Nosotros, en aquellos tiempos pensábamos: ¿Cómo pueden llamarse plásticas o visuales supuestas artes que desprecian la técnica imprescindible para expresarse visualmente? Esta gente, al grito triunfal de "la técnica se aprende en dos días", despreciaba todo conocimiento técnico, ya fuese desde su papel de profesor o alumno. Ni propagaban ni dejaban entrar en ellos ningún conocimiento, del tipo que fuese: "¡Vete, sabiduría!¡Ni te me acerques!".
Años después, la cruda realidad me ha convencido... de que tenía más razón que un santo. Lo de esta gente es un cuento, y cada vez lo veo más claro. Porque del mismo modo que quien quiera ser literato necesita saber expresarse mediante el lenguaje, un artista plástico necesita conocer los recursos del lenguaje visual, y eso significa, forzosamente, saber dibujar, pintar, esculpir... No existen más medios: una escenografía (en neolengua: instalación) necesita de partes esculpidas (modeladas, vaciadas, talladas...), partes pintadas, y un planteamiento dibujado. ¿Qué otros medios existen?
Podríamos establecer un paralelismo, fácil de entender, ya que en las artes plásticas la contaminación ha vuelto todo muy turbio:
"EL JETAS"
Dotado con más de 10.000 €
y publicación de la obra ganadora
en volúmenes de lujo
BASES:
- Todos los participantes deberán ser ANALFABETOS. Es decir: que no sepan ni leer ni escribir.
- En caso de descubrirse que alguno de ellos tiene estudios de algún tipo, o sabe escribir la "o" con un canuto, será descalificado inmediatamente.
- El jurado será totalmente subjetivo, dado que en los absurdos galimatías que los participantes presentarán no hay posibilidad alguna de descubrir ningún elemento de juicio válido, y mucho menos valor literario de ningún tipo.
- La participación en el concurso supone la aceptación de todos los puntos de estas bases.
A continuación podríamos hojear la obra ganadora del año anterior. En esta ocasión podremos leer una página elegida al azar:
asdfasdf ñasdfñ asñdfk jjkasfdñlk asdfj asñl asdfñlkjasdñlkj asdfñlkjasdflkj asf`jñlnas`p laslñkfjasdfñlkj asf0dñolkjasdñl asñlkj asñdlfkjlsdl aslkjñasfñlasddl saljaslkjasdñlkjaslñdfkjñalsdkfjñlkñoiqwekjvn`p9ukjqwer'0i asñlkjasf8iu`´09u14+o`kjfd ñasjh f'983 rpkjnasñlkvjx cvpksmadtoinaspofdhaspdfh09a8sdhfckjnxzcvlkuhpoijsadf `+añs okflkjashfdopiuashd fpajsñdfjha0s978dfyhqwjehrp98qwyef jkanslkfdjhas0978fy lkjbnlcxypuihqwerp9 apsodifhpasd98f7pìh qw3lriuq'siefjñasfg
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+ apksdfjpaosh fd
as
asdfoih apsoiudfh apsoif
aspi faskhfiphaspfou asoidfh oapsihdfpoashdfoìahsdpfuh asdfaposdhf poasihdfoaish dfpuashdfpiahsdpfoh aspodfasfasdfasdf
(...)
Y así podríamos continuar a lo largo y ancho de sus 127 páginas.
¿De verdad hay gente que cree en serio que la soltura, la espontaneidad, se puede lograr sin conocimientos técnicos, sin práctica... es decir, sin oficio? ¡Pero si es lo más difícil!
Comparemos una descripción literaria, la que sea, con la que alguien sin cultura ni ningún tipo de conocimiento sobre arte literario pueda hacer (por ejemplo, una declaración en un atestado de la policía, o una redacción típica de instituto).
Recuerdo un tío mío que me hablaba de los músicos de Jazz. Para ellos lo primero, decía, es "dominar a la bestia" (el saxo, el clarinete, el piano, la voz...) y sólo después pueden empezar a expresarse. Como es lógico.
De todos los estúpidos mitos que la modernez artística se ha encargado de propagar, ese del "buen salvaje" artista es uno de los más estúpidos. ¡¡¡ME PONE A CIEN!!!¡¡¡¡¡PERO QUÉ BURROS SON!!!!! Aunque, bueno, hay muchos más, como el del famoso "cambio de paradigma", o el de "hay que educar al público", "abre tu mente"...