sábado, 3 de noviembre de 2007

Arte con mayúsculas: matar de hambre un perrito

En varios lugares encuentro una referencia a un tipo que ató un perrito callejero en una sala de exposiciones y lo dejó morir de hambre y de sed. Jo, todo un genio. Ya puestos, podría haber atado a un niño callejero, o pegarse él mismo un tiro y dejar programada la venta de sus despojos. De hecho, lo segundo hasta me parecería bien: un psicópata menos.

Lo curioso es que el respeto por estos caraduras y el tipo de "arte" que hacen llega tan lejos que anula en la mayor parte de la gente el impulso de simplemente llamar a la policía o hacer cualquier cosa normal, propia de los seres humanos normales, con sentimientos y esas cosas.

En este caso ni siquiera la evidente psicopatía de este tiparraco -su definición científica es hijo de puta- ha hecho que nadie rompiese las reglas del juego que suelen aceptar los que visitan las galerías de arte moderno. Será que los asiduos de ciertas galerías de arte contemporáneo son igualmente psicópatas, gentuza sin sentimientos, con la sensibilidad y la sinceridad anuladas.

Lo peor de todo es que este subnormal se estará riendo al ver que su fama aumenta cada vez que alguien comenta su brutalidad. Pensará que al escandalizamos por su maldad, por su psicopatía, por su superficialidad inhumana, está sufriendo la misma incomprensión de los vanguardistas en los principios del siglo XX, y su ego se inflará todavía más.

Es curioso el efecto de haber leído tres cositas sobre la vanguardia, y que le den dos palmaditas en la espalda para alguna gente con pocas luces y mucho afán de protagonismo.

Lo peor de todo, es que este tipo de reacción, de alegría frente al pesar producido por sus hechos, es típica en los psicópatas. Si consideramos este tipo de actos como arte, ¿por qué no considerar a los asesinos en serie también como artistas? Joder, qué cobardes son nuestras galerías de arte, ¡deberían meter en nómina a los psicho-killers! Qué puede ser más impactante como "obra de arte" que una sala llena de vísceras de sus víctimas. Y mejor todavía, que las víctimas fuesen personas aleatoriamente elegidas entre los visitantes. Veo un futuro de arte total, en el que las grandes megagalerías de arte contraten a asesinos psicópatas, violadores, pedófilos, y por qué no: a terroristas, incluso a los alegres chicos de Blackwater, la agencia que masacra en Iraq por encargo del gobierno norteamericano. Si es que nuestras actuales galerías son demasiado tibias... matar perritos, ¡qué poco! Es más artística la masacre de seres humanos indefensos. Los niños, por ejemplo, las mujeres... mucho más genial y artístico, sin duda.

Y a ver qué nos dicen nuestros admiradores de mierda enlatada. ¿Es arte matar perros de inanición en una galería? ¿Es normal ver eso como público y quedarse tan pancho?

Sólo me viene una expresión a la mente: hijos de puta. Hay que decirlo más.

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Por cierto, hay una página para recoger firmas contra este individuo, para que no le regalen su presencia en una de tantas bienales de arte moderno. Yo ya firmé, por supuesto, no quiero ni pensar que se pueda relacionar la actividad de este sujeto con lo que yo practico.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Y en el Guggenheim, otro “bruto”, Clemente Bernard, pretendía exponer las radiografías del cráneo de Miguel Ángel Blanco… a lo mejor, es que los agujeros de bala estaban situados en la sección dorada de la fotografía… Para agujeros en la cabeza, los agujeros negros que tienen estos supuestos “artistas” en vez de cerebro.

Yo discrepo contigo, Anxo, no es psicopatía, es básicamente, la falta de capacidad creativa.

El “arte” basado exclusivamente en la provocación, tiene dos constantes: es facilón y cobarde, y esto ya se repite hasta el aburrimiento. No hay nada más fácil que contar un chiste de tetas y culos en un colegio de primaria… jijiji, jijiji… ¿Ya eres un Groucho Marx, un Woody Allen…? Y no hay nada más cobarde que meterse con aquellos que no se van a defender... matar a un perro de hambre, los difuntos de gente pacífica, la Iglesia… Joder, artista valiente y original, métete con la ultraderecha, con integristas islámicos, con los latinkings, con eta o con la mafia, y después hincha el pecho, y si no te lo parten, diremos… ¡Vaya! ¡Un artista original! Pero si no, ¡vete a esparragar por ahí!

Yo, que no sé hacer la o con un canuto, si quisiera escandalizar: en una iglesia subiría a un tío (posiblemente uno de estos “artitas” facilones y cobardes) al altar, lo pondría con el culo en pompa, le metería un crucifijo por el ano, y titularía la obra “o monte do gozo”. Haces una foto gigante, la pones en la plaza del obradoiro un festivo y llamas a la prensa y… ¡Qué original soy! ¡Soy el Dalí del siglo XXI!... En fin, patético.

Pero en todos estos engranajes, para que funcionen, hay tres piezas cómplices, igual de simplonas y cobardes: Los “artistas” que las perpetran; los “proxenetas” que las promueven y que se benefician de ellas; y los bobos que las consumen.

Que queréis que os diga, a lo mejor el simple soy yo, y por eso prefiero ir a la exposición de Pablo Gargallo, a la de Picasso o a la de Mitoraj…

Anxo Varela dijo...

Tienes razón, pero como dice el refrán, "lo cortés no quita lo valiente", que en este caso sería "lo mediocre no quita lo psicópata". No hay excusas para la tolerancia del sufrimiento ajeno. Responde a una mente enferma, en la que falta algo tan básico como la compasión o si se prefiere otra palabra, la empatía.

Desde el punto de vista humano o de la personalidad es un psicópata o en castellano corriente, un hijo de puta. Y lo mismo los dueños de la galería y el público asistente. Hay gente que le aplaude, pero todos sabemos a estas alturas qué tipo de gente son.

Anónimo dijo...

Ya sabes que en realidad no discrepo contigo. Quizás "El silencio de los corderos" me ha hecho "idealizar" a los psicópatas y a los hijos de puta... pero un nanoexcremento que se dedica a matar perritos para que le llamen hijo de puta y lo comparen con Hannibal Lecter... se merece que lo ninguneen (y que le hagan lo mismo que al perrito, claro).
Hasta para ser hijo de puta hay que tener talento.

Anxo Varela dijo...

xDDDDD

Anónimo dijo...

Hola compi, acabó de leer tu blog y me parece muy interesante. Puedes encontrarme en el que acabo de crear recientemente: http://fallenidol.wordpress.com/

¡¡Saludos!!

Dña.Manolita dijo...

Sin comentarios...

http://espaciodedonyamanolita.blogspot.com/2007/06/galgos-si-hijos-de-puta-no.html

Dña.Manolita dijo...

Gracias por la información y los enlaces.
Saludos desde Playa de Aro

http://espaciodedonyamanolita.blogspot.com/2007/11/el-pattico-costarricense-guillermo.html

Anónimo dijo...

Anxo tienes razón en todo, pero por favor cúrrate un poco más los títulos

Anónimo dijo...

Ah, mucho mejor ahora :)

Anónimo dijo...

Impresionante. ¿Eso no debería ser denunciado como crueldad a los animales? ¿Y los imbéciles/hijos de puta/descerebrados que lo miraban no serían cómplices? No me deja de sorprender que gente supuestamente civilizada y culta haga semejantes bestialidades. Por cierto Anxova, totalmente de acuerdo con tu reflexión al respecto.