viernes, 25 de abril de 2008

Carmen al desnudo

Lo siento, en esta ocasión no se trata de imágenes de mi mujer en porretas.

Se trata de una entrevista en Localia a raíz de su exposición en el Zucre. En estos vídeos tenemos la ocasión de que nos cuente ella misma cómo fue el proceso que le llevó a hacer esa exposición, con su juego incluido, en qué consiste Pintura en Acción y cuál es su manera de entender la pintura y el arte.

Creo que, bromas aparte, y no porque Carmen Martín sea mi mujer, sino porque es quizá una de las artistas más interesantes y trabajadoras que tenemos en Galicia, vale la pena escucharla.

Estos son los vídeos:

Primera parte:


Segunda parte:

26 comentarios:

mariano dijo...

Muy bueno el reportaje y la entrevista...
Tiene gracia lo del presentador, que conecta con el café desde el plató, y sale él mismo en el Zucre.

Anónimo dijo...

Uf!
Cuantas cosas y cuantas emociones!
Soy el Sr. XX, ese individuo tan amado/odiado por usted (espero que, al menos, sea a partes iguales).

Este post, no es el primero, se lo dedica a su mujer. Da pie usted, igual sin darse cuenta, a las comparaciones, que son siempre odiosas.


Decirle varias cosas.
La primera es subrayar la valentía de su mujer Carmen por el simple (!!) hecho de pintar en público, in situ. Eso, ya de por si, es algo que tiene valor por si mismo. Cuando se pinta mientras pasa gente es verdad que tienes que escuchar de todo. Pero no deja de ser uno mismo como un libro abierto, en el que la gente puede ver en directo tus dudas, tus decisiones, tus miedos y tus tiempos. Es una mezcla de valentía y de generosidad.

Despues comentarle que tuve ahora la oportunidad de contemplar piezas suyas que no conocía.
Técnicamente tengo que reconocer que está usted sobrado. Hay algunos cuadros realmente preciosos.
Pero sigo sin ver lo que quiere decir con todos ellos. Se me escapa el sentido último (aunque sea fugaz) de estas pinturas. Sinceramente, no se lo encuentro.
Como usted podrá ya saber de sobra, no comulgo con multitud de planteamientos artísiticos que usted plantea. Eso no me priva de poder saborear y degustar las piezas que usted hace. Pero tengo que reconocer que no consigo encontrar ese "leit motiv" (podríamos llamarlo), el sentido de todo esto.

Con su mujer Carmen mi experiencia es bien diferente. Hace ya multitud de años vi grabados suyos en el Ateneo. Aluciné!!! Maravillosos.
Su pintura se me escapa. No me dice gran cosa. Pero el simple hecho de enmarcarlas en esa especie de performance "pintura en acción" hacen que cobra otro sentido. Ella misma lo dice, con otras palabras, creo: "a veces es mejor el proceso de hacerlo en directo que la propia obra". En su caso es verdad. Con lo que me quedo de todo lo que está haciendo no es con tal paisaje o con tal retrato (repito, no me dicen gran cosa), sino que me quedo con las ganas de transmitir que tiene, con esa fuerza más allá que la pintura, que deja el resultado en un segundo plano (sin quitarle mérito al resultado, claro está).
Disfruta pintando y se nota. Es lo mínimo que le pido a cualquier pintor. Con eso a mi me vale.

Su caso creo es diferente. Usted es casi un virtuoso. Sabe la técnica y se nota un duro trabajo detrás, no es gratuita (me consta). Sus pinturas, en principio, son "mejores" que las de su mujer. Pero las de su mujer están vivas. Las suyas no.






No deja de ser una apreciación personal, todo lo equivocada que usted considere. Pero asi lo creo, así lo siento. Realmente me gustaría saber: realmente, por que pinta? Que persigue? Qué quiere decir al público? Qué quiere decir a si mismo, a través de la pintura?.

Atentamente
Sr.xx

Anónimo dijo...

carrera de Alonso, final de Nadal, y gresca en lerias varias, este fin de semana promete... :D

Anxo Varela dijo...

Está claro que "nunca chove a gusto de todos".

¡Pobre del artista que no sepa que va a ser juzgado y muchas veces de manera errónea o injusta! Ambos sabemos que es así, y si no lo supiéramos no nos expondríamos al mundo al enseñar nuestra obra o nuestras opiniones en Internet, dando la cara, y no como anónimos. De todos modos no sé si nos estás halagando o poniendo a caldo, creo que más bien lo último, porque básicamente a Carmen le dices que lo único que vale es el proceso, y a mí que pinto a lo loco y mi pintura está muerta. Pues gracias.

Respecto a lo que yo quiero decir con mi obra, te diré que mi trabajo no es ese, no soy crítico de arte de mí mismo. Ni pienso serlo jamás, no comulgo con esa manía de buscar literatura en las artes plásticas. Lo que tú -aparentemente- aprecias en arte me recuerda a la típica escena de los chavales de la ESO que cuando les mandan comentar una exposición la recorren, grabadora en mano, leyendo los cartelitos sin siquiera mirar los cuadros. "Goya, siglo equisuveiii, aguafuerte, los desastres de la guerra. Siguiente..."

Creo que la pintura, básicamente, te gusta o no te gusta. Aparte está el show que cada uno monta. Si tú te quedas con el show, enhorabuena, pero creo que con la pintura no se trata exactamente de eso. Respecto a las valoraciones técnicas, desconozco tus criterios, o si tienes criterio, pero en cuestión de esfuerzos, oficio, y otras valoraciones que haces, estás bastante confundido.

Recuerdo la rabia e impotencia que sentíamos al oír a gente tan sensible como un ladrillo, profesores de Bellas Artes en Pontevedra, hablarnos de cosas como la "unidad" o el "leitmotiv" de las "piezas". Esto lo veían en un algo tan soso y repetitivo -mediocre es la palabra que buscaba- como lo de Gilbert&George, por añadidura de lo más feo y hortera que he tenido el disgusto de ver. Y se lo negaban a pintores que siguen estando vivos y tienen una obra tan extensa y variada como Antonio López, o sin salir de Galicia, Rafael Úbeda. Sí, has leído bien.

Pues lo siento, prefiero parecerme a la gente que nunca ha tenido un "proyecto personal", incluso a los que pintaban por encargo ¡quién me diera vivir en el siglo XVII!

Yo soy pintor, y hablo desde esa perspectiva. Comprendo que a alguna gente le sorprenda o no entienda eso.

Que haya gente que busca marañas estrambóticas del ego reprimido o razones místicas en un redondo culo pintado sobre un lienzo, pues me da un poco igual. A veces me hace gracia, cuando esa es la razón de que me compren un cuadro, y a veces me jode, cuando me critican porque me falta misticismo. Pero no me preocupa mucho, rodeando a los de mi profesión abundan los críticos vocacionales, y uno aprende a aguantar desde al señor que te dice "tengo un hijo que también pinta" hasta al que va de intelectual y pregunta las fuentes de mi inspiración o el sentido último de toda mi obra.

Pinto, básicamente, lo que me da la gana, como me da la gana. Y tengo la suerte de que lo que pinto gusta. Y a mi mujer le pasa otro tanto de lo mismo. No entiendo por qué alguna gente se empeña en enrevesar y retorcer algo tan sencillo.

Anónimo dijo...

Buenas tardes noches.

Tengo que confesar que quizás fui un poco brusco en mi comentario anterior. De todas formas no hacía falta que se pusiera a la defensiva, que no le estaba atacando. Muchísimo menos el supuesto "ataque" era a nivel personal.

Dicho esto se pregunta usted por mi supuesto criterio artísitico. Y me situa como un "crítico vocacional".
En cuanto al criterio tengo el mío, como usted tiene el suyo. Tan válido uno como otro, creo.

Y ya que me coloca como "crítico vocacional" tendré que ajustarme al rol. Sabe, ya lo ha dicho usted, que si coloca en un blog sus trabajos, son susceptibles de comentarios, aunque sean de críticos ocasionales como yo.

De todas formas, aunque de mala gana y a la defensiva, ya me ha respondido. Pinta lo que le da la gana y el único criterio es que le gusta hacerlo. Perfecto.
Pero tiene usted que saber, lo sabe, que en el momento que usted muestra su trabajo en una exposición se está usted exponiendo a si mismo, le guste o no. Puede usted eludir el hecho diciendo que pinta porque le da la gana y como le da la gana, pero es ya sintomático que la exposición sea de culos y no de pollas (tan válido un tema como el otro). Usted está diciendo al que ve esa exposición: "A mi me gustan los culos".
Perfecto.
Estoy viendo a un artista que le gusta pinta culos.
Primer análisis superficial que todo el mundo se hará.

Pero una exposición en la que el motivo sea ese se me queda corta. Lo siento, a una persona que se dedique a pintar y que al exponer sea ese el planteamiento/motivo/leit motiv (chámalle x) de toda la exposición se me queda en un capricho/ocurrencia de artista. Capricho que, dicho de paso, es algo que usted odia en multitud de artistas.

Entonces debe de ser otra cosa.

Podrían ser paisajes, bodegones, retratos, marinas, fotografías de verduras, cuadros con puntos y líneas, etc... pero no: son solo culos!
Perfecto.
El artista pone en una exposición culos, diciéndome que es un tema como cualquier otro. Perfecto.
Pero no son culos de hombre, ni de viejos/as, ni de niños/as. Son de mujer. Son de la misma mujer? Si? No? No lo se. El artista no me da más pistas.
Como se titulaba la expo? A ver si me da mas pistas el artista. Se titulaba, creo: "cús!". No me da más pistas. No se trata de un solo culo, sino de multitud de culos de unas cuantas mujeres, supono.
Perfecto.

Pero voy a ver los culos y veo una serie que de verdad me gusta y me emociona (que estaba su pintura muerta era, ya se puede imaginar, una pequeña provocación, que veo que si que le provoca). Una serie de formato cuadrado de unos culos en primer plano. Unos culos que están destapados (se ven sábana alrededor), que me transportan rápidamente a esa escena de amantes que sale en las películas. Cuando los amantes están jugando y el amante separa las sábanas para poder verle el culo a su amada. Y ella hace como si le molestara, y el juego está servido...
Es una serie de lo mas erótica. Parece, a primera vista, que es el culo de la misma mujer. Un culo que se podría denominar "decimonónico", de cuando las mujeres tenían que tener curvas para que todo el mundo las identificara como mujeres (estética tan alejada, desgraciadamente, de la actual). Es el culo de una mujer "de verdad" exhuberante. Solo por el culo nos imaginamos el resto del cuerpo, y nos pone a cien solo con fantasearlo. Encima el artista pinta esos culos de una manera física, carnal. No son culos pintados con acuarela, de una manera liviana. NO. Son culos en los que podemos recrearnos en cada pincelada, dándonos la oportunidad de modelar el culo a la par que lo hace el artista.
Más que perfecto: sublime!! (y, le comento, no van estos comentarios ni con segundas ni con terceras. Es lo que, desde mi anonimato, pienso y siento).
Hasta aqui todo bien. Me iría de la exposición con esa mujer anónima en la cabeza y en el corazón. Fantasearía con ella todo el día, toda la semana, y es posible que de noche, antes de acostarme, la imagen de ese culo y de esa mujer regresara a mi mente y me produjeran placenteros e íntimos momentos deliciosos, tanto carnales como espirituales. Incluso sensaciones místicas que su ausencia tanto parece que le reprochan.
Más que sublime... completo! se mire por donde se mire (sigo, Don Anxova, sin segundas).


Pero de repente me doy cuenta de que el artista quiere subrayar el hecho de que el culo que acabo de ver está pintado por él. Por su mano. El artista tiene que aparecer para quitarle toda a la magia al momento. !Y yo que pensaba que ese culo, esa mujer, era solo para mi!
Compruebo varias cosas que me desagradan. Primero que esa mujer con la que fantaseaba es una modelo, al modo de cualquier sesión de pintura. Está ya totalmente desnuda, sin esa sábana que ocultaba el encanto.
Soy entonces yo el pintor? O es la visión del artista pintándola? (otra vez entrometiéndose el artista). O, lo que es peor: será una modelo posando y la estamos pintando unos cuantos artistas/aprendices de artistas?
En fin...mi gozo en un pozo...
Hasta aparece un caballete en un segundo plano... estoy en una sesión de pintura. Eso me transporta a la tradición pictórica del pintor y su modelo (tantas veces tratada).
Hasta se permite colocar un dibujo a modo de boceto de un cuadro!!
A qué venia entonces aquella bendita y sugerente provocación? El artista me lleva ya a su terreno.
Los mismos cuadros de culos que antes me fascinaban (los de la sábana) se presentan ante mi como una simple exhibición del artista de lo bien que pintados que están. Una superficial demostración de virtuosismo.
Se me reaparecen como un capricho del artista. A él le da la gana de pintar los culos y los pinta y se acabó. Perfecto (este "perfecto" si que va con segundas).

Un pena.



Ahora si que puede llamarme, con todas las de la ley, un "crítico ocasional".

Con cariño.
Sr. xx

Unknown dijo...

Sr. xx. Te pasas un poquito.
No se pueden decir así las cosas, aunque se piensen.
Ten en cuanta que cualquier creador, del tipo que sea, pasa muchas horas de su vida trabajando en lo suyo, y que venga alguien, que encima firma como anónimo, le diga todas esas cosas, no es plato de buen gusto.
De todas formas decir que en tu segundo comentario hay unos cuantos aspectos que no me parecen del todo desafortunados.
Pero, insisto, eres un poquito bruto. Espero no me malinterpretes.

Anónimo dijo...

Un último apunte por eso del anonimato.
Ya le comenté, Sr. Anxova, que mi anonimato era transitorio. Me prometí a mi mismo que antes de fin de año me podría ver la cara en directo. De usted (y en cierta forma de mi tambien) depende que me la rompa o no.

De todas formas me sorprende en lo que molestan las opiniones que se puedan hacer desde el anonimato. Creo que el hecho de que las opiniones salgan desde un anónimo no implica que no sean válidas, al menos tan válidas como las de alguien que firme con su nombre. Las opiniones, sobre lo que sea tienen siempre vida propia. Con la obras de arte pasa lo mismo.

Reconozco que como mínimo debe mosquear el hecho de no poder ponerle la cara a los comentarios. Aunque solo sea para tener la posibilidad de rompérsela (espero no sea ese su caso).

Un saludo y buenas noches
Sr. xx

Anónimo dijo...

Supongo que para distinguir las críticas constructivas de las destructivas no hay un punto de vista más nítido que el del propio criticado...

... no obstante, Anxo, a mí me parece que aparte de sarcasmo hay cierta sinceridad en la crítica del anónimo XX. Hemos de tener en cuenta que las EXPECTATIVAS del artista y las del espectador a menudo no coinciden -(sobre todo cuando las del artista son del tipo "pinto lo que me da la gana y como me da la gana" :)

Es como lo de los músicos de free jazz; puedo creerme que son los que más febrilmente disfrutan, pero a mí como ESPECTADOR no me vale su disfrute sino el mío, y para eso prefiero que toquen un standard, o algo que en mi mente tenga alguna especie de sentido o rastro de significado...

El dibujar y pintar (sobre todo del natural), son actividades tan absorbentes y estimulantes en sí mismas que a veces los que pintamos y dibujamos nos damos por satisfechos con reflejar expresivamente un escenario o personaje ... y no consideramos que para muchos espectadores la expectativa de diversión está en poder relacionar a esos personajes y escenarios con algún tipo de trama o narración.

Por ejemplo a tí te gusta Paula Rego, y es posible que te guste por cómo son formalmente sus cuadros, y que sus narraciones o significados más o menos enigmáticos te la soplen. Pero el fenómeno general -(Paula Rego gusta!!)- para mucha gente se produce justo al revés...

Además, tú mismo en tu blog demuestras ser intelectualmente más exigente como espectador que como artista, por eso XX te zumba!!

Anxo Varela dijo...

Yo lo que veo es que en pintura, como en música, o cine... es decir, como en las artes en general, cuando más sutilmente y con más asombrosa exactitud se acierta con lo que el artista sintió es cuando uno "se deja llevar", no cuando se analiza todo con puntos y comas.

En el caso de xx, con esta narración que hace, veo que acertó mucho tanto con lo que yo sentí como con lo que quería hacer sentir, en eso me siento -valga la redundancia- satisfecho. Pero cuando dice que ahí está el artista queriendo demostrar virtuosismo, se equivoca. Es decir: no se equivoca cuando siente, sino cuando pasado el momento de sentir empieza a racionalizar, a buscar tres pies al gato. La pintura, al menos yo lo veo así, es para sentirla, no para analizarla.

Está claro que cuando digo "pinto lo que quiero y como quiero" la verdad no es tan simple. Pero no porque lo que digo sea mentira, sino porque posee varias capas de significado. En realidad nada es casual. Decía Rafael Úbeda en sus clases que el pintor toma miles de decisiones en cada cuadro. Y no sólo con los cuadros. Nada es casual, pero si la obra funciona, el espectador no necesita conocer al dedillo todos y cada uno de los matices que le han llevado al pintor a hacer las cosas de una determinada manera. Se trata, simplemente, de sentir, de dejarse llevar. Y si un artista te gusta, hay como una complicidad, una especie de enamoramiento, que como el amor o el deseo, no son explicables de forma sensata. Ni siquiera cuando ya sepamos absolutamente todo de la química del enamoramiento gracias a la ciencia, dejaremos de sentir que nuestra persona amada es especial, diferente al resto del mundo.

Hoy tendemos a restar belleza a todo a base de reducirlo a datos computables. La pintura, como la música, el cine, ayuda a paliar e incluso a invertir esa tendencia.

Sé que es así. Se me puede llamar iluminado, pero en mi vida de artista veo con mucha frecuencia que el arte llega a alguna gente y de verdad transmite sensaciones y sentimientos. Recuerdo una vez que Juan Pablo Etcheverry, hizo una película en la que un galgo de plastilina -dog-interface se llama el corto- mostraba su carne muerta con un chip que lo animaba. Le dije: "joder, es increíble, cómo consigues que la plastilina llegue a dar grima, asco". Y él, radiante, me respondió "¡Bien! ¡Eso es justo lo que quería conseguir!"

Lamento que xx se escude en el anonimato, porque como dijo Doctor ha sido bastante bruto, y si tuviera "ojos y cara" seguro que intentaría hablar con más tacto. Mi modelo favorita, lo sabe cualquiera que me conozca, es mi mujer, y ella es la dueña de esa serie de culos que dice.

Mi mujer no sólo es mi modelo, sino mi compañera, madre de mis hijos y una artista a la que admiro muy profundamente. Evidentemente no a todo el mundo le ha de gustar lo mismo, y me halagan los piropos que me lanza xx, como es lógico. Pero las cuchilladas duelen, y más cuando el que las lanza desde la oscuridad dice conocerte y ser tu amigo. Creo que con mi mujer ha sido bastante desagradable y "bruto".

Mi mujer, para mí y otra mucha gente que la conoce, artistas incluidos, es una fuente de inspiración. Su fuerza, su voluntad y decisión, en una palabra, su valentía ha hecho que yo, por ejemplo, no haya abandonado hace años, cuando me asqueaba hasta la depresión el entorno de la facultad de Pontevedra.

Carmen es emprendedora por naturaleza, una persona con ideas descabelladas, atrevidas, que además acaban funcionando. Yo siempre he sido mucho más conformista y acomodado, más "racional". Soy más proclive a resentirme que a lanzarme contra el mundo, y sólo el impulso que está vivo en ella me ha hecho atreverme en muchas ocasiones.

Artísticamente Carmen se supera con cada cuadro. Lleva pintado en estos 18 años que hace desde que se decidió a dejar la literatura y meterse en la pintura muchos más cuadros que la mayoría de los artistas conocidos. Su obra es tan abundante que apenas soy capaz de hacer un recuento fiable. Ha tocado todos los temas y todas las técnicas, y siempre sin miedo, sin preocuparse de las críticas favorables o desfavorables, no porque no le afecten unas y otras, sino porque tiene muy claro lo que ha de hacer, y las acaba superando. Tiene una capacidad, una inteligencia para el color y la línea, para construir mundos y hacer que las obras sean redondas a pesar de la mucha experimentación, que yo me siento como un imbécil con mis desnuditos, siempre pintados con acrílico.

Está claro que no todos sus cuadros -ni los de nadie- son igual de perfectos. Pero ella es simplemente una fuerza de la naturaleza, y no me siento capaz de juzgarla. El conocimiento que ella tiene de su profesión, gracias al rodaje intenso y largo que tiene, es muy superior al mío. Ella ve la pintura desde otra perspectiva, mucho más amplia. Ha llegado muy arriba, aunque todavía no la han "descubierto", aunque mucha gente la considera joven y por ello inexperta. Es irónico, porque la gente que la juzga como novata muchas veces la dobla en edad, pero no posee ni la mitad de horas de vuelo pintando.

Pero además, es que realmente me gusta lo que hace. Envidio muchos de sus cuadros. Tenemos una especie de código, aunque con sus fallos. Cuando pinta algo que no me gusta mucho, no suelo decirle nada, o casi nada. Y cuando me gusta mucho, siempre me maravilla tanto que no puedo reprimir mis elogios. En muchos casos -y es entonces cuando ella sabe que me gustó mucho- le digo que me hubiera gustado pintar a mí ese cuadro.

Con la última serie de retratos, que hizo en el instituto Terra de Trasancos, y que he visto pintar en directo, a su lado, con modelos que prácticamente ni posaban, pues estaban trabajando, he asistido a algo muy especial. Son cuadros pintados en apenas una o dos horas cada uno, en tabla, y en los que no sólo logró un parecido notable -lo único que valora mucha gente- sino que consiguió dar a cada uno una atmósfera particular, acorde con la personalidad del retratado. En poquísimo tiempo, sin conocer casi a la gente -yo los conocía más a casi todos- y logrando al mismo tiempo una unidad entre todos los retratos increíble, más aún porque todos tienen un encuadre y una dominante de color diferente.

A mí me alucina, como espectador y como pintor. Mucho. Me duele que no se la reconozca más, que una actitud tan puramente artística ante la vida como la que Carmen tiene, no sea valorada en lo que vale. Si hay una persona despreocupada del mundo del artisteo es ella. Sé que si Carmen pudiese pintar sin preocuparse de lo cotidiano aún trabajaría más, y podría hacer cosas mayores, podría hacer realidad esas cosas descabelladas pero increíbles que guarda en su cabeza. Por eso me duele que no se la entienda. Por eso y porque la quiero. Pero más me duele que le digan las cosas a lo bruto, porque aunque luego lo supera, es sensible como todo hijo de vecino, y como bien dice Brasas, "para distinguir las críticas constructivas de las destructivas no hay un punto de vista más nítido que el del propio criticado".

Bueno, me acostaré, que es bastante tarde y mañana toca madrugar. Saludos a toda la pandilla.

mariano dijo...

Quería hacer un comentario al hilo del del señor XX:
Dices en tu intervención (y explicas bastante exhaustivamente), todo lo que la serie de cuadros pequeños de "cús" te hizo sentir. Está claro que algo te transmitieron, y en ese afán de búsqueda de a belleza que rige (creo) la forma de entender el arte de Anxo, parece que esta búsqueda llegó a buen puerto incluso contigo, que me temo que llegas a la obra de Anxo con cierta tendencia crítica y negativa, quizá porque además de sus obras conoces sus opiniones y éstas no te gustan tanto.
Aún así, sus cuadros te hicieron superar esa negatividad inicial y te transmitieron cosas.
Pero,en un segundo momento, en el que intentas INTELCTUALIZAR, que no sentir, la obra,te decepciona el hecho de que hayan sido dibujos hechos a una modelo y no auténticos retratos del culo de una amante en plena faena amorosa...
Y digo yo...¿qué importa el CÓMO para un espectador?..¿acaso en una película no hay trucos, no hay decorados?.. Cuando en el cine ves llorar a alguien, lo está simulando, o cuando decapitan a alguien, o ledisparan, es un truco.
No entiendo ese afán virginal repentino por juzgar a una obra pictórica por si ilustra fielmente un momento espontáneo o sólo simula hacerlo.
Esa pasión carnal (y no sólo carnal) que transmiten los culos de Anxo no es fruto del virtuosismo, ni mucho menos (no me parecen hechos ni siquiera con intención de ESTAR BIEN ACABADOS), sino de la pasión con la que se entiende y se practica un oficio, que no implica que el autor tenga que pintar esos cuadros en estado de erección ni despúes de realizar el acto sexual.
Hay en tus comentarios y en tu percepción del arte una ironía malsana que te impide disfrutar lo que a lo mejor el cuarpo te pide disfrutar sin los frenos de un intelecto mal entendido.
Se nota cuando dices "uf!cuantas cosas y cuantas emociones", refiriéndote a la entrevista de Carmen.
Dicen que la ironía es el humor de los tristes, y en este caso parece una decripción acertada, porque creo que tú, aónimo, sincéramente, eres uno de esos espectadores que se autocondenan a no querer sentir, a no disfrutar del arte y de la vida, con los sentidos...
Si los cuadros de Anxo te han hecho sentir algo, ya está, hombre, no sigas buscando el fallo, no busques en tu cerebro las preguntas y respuestas de las que se rodea el arte conceptual. No todo es válido con el mismo rasero.
Conozco bien la obra de Anxo,y es una obra que invita a ser disfutada, ya está, o aceptas la invitación, o si no la aceptas, no busques juzgarla con los parámetros del "cómo, cuado, porqué?...". Esto es otra cosa.
Yo personalmente te invito a disfrutarla con el lado derecho del cerebro, olvidndo las recetas que te han contado que sirven para entender el arte.
Creeme, todo eso era una mentira.
Verás como tu vida mejorará.
Y te aseguro que yo SÍ te hablo sin atisbo de ironía.

Carmen Martin dijo...

Mientras que tú hablas de lo que no puedes sentir, yo seguiré pintando.

Carmen Martin dijo...

Otra cosita, anónimo!

Cuando defiendes el valor de las opiniones venidas desde el anonimato creo que estás muy equivocado.

Todos tenemos opiniones y todas tienen vida propia, es verdad, pero no todas nos importan igual. Te pondré un ejemplo:

Si tú fueras quien creo que eres, tus insultos serían para mí como halagos, incluso hasta me reforzarían.

En cambio, si fueras alguien a quien considero y admiro, tu opinión brusca pero tan clara me importaría muchísimo y tal vez me pondría a llorar.

Después lo superaría.

Es que en el fondo, los elogios en pintura están muy bien porque la gente te paga... pero yo ya estoy acostumbrándome a que incluso los que pagan, los que premian, los que halagan, tardan en sentir lo que uno quiere que sientan.

Ya digo, me empieza a dar igual, porque creo que pintaría igualmente. Aunque a nadie le gustase lo que hago, pintaría, pintaría, pintaría...

Anónimo dijo...

Hola de nuevo.

Veo que mis comentarios han herido susceptibilidades. Seguramente más por el tono que por lo que digo. Quizás por ambas cosas.

Se me acusa de intelectualizar mi relación con el arte, y de no saber "dejarme llevar". Y se me acusa de subrayar la viruosidad de sus trabajos.
También se me acusa de que no puedo sentir, "obligando" incluso a Carmen Martín a salir a escena.

También se me acusa de ser un persona triste por contar las cosas con ironía y acidez. Es curioso que este juego dialectico que me traigo sea válido cuando hablo de artistas que están en los libros o en las galerías pero que no valga tanto cuando hablo de la obra del autor de este blog o de la obra de su mujer.
Se me acusa, finalmente, de que hablo de lo que no puedo sentir.

Lo único que hize (si, con ironía y acidez, lo reconozco) fue un recorrido por la exposición que titulaba usted "cús". Y hasta parece que dí en la diana con los sentimientos de usted al pintarla.
Pero en una exposición no es un montón de cuadros que se ven/sienten/disfrutan/analizan individualmente. Un montón de cuadros en un mismo espacio no tienen más remedio que dialogar unos con otros (ya no se si este tipo de lenguaje, "dialogar, analizar", invalida el poder sentirlos. Lo siento, no puedo dejar de ser irónico. Ahora procedería subrayar que soy una persona triste. Otra vez son irónico...lo siento. No lo puedo remediar).
Decirle, para resumir y no andarme con juegos verbales/intelectuales, que la serie de los culos a la que me refería me parecieron bestiales. Y todo lo que dije (con ironía, lo vuelvo a reconocer) es literalmente cierto.
Por eso me jode (con todas las letras: me JODE) profundamente que usted haya metido los otros cuadros.
Es más. Los otros cuadros me parecen igual de bestiales (bestiales= alucinantes, preciosos, evocadores), con los que a mi modesto e irónico juicio se come con patatas fritas a la Rego (Si, Don Anxova, este es un piropo. Regodéese un momento en él, pues es de ley).
Pero no entiendo porqué los mezcla usted con los otros. No me cabe en la cabeza. Y no me vale un: porque asi lo quise yo (eso es evidente), o porque así lo siento yo "dejándome llevar".

La energía que desprenden unos y otros es totalemente diferente (permítame usar el término "energía", pues no se cual usar sin parecer un triste crítico vocacional intelectualizado...mierda...otra vez la dichosa acidez!!).
Lo que plantea, dándose o no cuenta, es dos exposiciones que poco tienen que ver (no, no se complementan en absoluto. Decir que si sería empezar a argumentarlo y es cuando se caería en una crítica intelectualoide, algo así como que se me intentaría convencer de algo que no existe. Se que no lo hará. Creo saberlo al menos...).
Por qué mezcló unos con otros? Es usted el responsable, no otro.

Si los cuadros fueran una castaña le puedo garantizar que ni me molestaría en comentarle nada. De pintores mediocres está lleno el mundo.
Lo que me jode (más de lo que usted pueda creer) es que, a mi juicio/sentimiento/análisis (acidez, acidez!) sea usted lo suficientemente inconsciente para, en lugar de hacer una exposición "redonda" se quede a la puertas.

Si. Ya se que el artista "se deja llevar". Para mí es básico en la "creación". Es la única manera de conseguir arañar algo que, en último extremo, siempre será intangible e inexplicable.
También se que cada cuadro es un mundo en si mismo, que te puede transportar a multitud de mundos, imaginados o no, y a multitud de sensaciones.

Pero una exposición es una instalación (colocación) de unos cuantos objetos (cuadros,esculturas, vídeos, zapatillas o lo que sea) en un espacio (habitación, galería, museo, calle, etc). Y por la misma razón que cada cuadro es un ser vivo (así los veo yo, al menos, con sus fallos y aciertos, con sus colores y frecuencias, con sus imágenes sugerentes o no sugerentes, etc...) estarán al lado de otro ser vivo con el que hablará, con el que se contaminará, con el que tendrá una relación del tipo que sea.
Es tan dificil entender eso? Joder, el mismo Magritte lo tenía presente en cada cuadrito, y con él todo "surrealista" que se preciara!!!

Entonces, repito: porQUÉ coloca todos esos cuadros juntos. El efecto perseguido por usted (esa sensación "embriagadora", llamémosle asi) la destroza por cierta (a mi juicio) incosciencia.
Por, supongo, que pensar algo así como que en cada cuadro ya se ve ese "dejarme llevar". Cuando la realidad es que lo que consigue (y estoy hablando de proyecto expositivo, exposición (o como quiera usted llamarlo sin que parezca por decirlo un analista de bolsa)) es cierto batiburrillo que yo tanto detesto.

Por sus comentarios se desprende que en lugar de analizar lo que un espectador como yo (con toda la carga irónica que sea) le comenta, decide adoptar la postura del ofendido. En lugar de pensar: "igual tiene algo de razón este jodido espectador irónico, voy a ver", usted decide ponerme etiquetas y devolver la ofensa con la indignación propia del artista herido en su ego (en su caso ego profesional).

...................................................
Hasta aqui todo bien.



Pero.. involucrar a su mujer en semejante historieta? Por favor...
Por lo poco que conozco a su mujer (por sus cuadros y por lo que dice en la entrevista, y sobre todo como lo dice) le debe de ser exactamente igual lo que ni yo ni nadie opine sobre su obra.
Es más, de su mujer no hablé para nada. Hablé de sus pinturas, y de lo que me transmiten o no me transmiten.

Y si que imaginaba que la modelo de los cuadros era su mujer. Pero ni me atreví a mencionarlo porque me parecería de muy mal gusto siquiera insinuarlo. Es usted el que me la relaciona. En eso le confieso que me decepciona un poco.




(Podrá comprobar que en todo este apartado dejé la ironía totalmente al margen)
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En fin... este último apartado me deja un bastante mal sabor de boca.
El hecho de que "obligara" a ella a hacer ese comentario me deja sin ganas ni fuerza para seguir comentando/peleando/ironizando con usted y su obra (sería más correcto quizá deir "sentirse obligada").
Siento de verdad que se haya sentido usted tan herido por todo esto.

Prometo no volver a molestarle/postearle más.

Cuídese.
Un saludo
Sr. xx

Unknown dijo...

No hace falta que hagas la lista de los autores.
Acabo de leer el segundo comentario de Camen y acabó de desinflarme por completo.
Lo que dentro de unos meses iban a ser unas risas por parte de TODOS acaba casi en tragedia.
Una pena.

Andres Martinez Varela dijo...

Dejémoslo estar entonces.
Cuando las cosas pasan ya al terreno personal no tienen gracia ninguna.

Decir solo, por último, que respeto enormemente tanto la obra de uno como de otro. Y no solo la obra, sino también lo poco que conozco de su vida.

Dejaré la ironía para otras cosas...

Anxo Varela dijo...

Antes de nada, decirle que mi mujer es suficientemente adulta para decidir por sí misma si postea o no. Ni la he obligado a escribir ni la he hecho sentirse obligada a ello. Es ella misma la que decide qué hace o qué no hace. Yo en eso no me meto.

Por otra parte, aunque agradezco la parte de los piropos, no entiendo a qué se refiere. Evidentemente usted si montase mi exposición lo haría de otra manera, pero yo la monté tal cual estaba.

No sé a qué se refiere con eso de que no es redonda, no sé qué cambios haría usted, no me lo ha dicho, con lo que no puedo de ninguna manera reflexionar sobre ello, pues me faltan sus datos, sus sugerencias.

La ironía no es un juego difícil siendo como somos casi todos por aquí gallegos. Mi propia exposición se titulaba "Cús/Pintura do Cú", lo cual es bastante irónico. Y claramente, en mi folleto y en esta web, y en el folleto de la exposición Pintura ParaNoia de Carmen se explicaba quién es la modelo principal, por lo que no entiendo su pudor repentino.

Yo no comparto la idea de que una exposición es una instalación. En absoluto. Lógicamente intento cuidar los detalles, la colocación de las obras, etc, pero eso es de cajón. No me parece más importante el montaje de la exposición que los cuadros. Es algo que me molesta sobremanera cuando visito salas bastante famosas. Se tiende a dar protagonismo exagerado a lo secundario, lo cual estorba a la percepción de lo importante.

Si le sirve de guía en lo que intento expresar, cuando fui a ver la exposición de Tamara de Lempicka me salté toda la planta baja, con sus fotos, sus paneles explicativos y sus azafatas. Directamente subí a la primera planta, donde estaban las obras.

Más bien, tengo que decirle que la colocación de mis cuadros en la exposición de Noia ha sido motivo de felicitación en general. Es usted, xx, el único que la critica, y me parece bien, pero le agradecería que se explicase algo más, o algo, siquiera, porque no sé a qué se refiere, cuáles son los fallos.

Como es bien sabido, nadie nace aprendido. Quizá si su intención fuese ayudar, y yo pudiese fiarme de usted -como anónimo es bastante difícil que consiga mi confianza- y de que su intención es efectivamente ayudar de buena fe, hasta agradecería sus críticas. Pero debe comprender que es imposible poder tomar en consideración en su justa medida el criterio de un perfecto desconocido que encima critica de manera nebulosa, sin concretar "pues yo pondría esto así, quitaría esto otro..."

Respecto a su pique, por el cual jura no postear nunca más aquí, pues lo veo un poco infantil, porque llevamos meses bregando el uno con el otro como para que ahora nos piquemos de ese modo. Supongo que si no era en plan irónico dejará ahora el blog una temporada... pero volverá, no lo puede evitar... jejejeje

Anxo Varela dijo...

Mientras escribía esta última respuesta a XX, llegó el comentario de Doctor y de Andrés.

No os equivoquéis. Esto es una cosa entre xx y nosotros, y somos todos viejos conocidos. Siento que esta polémica más o menos bronca haya monopolizado la lista de comentarios del post, pero son cosas que no se buscan, van surgiendo.

No entiendo qué invalida el reto de la lista en el segundo comentario de Carmen, del que yo no he puesto ni una coma. Si no he publicado todavía nada de esa lista es sólo porque ando más liado que las serpentinas, y porque el reto es suficientemente interesante para que me lleve su tiempo.

Por mi parte sigo adelante. Además me parece que sería muy buena idea proponérselo a otros bloggers de arte, porque seguro que casi ninguno coincidiría en la mayor parte de los autores (y creo que sobre todo en las dos últimas décadas, ya digo).

Os pido disculpas sinceramente por las salidas de tono en las que hayamos podido incurrir Carmen o yo, pero no intentamos ofender a nadie, sino defender nuestras posturas y lo que hacemos. Yo me tomo muy en serio lo que se dice en este blog, y no puedo negar que hay cosas que me afectan a mí o le afectan a mi mujer, aunque sólo sea un momento. Hay una laaaaaaarga tradición de artistas que nos quejamos de la crítica, aunque sepamos racionalmente que es inevitable y hasta necesaria. Lo que pasa es que a veces la ironía es sólo broma y otras veces viene con mala intención, y en el caso de anónimo xx creo que tiene bastante mala leche, lo cual le ha hecho notar brasas, doctor, y hasta mariano, pues es bastante evidente.

Cuando digo que xx es amado/odiado es porque al 50% dice cosas que me parecen interesantes y otras que me parecen fuera de lugar. Creo que si hablase de vosotros os sentiríais de un modo parecido.

Pero estamos curtidos, y pasado el primer trago tenemos, tanto mi mujer como yo, bastante aguante. Si no fuese así hace tiempo que hubiésemos dejado de intentar vivir del arte.

A Andrés y a Doctor, y a todos los demás, incluido xx, os animo a tomaros una zarzaparrilla virtual, porque afortunadamente en estos lares nunca llegará la sangre al río. El día que los anónimos me molesten de verdad, o os molesten a vosotros, diciendo baboseces para fastidiar solamente, limito los comentarios a los usuarios registrados, o modero comentarios, que tampoco son tantos todavía. En escolar.net acaban de hacerlo, por la abundancia de ruido, ya incontrolable, y no pasa nada.

Pero creo que afortunadamente en este blog, por más que me meta en temas polémicos o llegue polémica a temas inocentes -como en este caso- no necesitaré tomar medidas como esas. Aunque algún usuario a veces (como xx) traspasa a veces la frontera entre la ironía y la falta de respeto, o yo me apasione a veces en exceso, Lérias Várias es fiel a su espíritu: DESBARRES sobre arte. Y en esas estamos.

Un abrazo a todos, y a ver si hoy consigo acostarme temprano.

Anónimo dijo...

aQUÍ creo que surgen dos visiones contrapuestas del arte que es interesante confrontar.
Yo no digo que una sea la buena y otra la mala, aunque una es en la que yo creo y otra en la que no.
El señor xx dice textualmente que "una exposición es una instalación de unos cuantos objetos..cuadros, esculturas, vídeos, zapatos, o LO QUE SEA, en un espacio...".
Está muy clara la percepción de arte como algo totémico que se consagra como tal si el artista así lo decide y si está en el espacio adecuado.
Yo, como artista y como espectador, rechazo el LO QUE SEA como objeto de arte...lo mismo que el cine no es LO QUE SEA que pueda aprecer en una pantalla, o un coche no es LO QUE SEA que Henry Ford, por poner un ejemplo, decida nominar como tal.
Un artista es una persona que se dedica a hacer arte, y no al revés, no se puede decir que arte es todo lo que decida un autodenominado artista.
Aquí creo que están los polos de esta discusión. Uno, con el que yo me identifico, valora el arte por lo que le transmite la obra, y otro valora LA EXPOSICIÓN de las obras como un discurso en sí mismo, sin prestar atención a las obras individualmente, validándolas sólo si se acomodan a un discurso previo a la creación de esas obras.
Yo no digo que esta forma de ver el arte sea menos válida en términos objetivos. Lo único que afirmo son dos cosas:

-que a mí, PERSONALMENTE, me parece de interés nulo, no me aporta ni me interesa nada un arte homologable a una literatura previa, porque entonces lo que es válido es la literatura.

-que este tipo de arte en el que el artista-teórico-gurú decide lo que es arte y lo que no como si fuera un mesías, y en el que el espacio o el concepto determina la naturaleza artística de algo, es hoy, por desgracia, el ÚNICO ARTE que puebla los museos DE ARTE CONTEMPORÁNEO, el ARTE OFICIAL.

Yo tengo a favor del arte en el que creo, que me llena como artista y como espectador, que me aporta cosas que considero necesarias para una vida plena.
En contra del arte en el que no creo no tengo ABSOLUTAMENTE NADA, ni en contra de quienes lo defienden como SU opción, pero sí estoy en contra de que las propuestas artísticas oficiales sean un monólogo y un monopolio de este tipo de artistas, a los que es evidente que la pintura, la buena pintura, les parece un enemigo al que hay que aislar.

mariano dijo...

También quería añadir que en esta bipolaridad de discursos hay como dos características muy marcadas.
Yo veo un discurso muy claro, el de Carmen y el de Anxo (no incluyo el mío, que creo similar, porque igual no es tan claro como a mí me parece, eso no lo tendría que decir yo), un discurso que se ve muy nítidamente dónde quiere ir a parar y qué es lo que quiere decir, que asume también desde que postura hace sus planteamientos,
y OTRO DISCURSO que yo personalmente no entiendo muy bien.
Igual es que soy tonto, pero en toda la amalgama de palabras del señor XX no consigo descifrar exactamente donde quiere ir a parar y qué quiere decir, más allá de desacreditar la opción artítica que no comparte jugando al halago y al insulto a partes iguales, y usando la ironía con ánimo destructivo, y no clarificador ni siquiera de sus propios planteamientos.
Uno puede jugar al despiste lo que quiera con los demás, sobre todo si los demás entramos en este juego (aunque con las cartas boca arriba)- y ya no hablo del anonimato, cosa que a mí no me importa lo más mínimo-, pero no se puede jugar al despiste con uno mismo, y creo que como creador (porque me parece que el señor xx lo es), uno debe saber a donde va o qué quiere, y no mirar con lupa y microscopio si los demás saben a donde van.
A veces la trayectoria errática está en uno mismo...es como el chiste del borracho que dice: ¿qué hace toda esa gente dando vueltas?

Anónimo dijo...

A ver, a ver...
Hay un montón de cosas en la mesa: mi integridad como crítico vocacional, mi falta de sentimientos, mi anonimato, etc..
Luego están los comentarios sobre lo que es una insalación, proyecto expositivo, etc..
SObre lo que es arte y no es arte.
sobre el arte oficial y el otro (cual serà el "otro"), etc, etc, etc...

En fin... Ya no se por donde empezar..

De todo lo expuesto lo que más me interesó es esto último comentado por el Sr. Mariano. Cuando habla (creo que usted, Don Anxova, comentó algo parecido) sobre como se colocan/ instalan las piezas en una exposición.

Dejando al lado los ataques personales y las provocaciones (confieso que me divierten sobremanera, pero solo un rato. Y me dejan de devertir cuando el que escucha/lee se lo toma ya como una ofensa personal), pues eso, dejándolos al margen, expondré MI visión de lo que es arte y de lo que no es arte. Al menos de los aspectos que yo considero importantes en el arte y los que no.

Recuerdo que las Meninas estuvieron colocadas, de manera temporal, en una sala ellas solitas. Al no tener ninguna pieza al lado se podía disfrutar casi de una manera íntima. No había ningún estímulo alrededor que interfiriera.
Incluso habían iluminado el cuadro de otra forma (solo había un cuadro que iluminar. Es por lo tanto, más fácil.
La pintura de las Meninas se puede abordar desde un montón de perspectivas. Te puedes "dejar llevar" por la composición y la manera de estar pintado (conocía a alguien que me decía que la pintó en dos semanas. Y si nos fijamos en la forma de pintarla es muy probable que asi fuera). Eso, ya de por si, genera un montón de sensaciones más que maravillosas.
Se puede también, para mi en un segundo plano, desde un punto más, digamos, ciéntifico o analítico. Desde luego, si las primeras impresiones (sin usar la cabeza) no me transmiten, me interesa bien poco que luego me las expliquen. En eso, creo, coincidimos todos.
En este segundo análisis es cuando se puede destripar (hay miles de libros que lo hacen) hasta casi sus últimas consecuencias.
Análisis formal, ánálisis conceptual, análisis espacial, etc...
Estos tipos de análisis (los del segundo nivel) están mas o menos al alcance de todo el mundo. Todo aquel con un mínimo de tiempo y de curiósidad nos podría seguramente dar lecciones sobre las Meninas. Nos hablaría de los personajes, de como la mitad del cuadro está vacio, del juego barroco del espejo, incluso analizar el porque de la inexistencia del cuadro debido precisamente a todos esos juegos barrocos.
Pero el llamémosle "primer nivel de percepción" (dios mio, con este lenguaje si que parezco un crítico ocasional, jajajaja) se puede tener si tener pajolera idea de todo ese análisis posterior. Este primer contacto con la pintura (que se puede alargar todo lo que queramos o podamos) es el que llena más, al menos a mi. Es cuando salen palabras como las que dijo Antonio López en la peli delante de la reproducción de la sixtina: pero qué bonito, qué bonito, que bonito". Es decir, le faltaban las palabras para expresar lo que esa obra significaba para él.

Creo que, en el caso de las Meninas y de cualquier otra pieza, tanto un análisis como el otro están implícitas en el cuadro. Todas, creo, se superponen, se contagian, se mezclan y se complementan. Incluso en ocasiones se confunden.
Cuando veo como solucionó una mano con dos pinceladas tengo que rendirme ante su manifiesto virtuosismo, ante su oficio más que palpable. Cuando veo el cuadro desde la distancia ni me acuerdo de como estaba pintada la mano, pues ya casi da lo mismo. Está tan perfectamente integrada en el conjunto que fluye todo con una naturalidad apabullante.

Cuando veo las Meninas (cita personal obligada en Madrid, antes incluso que mis parientes) también es inevitable en que vengan a la cabeza todas las versiones y adaptaciones que se hicieron con esa imagen. Desde Las versiones de Picasso hasta el estampado de los cojines que tiene una tía mia en su salón. Todos esos datos están siempre flotando en el ambiente. Desde el famoso sfumato a la lechera de Goya, pasado por Saura, Equipo Crónica y León de Felipe. Incluso el famoso "picotazo" de Mortadelo y Filemón.

Con esto solo quiero decir que yo considero una obra de arte como un ser vivo. La vida se la da el creador de turno. (cuantas obras conocemos que están muertas!, que no tienen vida ninguna!).
Y como ser vivo tiene su propio movimiento interno, su propia energía, su propia presencia. Quizás suene un poco esotérico lo que digo, pero también podrí decirlo hablando de la composición, del color, de los diferentes contrastes, del ritmo, de las pinceladas, de la materia y/o materiales, etc...
La Meninas no dejan de ser el mismo cuadro lo coloquen en una caja, dentro de mi cama o en el museo del Prado. Pero dependiendo de como se instale en un espacio, dependiendo de la iluminación, dependiendo de lo que pongan al lado, cobra sentidos a veces insospechados. Dependiendo de todo eso el cuadro, como es un ser vivo, responde de diferentes maneras.

Imáginese por un momento que en el suelo se ponga una moqueta roja a lo largo de toda la sala. Evidentemente no es el cuadro. De hecho Velázquez seguramente no pensó en qué moqueta se pondría para su cuadro. El tuvo en cuanta otras consideraciones (era para la realeza, era él el pintor de la Corte y tenía que aparecer como tal, etc etc etc... Tuvo, seguro, un montón de decisiones que las estríctamente pictóricas y de oficio.
Por el simple hacho de ponerle esa moqueta roja inmensa delante del cuadro forzarían al que lo ve a fijarse en todas aquellas pinceladas que tuvieran ese color.


En el arte, al menos el llamado contemporáneo, la importancia del espacio expositivo es cada vez mayor. Y no me estoy refiriendo a las instalaciones (prefiero ni mencionarlas en este blog), sino al simple (simple?) instalación de las pieza en un espacio.
Ahora seguramente me dirán que eso no esfunción del artista. Que el artista tiene que hacer la obra y ya se colocará de la mejor manera posible (perdón por contestar por ustedes).
Por esa regla de 3 el artista no tiene por qué saber hacer los óleos. Se venden en la tienda. Pero siempre es interesante que el artista sepa, en un momento dado, hacer los óleos, aunque al final los compre y no utilice los que hace.
También es interesante que un artista sepa tensar un cuadro, del centro a las esquinas, y darle una imprimación. aunque luego para sus obras compre lienzos ya con imprimación.
Y no se trata de que bucee en la química hasta sus últimas consecuencias, ni que sea capaz de hacer fijador de carboncillo siguiendo una fórmula que el propio proceso lleva ya unas cuantas semanas, pudiéndo comprarla industrial. No se trata de esto. Par eso ya hay profesiones que lo harán mil veces mejor que el artista.
Pero es bueno que lo sepa. Aunque solo lo sepa para tenerlo en cuenta.

EL colocar las pieza en un espaio viene a ser la misma historia. He visto a muchos artistas con obra de lo más interesante que no se resisten, en las exposiciones, a colocar más piezas de las que deberían ir. No dejando "respirar" a los cuadros, creando un montaje totalmente afisiante, mezclando cuadros de manera temática atendiendo al capricho más inocente.
Lo único que conseguían es que el mensaje (por mensaje me refiero a todo aquello que los artistas quisieron expresar con sus obras) fuera confuso. Muchas veces, solo aguantando la incontinencia de mostrar obras, y eligiendo las obras justas para el espacio que van a ocupar, se dan cuenta de que incluso ellos ven su trabajo de forma diferente.

Normalmente hay una persona que se encarga de estas cosas. Suele denominarse de varias formas (diseñador de montaje). A la hora de la verdad suele, como todo en la vida de depender del buen o mal gusto de un diseñador de montaje (por muchos conocimientos que pueda tener).

Y me dirán, "esto ya es decoración" (vuelvo a contestar por ustedes). No es exactamente eso, y al mismo tiempo lo es.

Un ejemplo: la propia exposición de Tammara. La organiza Caixa Galicia.
Caixa Galicia es ya famosa por sus montajes que lo único que persiguen es darse bombo y platillo a la entidad.
Si, es verdad que toda entidad financiera que se precie hará exposiciones para darse bombo y platillo, pero se puede hacer bien y se puede hacer mal. Caixa Galicia lo suele hacer fatal. Y se podría comparar con La Caixa, en donde todos estos aspectos de montaje los cuidan hasta el extremo.

En la de Tammara recuerdo que las paredes estaban pintadas de un gris plomizo, y que se colocaban las piezas como por casilllas atendiendo solo a un criterio meramente temporal. El gris plomizo era más enfermizo que plomizo.
Y que decir con la serie de dibujos, colocados encima de un telón con sus curvas y todo (puf!!). Impresentable.
La obra, claro está, sigue siendo igual de buena antes incluso de estar en las cajas de embalaje.

Un caso extremo pasa con Rothko. Él tenía en cuenta muchos de estos aspectos. Nunca tuve oportunidad de ver uno en directo, pero más de un amigo, al verlos en una sala expuestos, me comentaron que nunca les pareció nada fuera de lo normal este autor. Que incluso habían visto alguna pieza suelta en alguna exposición y no les había dicho absolutamente nada. Pero cuando vieron un espacio dedicado totalemtente a su obra, y bien colocada, la sensación era totalmente diferente. Todos los matices cromáticos que su obra tiene salieron a la luz.


No se trata de que el artista tenga que controlar todos estos aspectos en su obra. No va a saber de todo. Pero haría bien en conocerlos. Al menos dejarse aconsejar por alguien que realmente sepa de esto.
Los buenos "montadores" trabajan a la par del artista. El artista, por supuesto, hace su obra, del tipo que sea. Pero en el momento en que salen sus piezas del taller y van a estar en un espacio que ni es su casa ni es el taller, tiene que tener presente que van a ser vistas, admiradas y/o criticadas por el público.
"A mi lo que diga el público me da lo mismo". No se trata de eso. El artista plástico, como el de teatro, como el cineasta, etc.. debería de tene al público presente. Eso no quiere decir para nada en que hay que contentar al público. Ni mucho menos. Solo respetarlo.
Los cuadros los verá la vecina, el padre, la madre, el novio/a, pero también lo verán fontaneros, críticos de arte, banqueros, oficinistas, zapateros, basureros, diseñadores de ropa, profesores de ESO, etc... Si el artista no tiene nada que expresar ni que decir mejor que no exponga. Si el artista no respeta al público es cuando aparecen exposiciones que la gente (el público) no entenderá, y por lo tanto no compartirá.
Incluso cuando es una obra adelantadísima a su tiempo el artista está, a mi juicio, en la obligación moral de acercarla al público. Con eso no estoy diciendo que la explique racionalmente, sino de que ponga todos los medios a su alcance para que lo que quiera decir quede lo más claro posible.

Eso tampoco quiere decir que se le quite el misterio a una obra de arte. Si se le quita el misterio la obra pasa a ser algo muerto, esteril. Pero yo el arte lo concivo como comunicación. Como un medio que está más allá de las palabras y que comunica cosas que no podrían comunicarse de otra manera.

No se si me explico con eso de comunicar. Voy a intentar explicarlo (las palabras suelen quedarse siempre cortas cuando se quiere explicar algo).
Con eso de comunicar no estoy hablando del artista "iluminado" que tiene que darle un mensaje a la sociedad. Por dios! no es eso!
Pero sin el público una obra de arte no existe. Y si existe pues a mi juicio no tiene sentido.
El propio artista es el primer público de su propia obra. No le tiene pasado, no me diga que no D. Anxova, de encontrar en el trastero algún cuadro de hace un montón de años? Supongo que sentirá una emoción parecida a cuando ve una foto suya de tiempo atrás. Es usted, si, pero parece incluso otra persona. "Ya llovió desde aquella", se suele decir. Usted mismo es un ser casi ajeno a lo que está viendo.
Reconocerá, eso si, cosas familiares (qué estaría pensando/sintiendo de aquella cuando pinté este cuadro?). No deja de situarse como público de su propia obra.
No sería lo mismo encontrar es cuadro en su trastero que de casualidad en la consulta de un dentista. La reacción sería bien diferente en muchos aspectos. No es lo mismo un cuadro del cual se olvidó entre demás pertenencias en un sucio trastero que un cuadro del que se desprendió en una venta hace ya tantos años que ni se acordaba ("y no tenía foto!). Y de repente lo ve al lado de una señora que se pasa la mano por la cara, y de un niño que se quiere ir de allí porque oye el torno. Amén de los títulos que el dentista exhibirá alrededor de ese cuadro reencontrdo.
Por supuesto el valos del cuadro, pictóricamente, es el mismo. Está pintado de la misma forma que lo dejó hace muchos años. Pero el lugar donde se produjo el reencuentro es radicalmente diferente.

Eso no es parte de la obra? Yo creo que si. Al menos si se piensa de las obras como algo vivo y no como meros objetos. Y con esto no le estoy dando una vida mística al cuadro más allá de lo que es (válgame Dios).

En fin...no voy a extenderme más. Solo decirle que su último "jejejeje" es más provocador que toda la ironía y acidez que le pongo a lo que escribo.

Cuando quiera volvemos a su obra, sino se rasga las vestiduras, claro está.
Un saludo
Sr. xx

Anxo Varela dijo...

En lo último que has escrito no tengo casi nada que objetar. Es lo que yo pienso. A mí, por ejemplo me hubiera gustado ver alguna exposición de Malevich tal y como él las montaba. Resulta que ponía los cuadros uno junto al otro y unos encima de otros, hasta el techo. La sensación de ver las geometrías de sus cuadros unas en diálogo con las otras tenía que ser muy distinta de las modernas exposiciones de sus "reliquias", una separada de otra hasta que pierden el sentido.

No digo que no sea importante la colocación, pues llevo muchos años asistiendo a montajes de exposiciones o montándolas yo, en su mayoría de Carmen y algunas mías. Hoy por la noche montaré la de retratos de Carmen en el Zucre, por ejemplo.

Yo sólo digo que no me parece que la colocación tenga que importar más que las obras. Es algo secundario. Importante, porque de algún modo es una escenografía que ayuda o perjudica a la visión y comprensión de las obras, pero de segundo orden. Creo que sobre todo en nuestra época, es un deber mental replantearse las prioridades en la vida, las escalas de valores, para tener algo de paz interior.

Yo, aunque alguna gente me tache de retrógrado como mínimo, vivo en este siglo, y no soy ajeno a lo que se cuece en esta época, ni a las tendencias generales. Los sofistas y Sócrates eran contemporáneos, y aunque Sócrates los combatía, tenía mucho en común con ellos. Como puedes adivinar, me considero uno de los Sócrates, por eso digo y hago lo que digo y hago.

Puede que yo no sea un gran montador de exposiciones, ni siquiera de las mías, pero en el caso de la mía del Liceo estoy más o menos contento. Sé que gustó y fue -y sigue siendo- muy comentada. No descarto mejorar en el montaje ni en la pintura de los cuadros. Pero mi prioridad en Noia era poder exponer después de bastante tiempo sin hacerlo, y creo que ese objetivo lo he cumplido de forma satisfactoria.

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Me alegra que hayas aparcado tu ironía para contar lo de Velázquez y reflexionar sobre la percepción del arte, temas que me interesan mucho más que estas polémicas de foro. Te debo confesar que en nosotros también es una prioridad ir al Prado cuando visitamos Madrid, y eso que con niños no resulta fácil.

Tan sólo una reflexión más, al hilo de lo que comentas sobre los cuadros encontrados casualmente después de mucho tiempo.

Es curioso, pero en mi caso al menos, suelo recordar bastante fielmente el momento en que pinté un cuadro u otro. Se me suele quedar grabado y reconozco casi siempre al instante lo que he dibujado o pintado. En cambio ¡no suelo recordar el nombre de mis alumnos!

Saludos

Anónimo dijo...

A mi me parece muy importante, hasta el extremo de que una buena obra se acabe transformando en una mala obra. Pero aqui empezaríamos a hablar de instalaciones y supongo que empezariamos a estar en desacuerdo.

Un último apunte. Por montaje de una exposicion no solo me refiero en donde y como deben de ir colocadas las piezas. Se trata también de elegir qué piezas deben de ir, por muchas que el artista tenga en su taller.

Cuestión de prioridades, usted lo ha dicho.
Sr.xx

Folks dijo...

Eso de "qué se quiere decir con" referido al arte me hace recordar una anécdota que contó algún pedante relamido de Radio Clásica, en la que tras tocar Beethoven ante un salón, alguien se le acercó para preguntarle que qué quería decir con ello.
Con bastante mal humor, volvió a tocar la pieza y le dijo "ESTO"

Anxo Varela dijo...

No me gusta seguir eternamente con el mismo hilo, pero en fin, termino.

Lo que pasa es que el decidir cuáles cuadros "sobran" en una exposición es algo extraordinariamente difícil. Porque a mí me gustan unos, a pepito otros y a juanito los de más allá. Si el arte fuera algo científicamente mensurable hace tiempo que hubiera dejado de estar en manos de los artistas, o del público.

Hace poco una señora nos hablaba de la calidad de los cuadros, y de lo buenos que eran -según su criterio- unos y lo malos que eran -según ese mismo criterio- otros. Cuando nos dijo otros pintores que le gustaban casi nos pareció mal que nos incluyera en sus gustos. Y así es siempre, ¿no?

Ya te digo, seguro que tú me harías una exposición totalmente diferente, y a lo mejor hasta me gustaba tu montaje y tu selección, pero ¿qué puedo hacer ya? Hace un mes que se cerró "Cús".

Otra vez será, pero eso te obligará a presentarte en persona y pagarme una zarzaparrilla...

Anxo Varela dijo...

Muy bueno, Folken, ¡bien venido de vuelta!

Anónimo dijo...

Otra demostración, en este caso en forma de discusión en el ala de invitados (véase comentarios), de que al artista lo crea su ego (desmedido).

Por cierto, desearía conocer la opinión de Carmen sobre qué se siente al ser entrevistada por un chupa-chups.

Devuelvo la conexión.