martes, 26 de agosto de 2008

Ourense

Este fin de semana lo pasamos en la Ribeira Sacra. Una de las zonas de Galicia que lo reconcilian a uno con su origen.

El domingo volvimos a Ferrol no sin antes pasar por Ourense. Nunca había estado allí, era la ciudad gallega que me faltaba por visitar.

En esta primera visita me fue inevitable buscar referencias conocidas: una calle me recordó a Vigo, otra a Coruña, esta plaza a Pontevedra, la otra a Lugo, una vista de Vic...

Pero poco a poco me fui haciendo -a pesar de lo corto de la visita- con sus calles y lugares. Entramos en la Catedral, vimos el famoso "Pórtico del Paraíso"...

Y me di cuenta de hasta qué punto son estúpidos los prejuicios. Hasta los que uno no cree tener.

En toda la literatura sobre la catedral de Ourense se habla de que el Pórtico del Paraíso, y por supuesto la propia catedral, son meras copias de las muy superiores de Santiago. Pero viéndo esta catedral "gótica", admirando su sabor medieval, paseando por sus naves, admirando sus formas, se da uno cuenta de qué injusta es esa opinión. A pesar de sus múltiples mutilaciones renacentistas, barrocas o neoclásicas, la Catedral de Ourense tiene una unidad de estilo admirable, que sin gran esfuerzo por nuestra parte, nos retrotrae a los siglos de su construcción, quizá con más facilidad que la de Santiago.

En conjunto es una catedral que se ve hermosa, en la que se ha respetado mucho su sabor original románico pero de época gótica. Bóvedas de crucería, sin grandes alardes, pero majestuosas, arcos apuntados hechos del más pesado granito, capiteles historiados...

En el pórtico del paraíso, los profetas del Antiguo Testamento aparecen con su policromía restaurada, perdida en Santiago. Las cartelas con los nombres de los profetas se leen perfectamente. El conjunto tiene una dignidad que está muy lejos de lo que da a entender el típico comentario "figuras mucho más hieráticas que las del Pórtico de la Gloria"... con el que muchos libros despachan esta obra de arte.

Evidentemente la Catedral de Santiago debió ser en su época algo excepcional, y aún hoy es una incontestada maravilla. Pero no pocas cosas que la de Ourense ha conservado las echo de menos en Compostela, desde la iluminación a través de sus vanos originales, la menor cantidad de encalados y dorados, hasta la hermosa torre del cimborrio, la fachada medieval con sus almenas y todo, algunas puertas interiores...

En conjunto vengo encantado de la belleza de esta ciudad, de su catedral y su pórtico del Paraíso. Impresionado por lo que estas sensaciones arquitectónicas me han aportado. A mí me habían dicho que la parte histórica estaba destrozada, que la catedral y el pórtico eran copias malas de Santiago... pero la realidad es que me ha gustado todo muchísimo, y, quitando que evidentemente la acumulación de patrimonio que se da en Santiago no se repite en ningún otro lugar de Galicia, Ourense es un sitio bien hermoso.

Siento no poder subir fotos mejores, pero justo mi cámara se quedó sin pilas y tuve que tirar del móvil.

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