jueves, 15 de noviembre de 2007

Epígonos

En Ferrol, la Fundación Sinánimodelucro Caixa Galicia ha inaugurado recientemente una exposición sobre el ínclito Seoane: "itinerario do trazo".

Seoane
, junto con Maside, pasan por ser los grandes genios gallegos de la vanguardia. Pero yo, francamente, considero que no poseen calidad como para ser grandes genios, y que su vanguardia no pasa de ser un refrito de recuerdos picassianos en gente acostumbrada a copiar a Castelao.

Prefiero el ejercicio gimnástico de abrir simultáneamente dos libros de arte, y ver un Picasso, un Castelao, un Picasso, un Castelao, hasta terminar ambos libros, que pasarme unos minutos viendo un libro de Seoane. Sus dibujos son desmañados, sin demasiada gracia, y los temas tan tópicos, tan típicos que no consiguen conmoverme. Toda esa pintura de pescadores felices o tristes, labradores con sus aperos... prefiero verla en los pintores costumbristas del siglo XIX, que sentían el tema intensamente. Partiendo de un prejuicio bastante burgués y absurdo, suponemos que ser artista gallego consiste en retratar gente con una gaita en ristre y barquitas en el puerto.

Nos metemos de lleno así en el tema de los epígonos. Según el diccionario de la RAE:

epígono.

(Del gr. ἐπίγονος, nacido después).

1. m. Persona que sigue las huellas de otra, especialmente la que sigue una escuela o un estilo de una generación anterior.


Yo, como bien sabéis, no creo que la originalidad sea ni un motor ni siquiera una característica propia del arte. Los egipcios han estado miles de años utilizando las mismas fórmulas sin apenas variación y no por ello fueron menos artistas, ni menos interesantes sus creaciones.

Yo abogo por la autenticidad opuesta a la originalidad. No se trata de hacer números de feria, de hacer "lo nunca visto" como si fuésemos empresarios ambulantes con chistera y bigote rizado. Se trata de ser uno mismo, de buscar lo auténtico, lo sincero, y mediante el trabajo sacarlo a la luz.

Y por eso mismo no me gustan los epígonos, los que piensan: "si X es un genio, copio a X y seré también un genio." Es una teoría tan pueril, tan absurda, tan indefendible, que sorprende con cuánta frecuencia se argumento poniendo cara seria.

Desde que Stieglitz lanzó al estrellato la "fuente" (el urinario) de Duchamp, han pasado ya 90 años, pero ¿cuántos WCs se han visto en exposiciones de arte "contemporáneo"? Y desde que Manzoni presentó como obra su propia caca, ¿cuantas copro-obras hemos disfrutado en los lugares de culto del Anti-Arte?

Esta hiperabundancia de epígonos en la pretendida vanguardia artística es muy grave. Un arte entendido como innovación vanguardista no puede repetir ideas, ni combinarlas. Contradice su misma esencia. Y ya digo, las formas son idénticas, y las ideas más. En comparación, el refrito evidente de formas de Picasso y Castelao que Seoane lleva a cabo es el summum del atrevimiento, de la originalidad.

Al menos Seoane hizo cuadros, dibujos... es decir, obras en las que lo importante eran los trazos, los colores, todo lo que puso en papeles, telas... y cada trazo, cada pincelada es diferente, única. También sus cuadros. Aunque se haya cansado de copiar a sus ídolos, y su técnica o su imaginación gráfica fuesen escasas.

No deja de ser irónico que el Arte Oficial, que hace de la originalidad, la novedad, su seña de identidad, que rechaza a Antonio López -ellos lo llaman Antoñito- por utilizar lápices y pincel, se base en obras epigónicas y artistas que no son más que epígonos de otros epígonos. Un arte supuestamente de vanguardia, que lleva a su espalda el pesado lastre de más de 90 años de repetición de ideas.

Si no os lo creéis os invito a comparar un catálogo de ARCO de su inicio (hace 26 años) y de la pasada edición. Quien sepa encontrar las diferencias que me lo explique.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué es arte, qué no es arte...
Que es arte, qué no es arte...
Qué es arte, qué no es arte...

Seguimos con las mismas "lérias". Parecería que el título del blog es muy acertado, salvando el detalle que nunca son varias sino siempre la misma.

Saludos
xx

Anxo Varela dijo...

Bienvenido de vuelta, xx.
Imaginaba que con este post no resistirías la tentación de responder. Lamento que tras tu anterior intervención realmente se hayan fundido tus circuitos.

En cualquier caso ten en cuenta que no todos tenemos por qué pensar lo mismo, y al ser esta mi casa digo lo que me parece. Seguramente a ti te parezca todo lo mismo, pero siempre tendrás la posibilidad de no leerme. No obstante no renuncio a mi misión secreta de irte convenciendo. Yo, por supuesto no me cansaré de decir lo que es arte y lo que es camelo, pues parece que hay alguna gente que no lo distingue.

Anónimo dijo...

Seoane, Maside, ...catálogos del pasado de ARCO... vaya menú ¿Nos quieres matar?
¿Quién mira éso? -O como dijo Hugh Heffner en La Hora Chanante: "¿ése es el plan que me propones?"-
Para la Caixa Galicia es fácil llenar una sala de Masides, Seoanes o Marujamallos y pegar por ahí carteles, pero eso no significa que alguien sienta algún tipo de interés o admiración por esos bodrios: La vida pasa rápido y todo el mundo tiene cosas mejores a las que dedicarse: La gente joven con hijos, a sus hijos; la gente joven con tiempo para el arte, al arte actual. En cuanto a la gente mayor, ya tiene a los masides muy vistos (son 40 ó 50 años con la misma canción), ...y a los escolares vale, los pueden llevar en rebaño con monitora recitando el nombre y la vida del santo, pero es indudable que por un oído les entra y por otro les sale. -(indudable y saludable)-
Todo esto está a la vista. ¿Dónde está el "camelo"?
Muchos trabajos manuales que durante el Franquismo o el Felipismo recibieron el marchamo de Gran Arte son tan insulsos que ya nadie les presta atención, ¡¡SÓLO SUS DETRACTORES!!.

Anxo Varela dijo...

Por eso, por eso mismo. No me cansaré de detractar.

Anónimo dijo...

xQué tal Anxo!! hacia tiempo que no comentaba nada en tu blog aunque eso no significa que no lo siga diariamente.
Fui a ver la exposición de seoane (me enteré gracias a tu blog)aunque no demasiado tiempo y la verdad es que me defraudo un poco, era como si ya lo hubiera visto todo, no sé, como si me aburriera. Recuerdo la de Sotomayor en el Torrente Ballester a la que prácticamente fui a diario (me quedaba de camino a casa) y siempre me iba con ganas de volver, siempre veía algo nuevo.

A veces, ves una película y ya estás deseando volver a verla o escuchas una canción y nada más terminar la vuelves a poner. Creo que eso es cuando, como dice Mariano, 'a removido algo en tu interior' y creo que eso es lo que debería pasar en una exposición. Que salgas de ella deseando volver.

Anxo Varela dijo...

¡Bienvenido de vuelta, Don Pimpón!

Creo que los grandes pifostios culturales tipo Caixa Galicia, Ayuntamientos, etc, deberían cambiar un poquito de asesores. O al menos poner patronatos, comisiones, y si acaso, de vez en cuando, observar un poquitín a la gente. Tal como están las cosas parece que les gusta tener las salas cuanto más vacías mejor. ¡Y mientras, mi mujer buscando un lugar donde exponer los cienes y cienes de cuadros que pintó este año!

Unha verjuensa!

Anónimo dijo...

hola anxo, vaya blog de arte!soy cristina, desde pontevedra.
mi aportacion: yo creo que la originalidad viene dada por el convencimiento de hacer algo, algo auténtico y con ganas, en lo que tu creas,contar algo, a tu manera, y que eso es lo que le transfiere un carácter único y original. supongo que es lo mejor que se puede hacer, a estas alturas en que ya se ha visto de todo en el arte.
que es arte y que no es arte, creo que es una pregunta eterna y que la verdad ahi esta la gracia, y el pie a tantas y tantas conversaciones. en este momento, yo pienso que tener algo que contar, y contarlo de una manera "interesante", eso, puede ser arte, aunque suene sencillo... pero que difícil es! y que bonito.

saludos!