Ayer, tras una etapa larga de trabajo "escultórico-arquitectónico", o en lenguaje técnico "cemento portland" en el local nuevo, ayer pude pasar un rato dibujando con modelo del natural. Mi mujer estaba auto-retratándose para su serie de tres embarazadas y aproveché...
Elegí tinta china y pincel. La tinta china es un material increíble, da unos negros profundos si está pura, pero diluida permite infinitos tonos en delicadas graduaciones. No me parece raro que la mayor parte de la pintura china sea ejecutada tan sólo con pincel y tinta. Aunque nuestra tinta china y la tinta china de verdad (la de China, en barra) no tienen demasiado que ver, por cierto...
Recuerdo mi primer contacto con la tinta china, de niño, con los pequeños frascos de Pelikan, que no duraban nada. Luego mi padre compró una botella de un litro de tinta Rotring, y con ella dibujé, con grafos Rotring o plumilla, todos los edificios de Luanho, el país imaginario en el que estuve ocupado toda mi pubertad y juventud, y que un día os presentaré en este blog.
Estos días estuve dibujando con rotuladores, un medio que me gusta también bastante. Pero la tinta china y el pincel...
Algo tendrá la tinta china. Parece que últimamente está de moda, al menos entre varios miembros del Hartismo. Mariano lleva una buena temporada dibujando con tinta china y papeles grandes. Y tanto Carmen como yo hace ya también tiempo que siempre tenemos a mano nuestra botellita de salsa de soja rellena de tinta china.

Elegí tinta china y pincel. La tinta china es un material increíble, da unos negros profundos si está pura, pero diluida permite infinitos tonos en delicadas graduaciones. No me parece raro que la mayor parte de la pintura china sea ejecutada tan sólo con pincel y tinta. Aunque nuestra tinta china y la tinta china de verdad (la de China, en barra) no tienen demasiado que ver, por cierto... Estos días estuve dibujando con rotuladores, un medio que me gusta también bastante. Pero la tinta china y el pincel...

Esta foto la hice el otro día saliendo del local nuevo, que estamos preparando para trasladar nuestro estudio.
Mi mujer es la pintora Carmen Martín. La conozco desde hace 21 años, por lo que llevo ya más de la mitad de mi vida con ella. Así pues, yo soy quien soy gracias -o por culpa de- Carmen. Y al revés.
A finales de Agosto, Carmen terminó el mural del CEIP Recimil, en el que llevaba trabajando sin descanso desde Abril. Una enorme superficie, repartida en dos espacios (pasillo y escalera) que engalanan la entrada a la nueva biblioteca del colegio. Un gran trabajo, gracias al cual este antiguo colegio ferrolano jamás volverá a ser el mismo.
Carmen es, como suele decirse, una persona "activa". No es capaz de estarse quieta, incluso aunque le receten reposo Carmen necesita levantarse y seguir trabajando.
Carmen ha pintado este mural, subida a los andamios, hablando con profesores, niños, padres, buscando libros, ilustradores, pensando mil ideas, proyectando en libretitas, en láminas de cartulina y papel continuo, pintando, corrigiendo, volviendo a pintar... el trabajo final es impresionante, una serie de estanterías, con cientos de libros y que responde a un programa rector que trata diversos temas, desde el espacio, al mar, los juguetes, las matemáticas, la literatura infantil... La ha bautizado como "A Biblioteca Máxica", porque es una biblioteca pintada que mágicamente envuelve a la biblioteca real. También en la biblioteca real estará la huella de Carmen gracias al "Teatrín de Carmovita" que presidía la Escola Aberta de Arte y se ha donado al colegio.
n Octubre, además de PINTA[C], del primer aniversario del Hartismo y San Lucas, se inaugurará oficialmente la nueva Biblioteca del CEIP "Recimil" y será el momento en el que se presente al mundo también la obra de Carmen.
He querido escribir esto -interrumpiendo momentaneamente mis labores urgentes, que dificultan que pueda atender este blog- para expresar en serio toda mi profunda admiración por esta artista, humilde pero tan grande como su mural, con la que tengo la fortuna de compartir mi vida. 



