jueves, 27 de septiembre de 2007

Saber Ver el Arte

El año pasado me estrené como profesor con alumnos universitarios. Gracias a la iniciativa de David Castro primero y luego de Fernanda Soutullo pudimos poner a punto un curso para la Extensión Cultural de la Universidade da Coruña en el que básicamente me dediqué a acercar un poco a los alumnos al modo de ver el arte desde la perspectiva de un artista.

Naturalmente en este curso incluí mucho de mis criterios personales, como en el fondo hace cualquier profesor en cualquier materia, pero también me documenté abundantemente para poder dar un punto de vista "balanceado".

El curso incluyó una serie de clases teóricas, proyecciones de películas como "El Misterio Picasso", en la que sale Picasso en acción, y visitas a exposiciones y museos.

Ahora, David Castro me ha vuelto a convocar para repetir el curso, y ya he presentado el proyecto. Pero en este lapso he podido reflexionar sobre el contenido del programa y he introducido bastantes cambios, de modo que en realidad, llamándose igual y con contenidos semejantes, es un curso nuevo. Creo que el deber de un profesor es siempre mejorar el programa, máxime cuando partía de cero, por lo que en esta segunda edición estoy todavía decidiendo cosas.

El título del curso suena un poco pedante, pero son cosas del marketing "enseñístico". No obstante he añadido un subtítulo: "el arte desde dentro", y esa es la intención del curso, mostrar esa parte menos conocida, del día a día, con los secretos de cocina, y haciendo todas las visitas a talleres, escuelas, y exposiciones que podamos.

El curso tiene un precio bastante asequible, dura 30 horas repartidas en cuatro meses, y para los universitarios vale dos créditos. Su horario será los miércoles de 5 a 6,30 de la tarde en el Edificio de Apoio ao Estudio, excepto cuando salgamos a ver exposiciones y otros lugares, que durará tres horas y podrá ser otro día de la semana si es necesario. Si os apetece conocerme en persona y oír mis lérias várias de viva voz os podéis apuntar en la página de la UDC.

5 comentarios:

Coki dijo...

Siento defraudarte Anxo porque seguro que esperabas aquí un comentario de don xx. La verdad es que da gusto leeros a los dos,(no todo son trolls en internet.)
Yo tenía un profesor que decía que cuando dos personas discuten es porque no hablan de lo mismo. Si dividieramos el arte en arte expresivo y arte decorativo quizás estaría todo resuelto. El arte decorativo sería meramente sensorial: la luz se refleja en el y estimula las células de la retina (además decora la casa muy bien). Mientras que el expresivo va más allá estimulando también la inteligencia e imaginación del observador. Ambos tipos de arte responderían al anhelo humano de alcanzar la belleza.

Anxo Varela dijo...

Jeje, pues no te creas, tus comentarios son también muy ansiados.

Es una buena división, aunque yo creo que en realidad está todo bastante mezclado.

No hay gran arte decorativo que a la vez no produzca una estimulación también de la inteligencia e imaginación. Los cuadros de Klimt son un buen ejemplo. Y muchas de las obras en su momento expresivas o de gran arte hoy nos parecen decorativas, por ejemplo la pintura románica.

Por otra parte el arte totalmente expresivo a mí me parece también decorativo: me encantaría tener un cuadro de Solana. Son cuadros tristes, desgarrados, pero a la vez quedan genial en una pared por la armonía de sus tonos.

Por otra parte yo suelo fijarme en los matices maravillosos de cosas aparentemente vulgares. Shin Chan, por ejemplo, me parece un prodigio de sutileza y gracia en cuanto a los argumentos. Pero además los cuerpos contrahechos de la serie tienen una proporción fija que se mantiene siempre, no hay despistes de proporción como en por ejemplo Peter Pan 2ª parte. Los gestos son expresivos y la animación impecable. Muchas cosas aparentemente sencillas o superficiales son en realidad mucho más profundas y complejas de lo que aparentan. Ahí se ve el talento de quienes lo han creado.

Creo que el arte decorativo -no el elemento decorativo del arte- responde a un repertorio abstracto, si quieres basado muchas veces en consonancias y disonancias armónicas y formas que en general podrían estudiarse matemáticamente. Me llamó mucho la atención este artículo sobre los mosaicos árabes.

Lo cual viene a demostrar, que aunque el arte decorativo -y el arte abstracto, como el mosaico árabe, es el más puramente decorativo- pase por ser superficial en realidad incluye elementos y se basa en cálculos que aún hoy son complicados. Las cosas, cuando se hacen con profesionalidad, con cariño, con gusto y sobre todo, con arte, impresionan siempre.

¡Un saludo, familia!

Coki dijo...

Claro, claro de eso no hay duda. El arte expresivo sería siempre decorativo (quién pudiera tener un Picasso en casa!! ). Sería lo que en matemáticas se llama 'condición necesaria pero no suficiente'. Es decir, que algo sea decorativo no es suficiente para ser ARTE, aunque una obra de arte va a ser siempre decorativa.

Anónimo dijo...

"Hace muchos muchos años, unas personitas que hablaban raro y vestian todavía más raro tenían el poder sobre casi toda la península (la historia los llamó árabes). Construian preciosos palacios cubiertos con millones y millones de filigranas (lo DECORABAN todo, los muy exagerados).

Un buen día los que mandaban en las personitas que andaban por el mundo como Dios manda (la historia los llamó cristianos) fueron a negociar con los que mandaban en los que hacían filigranas.
Cuando llegaron al palacio les indicaron que tenían que esperar en una estancia oscura con una fuentecita en el medio (con el himnótico e inevitable sonido que hace el agua en las fuentecitas).

Cuando miraban para el techo abovedado veían más de aquellos dibujitos imposibles, y rayitos de luz se filtraban por pequeños agujeritos creando todo ello una extraña sensación.
Los que andaban como Dios manda se quedaban embelesados recorriendo con la vista todas aquella fantástica DECORACIÓN nunca antes imaginada. Hasta los cojines en los que estaban sentados se empapaban de aquellos fantásticos motivos.
Que relax, que placer, que belleza...

Al cabo de un rato les avisaron: los que mandaban en los que hacían filigranas estaban fuera, prestos a recibirles para negociar.
Dejaban entonces con cierta pena toda aquella fantasía y se preparaban para lo que habían venido. Les costaba desprenderse de tanta armonía, pero debían hacer el esfuerzo. ¡Para negociar con el enemigo hay que mostrarse fuerte y decidido!.

Se levantaron y se dirigieron a la puerta de la estancia. Estaban todavía con esos pensamientos cuando un sol cegador les obligó a ponerse las manos en la cara, e intentaron malamente vislumbrar lo que tenían delante.
Era una silueta de un hombre enmarcado por un sol cegador. Era Dios en persona!!".

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Pues no, no era Dios (siento desilusionar).
Era una jodida instalación árabe en toda regla, calculada minuciosamente para apabullar a los pobres cristianitos. Mucho más elaborada que las que se montaban en las toscas iglesias románicas (sin menospreciar, faltaría más).
La cultura árabe es una cultura que realmente desconozco, pero no hace falta exprimirse mucho la cabeza para ver que "se salían" en casi todos los campos.

Si Dios fuese listo se habría decantado por los árabes, dándoles la fuerza necesaria para que arrasaran con todo cuanto cristiano ignorante (casi todos) se les cruzara por el camino (tristemente me tendría que incluir en el paquete).

Allí si que estaban mezcladas las cosas. Quiero suponer que a ningún árabe se le hubiera ocurrido pensar que tanta filigrana fuera meramente sensorial (que lo era, y mucho).

Con sincero afecto.
xx

Anxo Varela dijo...

Muy bueno. No sabes las ganas que tengo de ir por Andalucía a ver esas filigranas, o si todavía queda alguna en pie, ir a ver alguna de las increíbles Madrasas y Mezquitas de la zona de la antigua Mesopotamia. Hay una película, que supongo que habréis visto, "Las Mil y Una Noches" de Pasolini, en la que salen unas arquitecturas islámicas para alucinar.

¡Malditos cristianos, destructores del Pastafarismo!

Salutationem