Carmen ha escrito un magnífico post en su blog Pintura en Acción, en el que habla de cómo la fealdad se "come" literalmente a la belleza.
Y no puedo estar más de acuerdo. La fealdad extrema se ha convertido, junto con la crueldad, la violencia y el abuso en la norma de nuestra sociedad. Psicópatas como Bush o Cheney, se han hecho los directores de la política en todo el planeta. El arte oficial de nuestra época es una sucesión absurda de fealdades, en las que el timo, la superficialidad y la vulgaridad son lo habitual. Así medran tipos como el tal Habacuc, que hace del maltrato animal su bandera y su motivo de orgullo personal dentro de la "cultura" oficial. Supuestamente se justifica diciendo que su "performance" denuncia lo que ocurrió con un indigente al que los perros mataron... me río yo de su "humanidad" e "inteligencia": repetir una crueldad no es una manera de denunciarla, por más que estos imbéciles sin entrañas se empeñen en decirlo una y mil veces. El Habacuc es simplemente un psicópata. Y deberíamos reflexionar por qué un psicópata produce simpatías. Esta sociedad está seguramente igual de enferma.
Creo que mucha gente, por un egoísta interés personal, quiere colárnosla con queso, justificando el arte oficial, o la fealdad, la crueldad, el sufrimiento y la injusticia... como algo bueno o al menos inevitable.
Pero a mí, por lo menos, no me la van a colar, ya he visto a mucho artistoide y a mucho psicópata por ahí suelto como para guardarles simpatía alguna. ¡Que les den! ¡¡Y pronto!!
Y no puedo estar más de acuerdo. La fealdad extrema se ha convertido, junto con la crueldad, la violencia y el abuso en la norma de nuestra sociedad. Psicópatas como Bush o Cheney, se han hecho los directores de la política en todo el planeta. El arte oficial de nuestra época es una sucesión absurda de fealdades, en las que el timo, la superficialidad y la vulgaridad son lo habitual. Así medran tipos como el tal Habacuc, que hace del maltrato animal su bandera y su motivo de orgullo personal dentro de la "cultura" oficial. Supuestamente se justifica diciendo que su "performance" denuncia lo que ocurrió con un indigente al que los perros mataron... me río yo de su "humanidad" e "inteligencia": repetir una crueldad no es una manera de denunciarla, por más que estos imbéciles sin entrañas se empeñen en decirlo una y mil veces. El Habacuc es simplemente un psicópata. Y deberíamos reflexionar por qué un psicópata produce simpatías. Esta sociedad está seguramente igual de enferma.
Creo que mucha gente, por un egoísta interés personal, quiere colárnosla con queso, justificando el arte oficial, o la fealdad, la crueldad, el sufrimiento y la injusticia... como algo bueno o al menos inevitable.
Pero a mí, por lo menos, no me la van a colar, ya he visto a mucho artistoide y a mucho psicópata por ahí suelto como para guardarles simpatía alguna. ¡Que les den! ¡¡Y pronto!!
2 comentarios:
Hey, espero que no hagas de Habacuc la nueva "lata de mierda" a la que aludir cotidianamente en todos los post... ((ya van unos cuantos!!)).
De sobra sé que eres libre para hacerlo, pero...
1º: Es darle más publicidad, y...
2º: Luego no te quejes de que "la fealdad" nos la encontremos hasta en la sopa...
Sí, sé que hay ese peligro.
No te preocupes, de hecho era la última vez que me iba a referir a él, no quiero hacerle más publicidad, porque es previsible que eso le gusta.
Publicar un comentario