martes, 18 de septiembre de 2007

Ferreganchos

Hace unos días dije en este humilde blog que las esculturas de Rafael Nadales que tenemos en Ferrol me parecían ferreganchos*. Para los que no conocéis Ferrol os pondré en breve una pequeña galería fotográfica de estos engendros de acero que adornan nuestras calles y plazas.

Lo digo porque a mí no me gustan -en general- las esculturas que la ejecutiva de Juncal+Fernández se apresuró a instalar antes de las elecciones. Cierto es que las hay mejores y peores. Entre los escultores me parece que son dignas la obra del ceramista Pérez Porto, a pesar de las mutilaciones vandálicas que ha sufrido, y la del pintor Luis Rapela, que tengo el gusto de contar entre mis amigos.

No me gustaron mucho las de Gascón, aunque con el tiempo les voy cogiendo cariño, sobre todo por que él es un hombre sonriente y encantador, auténtico genio del chocolate. Pero las que no soy capaz de mirar más de dos minutos sin descomponerme el ánimo son las de Rafael Nadales.

Hoy Carlos Barcón -que en este blog parece haber encontrado un filón- vuelve a citarme nuevamente -aunque sin mencionarme, quizá por aquello de se dice el pecado pero no el pecador- en su columna del Diario de Ferrol en los siguientes términos:

De mi apreciado amigo Felín Nadales, a estas alturas de la vida, pues lo conozco desde chaval, solamente tendré que decir que es una sólida realidad. Es un escultor nato. Pero un escultor a quien podemos -me decía hace días también un amigo mío- hacerle tanto daño si nos sobrepasamos como si nos sobrequedamos. Con él hay que medir las palabras. El elogio desmedido es tanto más dañino cuanto antes y más se prodiga. La crítica implacable es demoledora y esterilizante. Y digo esto, porque hace muy pocos días leía las desafortunadas críticas de un licenciado en Bellas Artes, pintor, ferrolano: "La obra cultural del anterior ayuntamiento todavía está en pie. Una decena y algo más de esculturas -por llamarles algo- que son todo un homenaje a la improvisación, la mediocridad y la fealdad más absoluta. Un buen ejercicio de irresponsabilidad política, pues estos engendros de hierro -ferreganchos, decimos aquí- "adornarán" la ciudad a saber durante cuántos años?" A mí no me duele prendas proclamar públicamente que Felín Nadales es un escultor ferrolano de raza. Desde muy joven, -repito, lo he conocido y seguido- está absorbido por la escultura, que es toda su vida. Es un escultor con tanto porvenir como él se marque. Un escultor que tiene dedos en los ojos y ojos en los dedos. Puedo afirmarlo porque lo he visto mirar y lo he visto modelar, con todas las técnicas escultóricas posibles, porque sabe, ya desde hace mucho, que un escultor tiene que dominar todas las suertes. Y él se merece, y de hecho está en esa línea, esa suerte, por trabajador infatigable, dinámico, abierto y comunicativo. Su escultura es hoy por hoy heterogénea, practicando incluso la pintura. Diversos estilos se entrecruzan, como es lógico en el artista que a sí mismo se busca en cada obra.

Me entero ahora, y le deseo lo mejor, de sus próximas e inmediatas exposiciones: en la galería de arte Judite, en la 7ª Avenida de la ciudad de Nueva York, en Córdoba, invitado por la Asociación Cultural Aires de Córdoba, en la galería 0+0 de Valencia, en la Taiwán-Center, en China, o en Sanghai/Tokio?


Gusten o no las esculturas de Nadales, el derecho de todos sobre el arte es al menos el de opinar. A mí no me importa que unos aprecien mis cuadros y otros se horroricen con ellos. Es lo que uno espera. Cualquier artista sabe que está expuesto a la opinión pública. Y más si su obra se expone en una plaza pública.

Se cuenta la anécdota del pintor Apeles, que siempre exponía sus últimos cuadros en la plaza, donde se quedaba a escuchar, a veces hasta escondido, las opiniones de los viandantes.

Con cuánta más razón no tendrá un prestigioso escultor, si en verdad lo es, que encajar alguna que otra crítica descarnada cuando su obra se expone en las plazas públicas y la hemos pagado los ciudadanos con nuestros impuestos. Es lo mínimo.

No creo que mi crítica sea desafortunada. ¿Feroz? Puede. Pero las cosas hay que leerlas en su contexto. Mi escrito estaba en un blog personal sobre opinión artística desaforada, cuyo título es Lérias Várias (http://anxova.blogspot.com) no por casualidad. Poca gente la había leído. Sólo ahora, gracias a la columna de Carlos Barcón ha podido llegar a todo Ferrol. Como todo el mundo sabe, lo que se dice en privado no se dice igual en público.

Pero no me arrepiento. Creo que en cuestión de gustos no hay nada escrito, y tengo todo el derecho a opinar sobre arte con sinceridad, sin paños calientes. ¿Por qué habría de criticar a Beuys, a Warhol, a Parramón, y quedarme corto con Nadales?

Por otra parte, se sorprendería nuestro panegirista si supiese la gran cantidad de ferrolanos que aborrecen las esculturas del famoso plan de embellecimiento, especialmente las de Nadales.

Y eso sin tener en cuenta que yo critico la obra concreta de un artista, pero Barcón me critica por criticarla. Dice que mi opinión es "desafortunada", pero se atreve, pocos días antes a poner en entredicho la carrera de Bellas Artes -que él no ha cursado, y por tanto no conoce- diciendo "que fabrica, en el mejor de los casos, sólo enseñantes".

Sin contar con que yo pongo mi crítica en un blog personal sobre arte, medio minoritario y especializado... pero él nada menos que lanza sus cuchillos sobre mí desde la columna diaria que posee en el Diario de Ferrol.

Es una lástima haber logrado un enemigo en Carlos Barcón, pero no puedo negar que me resulta entretenido, y supongo que a él también. Es el nuestro un duelo dialéctico por escrito, como el de Góngora y Quevedo -aunque yo pongo su nombre y él ni me mienta- pero en la era de Internet y en provincias. No descarto responderle en la siguiente ocasión con un soneto...


NOTA: os he puesto una encuesta aquí al lado.

*Ferregancho: trozo de hierro o metal inservible.

9 comentarios:

Santiago Bergantinhos dijo...

Esa misma la tengo al lado de la casa que es el lar paterno. A mí no es que me entusiasmen, pero a mis padres les da un payá cada vez que la ven.

A mí la que me gusta es la del diapasón de la Glorieta Uxío Novoneira. Simple a la vez que discreta.

Anónimo dijo...

La verdad es la verdad, lo diga el rey o su porquero. Y las esculturas son infumables, por muy amiguete que sea su autor de los popes ferrolanos de la cultura y la prensa.
La que esta enfrente de la Feria de Muestras tambien es del mismo genio? Y la que esta al lado del Santuario de Las Angustias? Esa es la peor con diferencia.
Una que a mi tambien me espanta aunque por temporadas me parece hasta simpatica, es la que esta en el triangulo enfrente de la Policia. En su momento le llamaron al sitio "la plaza del pelouro", supongo que por el pelouro que la remata, (presunta escultura), y no por hacer alusion al alcalde que la coloco alli. :-)

Sigue asi con tus leiras varias, siempre mas interesantes que la columna "periodistica" del escribidor...

Greca dijo...

La de la Policía, plaza de San Amaro, es de Francisco Leiro. Supongo que a Nadales no le gustará que critiquen sus obras pero, por las veces que he hablado con él, tampoco me parece que tenga mayor problema si no gustan. En este caso el que se "pica" es Barcón, que no es lo mismo.

Anxo Varela dijo...

Exacto. No conozco a Nadales, pero un artista sabe que su obra es susceptible de ser criticada. ¡Gracias a todos por vuestra participación!

Anónimo dijo...

Me parece mezquino que un artista como tú, licenciado, con la autoridad moral que eso supone, dedique sus energías a desacreditar a otro.
Nadales sólo ha cobrado por el material y traslados de su obra, sin ánimo alguno de lucro, y desconozco si Leiro o Rapela- eso sí que es un engendro- son tan desinteresados...deberías informante antes de desbarrar, actitud que parece personal y no profesional.

Nadales, al que tengo el honor de conocer, es un gran artista y mejor persona...es humano, humilde, generoso y , siento repetirme, desinteresado, una persona sensible a la que tal vez duelan tus manifestaciones, pero, te aseguro que él jamás hablaría en esos términos de un compañero....Creo que tenéis los licenciados de Bellas Artes complejito de superioridad, y la superioridad se demuestra con una actitud ante la vida diferente a la tuya.

Háztelo mirar

Anxo Varela dijo...

Anónimo, perdona, pero aunque tu nombre me suena, no te conozco.

Me alegro de que seas amigo de Nadales, entiendo que la amistad te impida emitir un juicio crítico o aceptar que alguien lo haga. Pero si hubieses leído con atención te darás cuenta de que en ningún momento he cuestionado que Nadales sea humano -eso supongo-, humilde, generoso o desinteresado.

Te diré que no sé cuánto ha cobrado cada uno de los escultores. Ni siquiera me parecería mal: ellos han recibido un encargo y lo han hecho, no les culpo en absoluto. A quien critico -y siento repetirme- es a la corporación municipal que tan a la ligera ha decidido gastarse varios miles de euros y llenar cada esquina libre de la ciudad de ferreganchos en vísperas de las elecciones.

Nadales, como los demás, han aceptado el encargo. Pero francamente no estoy, como muchos ferrolanos, satisfecho con estos resultados. Creo que estas esculturas -las de Nadales son simplemente de las peores del lote para mi gusto personal y mi opinión profesional- han sido poco trabajadas. A mí me asusta especialmente la de Caranza frente al Conservatorio, pero a otros les disgusta más la de la Residencia o la del "Curro" de Rapela, por poner dos ejemplos.

Pienso que tengo todo mi derecho a opinar lo que me dé la gana sobre cualquier obra artística en este mi blog de desbarres sobre arte. La opinión nunca es mezquina: es la expresión de la libertad. Mezquinos pueden ser los actos o las personas.

Date cuenta de que si me llamas mezquino por aborrecer las esculturas de Nadales, tú expresas tu disgusto con las de Leiro o Rapela con el mismo aborrecimiento. ¿te estás llamando mezquino también a ti mismo?

En todo caso no es un ataque al bueno de Nadales, que no conozco personalmente. Creo que cuando pedimos que un artista o cualquier persona sea un profesional, un buen profesional, sobra valorar si es o no buena persona. Se dice que Picasso era un cabrón. Pero cómo pintaba, el cabrón. Si voy a la consulta de House no me importa que sea un borde, me importa que me cure, no que sea majo y pueda ir de copas con él.

Por otra parte pienso que ese complejito que debes tener de inferioridad con respecto a los que hemos sacado Bellas Artes es un poco absurdo. Nadie te impide irte a una Facultad de Bellas Artes y matricularte, dedicar unos añitos a estudiar, dibujar y terminar licenciándote. Está al alcance de cualquiera, no es nada del otro mundo.

Don Anónimo: el parrafito último, en el que dices textualmente: "la superioridad se demuestra con una actitud ante la vida diferente de la tuya" me ha dado miedo. He pensado en cómo los nazis entendieron a Nietzsche, pero quisiera preguntarte una cosa:

¿Por ventura tú me conoces como para saber si deseo o no ser sperior, si me siento superior, o qué actitud tengo ante la vida? ¿Quién eres tú para juzgar todo eso, Anónimo?

Anda, háztelo mirar.

mariano dijo...

PARA ANÓNIMO:
Acabo de leer tu comentario en el que insultas al autor de este blog por mostrar su desagrado hacia las esculturas del tal Nadales.
Me parece increíble que niegues el derecho a opinar a nadie, y máxime sobre unas esculturas colocadas en plazas públicas. Sea Anxo licenciado, diplomado, autónomo o chapero, su opinión es total y absolutamente légitima, más cuando firma con su nombre, lo cual no he visto que hagas tú.
Lo menos "mezquino" del mundo es hacer uso de la libertad de expresión. Entiendo que en Ferrol algunos nostálgicos tengais ciertos conflictos entre la libertad de expresión y las estatuas, sobre todo las ecuestres, pero hay que contenerse un poco.
Nadie está insultando a Nadales, pero él mismo se expone a la crítica llenando una ciudad de ochenta mil habitantes con unas esculturas, que si quieres mi opinión ni merecen ese nombre.
Y si el tal Nadales las ha puesto de manera desinteresada y altruísta, tanto peor..eso sólo es una muestra de intrusismo profesional y desleal hacia escultores y artistas (de verdad) a los que este individuo ha quitado la oportunidad de hacer un buen trabajo (y remunerado, faltaría más, ¿o tú trabajas gratis?), poniendo el caramelo de diseñar "esculturas" gratis al concello.
El resultado está a la vista.
Menos mal que alguien se preocupa en sondear la opinión popular, cosa que evidentemente no se hizo antes de colocar estas MIERDAS.
Supongo que si por tí fuera, la estatua de Paquito aún estaría en pie.
Qué mezquino soy...

Anónimo dijo...

En fin, que voy a decir sobre los ferreghachos que no se haya dicho ya. Estas esculturas de rotonda, en concreto las de Nadales (se llama así?), pero en general las de cualquier pseudoartisto urbano, me parecen un espanto. No hay otra palabra. ¡Miedo me dan! Si los de la DGT pensasen un poco más... Yo creo que estos engendros son causantes de un buen número de accidentes. En serio. Y cuando quieres leer el nombre del que ha perpetrado dicha obra, no alcanzas a leerlo ni de coña. ¡Pillines! Así evitáis las represalias, ¿eh?
De hecho yo no sabía el nombre del autor de este horror hasta que se desató esta polémica. Conclusión: Barcón puede estar contento; su amigo ya es un artista conocido para muchos (aunque por lo visto, reconocido por pocos).
Lo siento, no me gusta ofender a nadie ni lo pretendo, pero tampoco me gusta que me ofendan a mí ni a mi inteligencia (ingente, por cierto...)
Sumen un poco de intolerancia (las opiniones son libres), un mucho de soberbia y elitismo cutre (las esculturas de una ciudad son de TODOS LOS CIUDADANOS)y algo de mal gusto (obvio) y voilà: ya tenemos otro crítico de arte sentando cátedra.

Anxo Varela dijo...

Gracias, ciudadana, por tus comentaciones, que dan ánimos para seguir en esta Cruzada en contra del mal gusto y la mala baba, en la que estaré incluso si para ello es necesario sacar los recursos del peor gusto y la mala baba.