Estos días he estado escuchando el famoso "nou-nou-nou" y el resto de canciones del disco "Back to Black" de Amy Winehouse. Lo cierto es que me gusta cada vez más.
Aún recuerdo, hace casi veinte años, cuando ir en autocar desde Ferrol hasta Santiago era un suplicio, por culpa de "Los 40 Principales", que los buseros, muy amablemente, hacían sonar atronador a lo largo de todo el vehículo. Era una época con música espantosa, al menos en su vertiente más comercial. El sonido "máquina" y derivados, en definitiva pum-pum-pum o pum-chis-pum-chis, hacía vivir momentos de gloria a las Todopoderosas Discográficas.
Es la época que los mandamases de la SGAE se supone que echan de menos. La época que los Ristos de todo el mundo tienen como referencia absoluta. Pero ya digo: la música era horrible, insoportable. Se notaba a la legua que a nadie le gustaba realmente, sino que como mucho "te acababas acostumbrando" de tanto machaque insistente.
Yo estaba totalmente convencido de que la música "pop", "rock", etc, es decir, la contemporánea, era una mierda insoportable, mediocre, y que nunca me gustaría nada que estuviese de moda. Me refugié -Carmen y yo lo hicimos- en la música clásica, en la música antigua, algún grupo fuera del "circuito" o música "exótica" (yugoslava, sudamericana, brasileña, cubana...).
Pero de repente, por casualidad, un día escuchamos una canción de "Morcheeba". Y ¡qué sorpresa! Música actual, de moda, que nos encantaba. Canciones bien construidas, bien interpretadas, con unos arreglos ingeniosos y sorprendentes...
Poco a poco hemos ido actualizando nuestra discoteca, como es lógico, pero no pararon de sucederse las sorpresas en cuanto a la música más o menos "de moda", cada vez más frecuentes: Diana Krall, Madeleine Peyroux, Carla Bruni, Los Mojinos Escozíos, Jorge Drexler, Rachael Yamagata, Joanna Newsom, y últimamente Concha Buika, Radiohead, Shakira,Radio Malanga, Amy Winehouse...
Está claro que sigue habiendo Bisbales y engendros por el estilo, pero por suerte para la Humanidad, las Discográficas se van replegando, dejando de ser las que realmente mandan. Gracias al demonizado eMule e Internet, hoy tenemos acceso a música de cualquier época y cualquier parte del mundo, y en general, la cultura musical del público y hasta de los propios músicos ha aumentado, y también la individualidad de los gustos, en definitiva la libertad de elegir.
El caso de Amy Winehouse, menospreciada por la oficialidad, pero que triunfa y vende, a pesar de su buscada mala imagen, es la demostración definitiva. Pero no sólo ella. En general podemos afirmar que hoy en día, cuando los triunfitos y sus aupadores se rasgan las vestiduras por el fenómeno Internet y la "piratería", la música popular -y la clásica, la antigua...- vive una época de oro, con muchos más conciertos que antaño, y que el nivel musical de hoy es mucho mayor que el de hace 20 años, cuando las Discográficas manejaban el cotarro sin fisuras. El caso de Radiohead, que con su último disco, ofrecido gratis (o por la voluntad) en Internet antes de editarlo físicamente, y que ha supuesto el mayor éxito del grupo, es muy significativo.
Esta noche, me he dormido con Amy Winehouse en la cabeza, y me sobresaltó la idea de que, visto lo que pasa en la música, en la que el público decide por sí mismo, está claro que en cuanto a las artes plásticas vamos a la zaga.
Aún recuerdo, hace casi veinte años, cuando ir en autocar desde Ferrol hasta Santiago era un suplicio, por culpa de "Los 40 Principales", que los buseros, muy amablemente, hacían sonar atronador a lo largo de todo el vehículo. Era una época con música espantosa, al menos en su vertiente más comercial. El sonido "máquina" y derivados, en definitiva pum-pum-pum o pum-chis-pum-chis, hacía vivir momentos de gloria a las Todopoderosas Discográficas.
Es la época que los mandamases de la SGAE se supone que echan de menos. La época que los Ristos de todo el mundo tienen como referencia absoluta. Pero ya digo: la música era horrible, insoportable. Se notaba a la legua que a nadie le gustaba realmente, sino que como mucho "te acababas acostumbrando" de tanto machaque insistente.
Yo estaba totalmente convencido de que la música "pop", "rock", etc, es decir, la contemporánea, era una mierda insoportable, mediocre, y que nunca me gustaría nada que estuviese de moda. Me refugié -Carmen y yo lo hicimos- en la música clásica, en la música antigua, algún grupo fuera del "circuito" o música "exótica" (yugoslava, sudamericana, brasileña, cubana...).
Pero de repente, por casualidad, un día escuchamos una canción de "Morcheeba". Y ¡qué sorpresa! Música actual, de moda, que nos encantaba. Canciones bien construidas, bien interpretadas, con unos arreglos ingeniosos y sorprendentes...
Poco a poco hemos ido actualizando nuestra discoteca, como es lógico, pero no pararon de sucederse las sorpresas en cuanto a la música más o menos "de moda", cada vez más frecuentes: Diana Krall, Madeleine Peyroux, Carla Bruni, Los Mojinos Escozíos, Jorge Drexler, Rachael Yamagata, Joanna Newsom, y últimamente Concha Buika, Radiohead, Shakira,Radio Malanga, Amy Winehouse...
Está claro que sigue habiendo Bisbales y engendros por el estilo, pero por suerte para la Humanidad, las Discográficas se van replegando, dejando de ser las que realmente mandan. Gracias al demonizado eMule e Internet, hoy tenemos acceso a música de cualquier época y cualquier parte del mundo, y en general, la cultura musical del público y hasta de los propios músicos ha aumentado, y también la individualidad de los gustos, en definitiva la libertad de elegir.
El caso de Amy Winehouse, menospreciada por la oficialidad, pero que triunfa y vende, a pesar de su buscada mala imagen, es la demostración definitiva. Pero no sólo ella. En general podemos afirmar que hoy en día, cuando los triunfitos y sus aupadores se rasgan las vestiduras por el fenómeno Internet y la "piratería", la música popular -y la clásica, la antigua...- vive una época de oro, con muchos más conciertos que antaño, y que el nivel musical de hoy es mucho mayor que el de hace 20 años, cuando las Discográficas manejaban el cotarro sin fisuras. El caso de Radiohead, que con su último disco, ofrecido gratis (o por la voluntad) en Internet antes de editarlo físicamente, y que ha supuesto el mayor éxito del grupo, es muy significativo.
Esta noche, me he dormido con Amy Winehouse en la cabeza, y me sobresaltó la idea de que, visto lo que pasa en la música, en la que el público decide por sí mismo, está claro que en cuanto a las artes plásticas vamos a la zaga.
2 comentarios:
sí, es realmente una pena que el público no sea el que decide en el mundo de las arte plásticas. Si fuera así casi apostaría que todo lo que son pinturas abstractas y otros estilos mas o menos "intelectuales" se verían seriamente amenazados.
Lo de los autobuses sigue siendo (estoy viviendo tus hace-veinte-años -o hace menos, sin ánimo de ofender-) una penuria y un insulto para la gente a la que le gusta la música. Bendito iPod.
Grandioso el blog, gracias por estas entradas.
Nos vemos.
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