jueves, 5 de marzo de 2009

¡Funciona!

Ya había estado con Coki en su casa cuando él utilizaba el baño electrolítico, pero ayer por fin pusimos en marcha el equipo en el aula de grabado del Torrente Ballester. Y... ¡funciona!

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRJFZxSFVhRULsDWncLgLw9DYeIasISwJlqUp026n0-xTwJsaUHhUMadbXeHyRXh15n3YLvuFFqqHesjT-3Xgg_CxPL6sNYq7M8oisxi68-hiJNsfD43vRr0kFbt_7tIFBvru0hfK-ZBM/s640/Focto084.jpgEn realidad, al final, se comporta de manera muy parecida al ácido. El baño, poco a poco va trazando surcos en el cobre, y a más tiempo más profundidad... pero ¡es tan diferente!

Para mí ha sido sorprendente. Porque no hay ruido, no hay burbujas, no hay polvillo, no hay olores... poco a poco, plácidamente, el metal de la plancha de grabado se va mordiendo (+), y simultáneamente nuevo metal se va pegando a la rejilla (-). La nula toxicidad del proceso permite ver durante todo el tiempo el proceso, y muy de cerca. Algo que no es posible con el ácido. Además, la matriz no necesita protección por la parte trasera (salvo un pequeño margen), y las líneas pueden ser tan finas y al tiempo intensas que parece arte de magia.

Y no resulta -gracias también a que Coki me ayudó en la puesta en marcha- tan difícil como me parecía. Finalmente la regulación finísima de la fuente de alimentación eléctrica permite controlar la fuerza de la mordida, que equivale a la concentración del ácido, y los tiempos no han sido excesivamente altos: en la prueba mordí un grabado de líneas finas, en 35 minutos a 0,7 V y 1,3 A.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2-LdVRIbadchyk2rpH_zHEWUW8L7q31tPRHLsv04Jee5en96cGNmA4cRVY032D2bXXyhThHFngkCTXm6Ta9VdbT8fsiRSJ26Zse7RsM95c9LZoOA8-TT9fsP9ual_pIYLXmXt1XZh2DM/Con mucho, lo más trabajoso ha sido fabricar la rejilla de cobre, a base de pelar cables rígidos de cobre, recortarlos, retorcerlos y apretarlos con un alicate... pero mientras lo hacía pude ver algunos magníficos documentales de la BBC y National Geographic en Youtube, que podéis encontrar en mis favoritos. Eso sí, sigo sin terminar de hacer mía la ley de Ohm... aunque dudo que muchos grabadores, incluso famosos, conozcan bien las reacciones químicas de ácidos, sales, etc que tienen lugar en el grabado tradicional.

En realidad lo que estoy probando es cómodo, limpio, no tóxico, accesible, se puede hacer en casa sin problemas... tiene muchas ventajas respecto a los mordientes que había utilizado antes. Me pregunto ¡por qué no me habré pasado antes al grabado electrolítico!

Tengo que agradecer a Coki (Óscar) -marido de María, ambos antiguos alumnos, y hoy grandes amigos- la ayuda que me prestó para introducirme en esta tecnología.

Nota: sé que el grabado no es gran cosa, pero lo hice en cinco minutos, porque tenía prisa por probar lo de la electrólisis. No obstante lo seguiré trabajando y ya os lo enseñaré terminado.

2 comentarios:

Fet dijo...

Ahora ya sabes lo que sintió Viktor Von Frankenstein cuando la mano del monstruo se movió.
;-)

Santiago Mansilla dijo...

Hola Anxova, encontré este video que quizá te sea interesante:

http://www.youtube.com/watch?v=f6_uwTrL2kM&eurl=http://www.taringa.net/posts/videos/2264925/El-Arte-Contemporaneo.html&feature=player_embedded

Creo que está muy claramente explicado.