, el obispo o un licenciado, de igual manera cada vez más gente se atreve a decir "la exposición era una mierda", con la misma libertad y desparpajo con que lo diría de una mala película de cine con la que se aburrió.
La mayoría de los cuadros de Picasso son banales y estúpidos, puedes hacer la prueba pintando a su manera, es fácil y no va a ningún lado (la gente valora los picassos porque los hizo él y llevan su firma, no por otra cosa).
Además son inmensamente caros, eso permite ir de culto y hablar maravillas de ellos sin falta de comprarlos.
Mientras eres estudiante de Bellas Artes tus "juegos" tienen su PÚBLICO (los profesores, los compañeros...) y su PREMIO (las notas, la comparación con otros "juegos" más encorsetados...).
Pero cuando sales al mundo real ves esto: Que cada vez son más numerosos y patéticos los millones de pintores que hacen cuatro manchas o rayas sin sentido y luego se enfadan porque no venden.
Y que vender cuadros sin tener ni puta idea de pintar cada vez está más difícil. Porque la gente, ya puesta a gastarse el dinero en un cuadro, prefiere esto:

http://krislewisart.com/paintings.html

(y yo creo que con razón)

Anxo Varela dijo...

Hola, Brasas, he visto el pintor del enlace. No está nada mal. Para mi gusto es un poco tirando hacia la ilustración de más, pero vale la pena.

Con respecto a Picasso, hay muchas cosas de él que no me gustan, que se ve que no le salieron bien y punto. Con un tipo que pintó tanto, hay mucha morralla, pero también muchos cuadros que valen la pena.

De todos modos, creo que hay dos o tres cosas que podemos sacar en limpio:

La primera es el trabajo. Picasso no paraba, hablando con la prensa sería todo lo místico que se quiera, pero su vida era el taller.

La segunda es su independencia, su libertad. Hizo lo que le dio la gana. Puede que no todas sus decisiones artísticas o personales fueran sabias, pero está claro que él era quien marcaba su ritmo, despistando constantemente a sus seguidores, a sus pelotilleros.

La tercera es que disfrutaba de lo que hacía. Esto me parece lo más importante. Vivió la pintura muy intensamente, sin fingimiento. Es como la música de los Mojinos. Puede que no sea la más selecta, y que haya canciones muy parecidas unas a otras, pero es indudable que se lo pasan pipa tocando, y transmiten esa pasión.

Picasso tiene obras que me dejan frío, pero hay otras cosas que me maravillan. Y entre ellas, aunque parezca mentira, las palomas y las Meninas que hay en el museo Picasso de Barcelona. Algunos cuadros son hechos en cartón, y en pocos minutos, pero siguen maravillándome.

Juanma Moreno dijo...

A brasas:

Al parecer no me he explicado bien, o no me has entendido. Que nos enseñen a pintar en la universidad de Granada me parece algo necesario, sólo pretendía contraponer esta "creación reglada", a la "creación jugando", así como decir qe ésta última es más divertida, al margen de valoraciones sobre el resultado.

Y otra cosa: No intuyas tanto de Alemania, por que por lo que parece no tienes ni idea de cómo funcionan las facultades de BBAA aquí.

En lo de que la actitud del público está cambiando es algo que pienso yo también, y no se puede negar que en el arte actual hay un exceso de mierda, así como de mierda en lata, pudiendo además ser lo mismo.

Sin ir más lejos: el otro día, fuí de viaje a Berlín, y decidí pasear por las calles donde se concentran cientas (y no exagero) de galerías -digo galerías, que no museos- y en toda la tarde entré en decenas de sitios y solo vi una que mereciera la pena, lo cual resulta bastante frustante, amén de agotador.

Anónimo dijo...

Juanma, no creas que no me gustó tu intervención primera, me dió pie para volver a meterme con Picasso (que además de una persona muy trabajadora a la que no conocimos, es también un asentado MODELO DE ARTISTA con el que nos han bombardeado siempre, y en el que no creo).

Al leer que no tengo "ni idea de cómo funcionan las Facultades de BBAA de Alemania" pensé que en el párrafo siguiente nos lo ibas a explicar, pero veo que no -y casi que te lo agradezco- :D
Por cierto, vería más lógico que intentases rebatir lo que digo, en lugar de lo que INTUYO (que al fin y al cabo no tienes manera de saberlo).
Sobre que exista una "creación reglada" y una "creación jugando" confieso que a mi cerebro se le escapa; yo soy de los que prefieren llamar "ejercicios" a las obras supervisadas por profesores y OBRA al tipo de producción en la que uno se empeña cuando ya salió del útero académico. Aunque me temo que hay gente que se las arregla para nunca salir, y nunca dejar de ser "joven valor" "emergente" a base de becas y subvenciones de los profes/comisarios... para seguir trepando y mamando de la teta hasta la jubilación, sin haber tenido jamás un público REAL.
Y a muchos de ésos los tenemos que acabar viendo también (incomprensiblemente) en los museos y galerías...

Anxo: también los criminales de guerra suelen ser TRABAJADORES infatigables y -como todos los fanáticos- se aplican a la limpieza étnica con gran INDEPENDENCIA de las autoridades morales o intelectuales de su época, y encima DISFRUTAN con lo que hacen. (No meto a Picasso en ese saco, -((o sí))- lo que quiero decir es que no me parecen unos criterios de valor intrínsecamente buenos, o que mejoren su obra).
A mí la mayoría de los cuadros de Picasso me dan asco, si como dices "pintó tanto", pues que hubiera pintado menos y mejor!!

Pero este es un punto en el que me temo que nunca estaremos de acuerdo, porque vosotros mismos planteáis a menudo el pintar varios cuadros al día, (o cientos al año) como algo deseable o positivo y yo ahí sinceramente disiento.
--Espero poder decir esto sin que os disgustéis, no es más que la opinión de un brasas, como quien dice un bufón--
Saludos!!

Anxo Varela dijo...

Bueno, yo creo que la velocidad para pintar no es ni buena ni mala. Cuando hay práctica, o como solemos decir, oficio, el pintor puede ser más rápido pintando que si no lo hay.

Esto no es exclusivo de la pintura, por supuesto. He visto fontaneros, arquitectos o carpinteros que eran unos mantas chapuceros -y normalmente lentos- y otros que solucionaban las cosas rápido y bien, pues conocían bien su oficio.

Otra cosa son los "fuguillas". Gente que en su oficio es rápida, pero porque no hacen las cosas bien, sino "a correr", de forma chapucera.

Mi mujer es increíblemente rápida trabajando, pero conoce bien su oficio. Por desgracia, hay un enorme prejuicio con respecto a la rapidez de ejecución. Como si no perder el tiempo en chorradas, no tener que desoxidarse antes de hacer un cuadro, porque la maquinaria está bien engrasada fuese propio de seres inferiores.

Cuando uno pinta mucho es inevitable alcanzar cierta rapidez. Pero en su caso al menos, no pinta cientos de cuadros porque se empeñe en batir ningún record Guinness, sino porque dedica todo su tiempo a pintar, y lógicamente produce mucho. Carmen aprende cosas nuevas cada vez que pinta. Avanza y explora su profesión en cada cuadro, no se limita a repetir un modelo comercialmente exitoso, como hace la mayoría de los que se autodenominan pintores.

Hay otros, que si no tienen mucha obra no es porque le dediquen mucho mimo y tiempo a construir trabajosamente cada cuadro, ¡sino porque SE DUERMEN!

Si hay algo que me ha desesperado es intentar ver entero "El Sol del Membrillo". Me gustan los cuadros de Antonio López, pero me duermo viendo esa laaaarga película y su leeeenta forma de trabajar. Y te lo dice un pintor que se toma las cosas con calma. Pero seamos sinceros, ¿por qué a mí me lleva mucho tiempo hacer un cuadro? Porque estoy haciendo siempre otras cosas. O escribo en este blog, o hago llamadas telefónicas, subo fotos a la web, veo series bajadas por el emule, etcétera. En realidad no dedico a mis cuadros muchísimo más tiempo que Carmen.

Ella, de hecho, tiene cuadros que le han llevado meses, y otros que soluciona en dos horas. Como yo. Pero no necesariamente son mejores unos que otros.

En cierta ocasión leí sobre los artistas que tienen "facilidad" y los que no. En el primer caso (Picasso, Miguel Ángel, Mozart...) parece que las obras salen solas. ¿Son por ello peores artistas? Desgraciadamente no. No diré que es "un don", porque no está de moda hablar así. Pero jode que haya gente que pare sin más dolores ni problemas y otros que para sacar sus obras adelante necesitan cesárea y epidural, después de sufrir durante horas una angustiosa y dolorosa dilatación que no llevó a nada. La gente siente una ancestral antipatía por los primeros, a los que simplemente califican como "genios" en el mejor de los casos. Pero claro, el que tiene mérito es el que tiene que sufrir para lograr entrar en trance creador. Me parece uno de los prejuicios más asquerosos que hay contra el arte. A mí me gustan por igual obras de artistas que tienen facilidad creadora como de los que consiguen crear sólo de forma trabajosa. Pero para ser sinceros, conecto más con los que tienen esa divina facilidad.

A mí mismo me ha pasado que en algunos casos las cosas me salían casi solas y en otros por más que me empeñé no salía nada decente. Sé que a Carmen también, no en vano tiene muchos cuadros repintados.

Pero ya digo, pintar mucho no me parece malo. Porque se puede hacer bien, aprendiendo con cada nuevo cuadro. A mí me gustaría poder centrarme más en la pintura, como sí hace mi mujer. Pero es cosa de carácter y de circunstancias. Mi mujer es en todo así, no es capaz de estar una tarde sentada mirando las musarañas, sin hacer nada. Cuando no está pintando está pensando en lo próximo que va a pintar, planificando, pensando, leyendo... y en el tiempo sobrante está con los niños (a quienes limpia, cuida, acuesta, da de comer, ayuda con los deberes, juega con ellos) o limpia, recoge la casa, arregla el jardín, cocina, barre, hace las camas...

De alguna manera sé que lo que yo hago también es útil, y me he convencido por fin de que no soy un inútil... pero es que en ella hay tanta vitalidad, tanta actividad incesante que uno se ve superado, desbordado.

Sé que tanto conyugalmente como artísticamente no soy ni un lentorro ni una nulidad. Pero conviviendo con Carmen uno se da cuenta de hasta qué punto todos perdemos el tiempo muchas veces. No juzgo lo de Carmen ni lo de Picasso o Miguel Ángel como un exceso, lo veo normal. Más bien pienso que muchos estamos dormidos durante una porción variable del día.

Qué le voy a hacer. Me gusta Picasso. No veo aviesas intenciones en su obra, no entiendo por qué lo odias tanto. Pero está claro que en cuestión de gustos no hay nada escrito. También es cierto que hay cuadros de otros pintores que me gustan más. Por ejemplo, prefiero Leonardo a Miguel Ángel, y Picasso es un Miguel Ángel del siglo XX. Incluso se ha amado y odiado tanto a Picasso en nuestra época como a Miguel Ángel en la suya.

Leyendo lo que he escrito estoy planteándome hacer un artículo sobre la facilidad y la trabajosidad, en relación con la constancia en el trabajo o no. Porque son dos variables diferentes. Picasso encarna el arquetipo de artista con facilidad y muy trabajador. Leonardo es el que tiene facilidad pero con poca obra. Cézanne es el que hace las cosas trabajosamente aunque tiene mucha obra, y quizá se me ocurra el tipo que falta.

mariano dijo...

Muy de acuerdo con Brasas cuando habla de la saturación del público ante el arte y su sacralización, y ya no agacha tanto la cabeza ante lo que considera erróneamente fruto de un poder intelectual superior.
Sin embargo, no comparto que se ponga como ejemplo de este "arte sacralizado" a Picasso.
Este artista (como todos) puede gustar o no gustar. Yo tampoco soy de los que creen que tiene que gustar a la fuerza. Pero lo que para mí es evidente es que no se trataba de un estafador.
Todo lo demás es cuestión de gustos.
Y en cuanto a la diferenciación que alguien hizo entre "arte reglado" y arte que se hace con placer, divirtiéndose, "jugando", creo que sin el primero no puede existir el segundo.
Sin un estudio de unos conceptos, de unas técnicas, procedimientos y oficios, no se puede construir una base sólida sobre la que un creador pueda llegar a un punto en el que ya se desenvuelva con la soltura de quien ya pedalea con los ojos cerrados.
Un bailarín que aparenta ser de goma y poseer un don, que disfruta dejando fluír a su cuerpo al son de la música, necesitó de miles de horas de taller de base, para llegar a ese punto en el que la técnica y los procedimientos no tienen que revisarse porque forman parte de uno...ahí es cuando se puede empezar a jugar.

Anónimo dijo...

Mariano: ¡¡Pero si Picasso es el artista sacralizado por excelencia!!! ¡¡Qué mejor ejemplo de sacralización, si es el puto GENIO del siglo XX, si cualquier servilleta o pañuelo con mocos que lleve su firma a lápiz ya vale millones!! ¿De quién aprendieron a convertir monigotes a brocha en dinero, todos los cantamañanas que vinieron después??
Anxo: No es exactamente una cuestión de odio sino de fe. Tú mismo reconoces que muchos de los cuadros de Picasso no te gustan, pero aún así tu fe no flaquea y sigues dando por buena y ejemplar su "forma de trabajar", -supongo que porque os identificáis lo bastante con ella.
A mí el noventa por ciento de los cuadros de Picasso me parecen malos, (en el sentido de no sólo feos, sino además insulsos, estúpidos). Pienso que es más que suficiente para sacar en conclusión que no me gusta. Podría seguir admirándolo por aquello de lo importante que es en la Historia del Arte, etc... pero he decidido que NO, que sería una hipocresía. Siendo sincero y coherente con todo el resto de mis gustos artísticos, sólo puedo decir que me parece globalmente un mal pintor.
A mí no me sale natural ese clic mental que hacéis vosotros para admirar las pinturas de Durero, Ingres, Degas, Leonardo, Freud, Brueghel, … y al mismo tiempo las de Picasso.
O para echar la pota con los Laxeiros, Schnabeles y los Ferranes García Sevilla, … y pasar por alto todos esos miles de Picassos que son exactamente igual de cutres y noxentos!

En cuanto a cómo relacionas la rapidez de producción con el OFICIO… o los hermanos Van Eyck no tenían ni puta idea del oficio y eso explicaría porqué produjeron sólo unas trentaipico obras, … o te estás olvidando de considerar que unas FORMAS DE TRABAJAR son infinitamente más finas, elaboradas, cuidadosas y autoexigentes que otras, que es a lo que yo voy.
Y muchas de las ABISMALES diferencias de calidad que notamos entre unos pintores y otros, no provienen tanto del talento para el dibujo, ni de la dedicación exclusiva, ni del grado de hiperactividad, (Picasso tenía todo eso) … sino precisamente del refinamiento o cutrerío de la FORMA DE TRABAJAR escogida.

Así que además del artículo sobre la diversa facilidad de los pintores, también podrías escribir otro sobre la diversidad de los OFICIOS de pintor, porque es claro que unos son más fáciles que otros, y si una ventaja nos está trayendo el mundo contemporáneo -tanto a pintores como a espectadores- es la posibilidad de escoger, o de tener menos fe en unos que en otros.
(Lo que se llama la “libertad de culto” :)

Anxo Varela dijo...

Yo entiendo que una cosa es la sacralización que se hace de un artista (y en esto, Picasso es un caso extremo, pues se le adoró como a un dios en vida) y otra el misticismo del que el propio artista hace gala.

Si algo me molesta es el misticismo, que es lo que hace pomposos, afectados y ridículos a algunos artistas.

Picasso no era místico, aunque chulo era un rato. Místico era Beuys, o Tàpies.

Yo no conozco TODA la obra de Picasso, pero de lo que conozco la mayoría me gusta. No es una pose, simplemente me gusta, y no por la historia del arte, no me suele influir demasiado. No tenemos por qué coincidir.

Evidentemente un cuadro de los Van Eyck, con sus múltiples capas exige un proceso largo y cuidadoso. Pero ¿es mejor por ello? Creo que no. Desde la época de los griegos existe la polémica entre los artistas que con un esbozo consiguen expresar, con aparente facilidad, y los que detallan construyendo un laborioso y delicado trabajo que lleva días o semanas.

Es una polémica muy antigua, y no creo que la elección de unos u otros sea cuestión de sensibilidad más o menos desarrollada o percepción inequívoca de la calidad sino de preferencias personales. Nada más.