domingo, 11 de noviembre de 2012

Libro sobre Carmen Martín y sus murales


Tengo el enorme placer de poderos al fin presentar este libro que he confeccionado, sobre los murales que pinta mi mujer, la pintora todo terreno Carmen Martín.




Un libro de 50 páginas, que por supuesto podéis descargar, enseñar y mostrar de forma TOTALMENTE GRATUITA (está hecho con licencia Creative Commons CC BY-SA 2.5 ES), y por supuesto lo podéis (y tenéis que) imprimir si queréis disfrutar de él "en persona".

Es más, no sólo podéis mirarlo, imprimirlo, compartirlo todo lo que queráis... si conseguimos un encargo gracias a la publicidad que hagáis de los murales, os llevaréis un cuadro hecho por Carmen, del tema que queráis, más un ejemplar impreso del libro*.



El libro en sí es una panorámica a través del trabajo muralístico de Carmen Martín, y en el enlace se incluye un visor que os lo muestra como si fuera un libro físico, hasta se pueden pasar las páginas y suena como si se pasara la página... La interfaz, como podéis ver, es muy sencilla y cómoda, y permite tanto descargar el PDF original como leer ampliado y en pantalla completa (os aconsejo hacerlo así, y cerrando un panel que hay a la izquierda para poder ver más grandes las páginas).

Eso sí, hace falta tener instalado Flash, los que tengáis iPhone/iPad, podéis descargaros el PDF que os enlazo aquí.

¡Que lo disfrutéis!




...

Estos días hemos estado liados con otras muchas cosas, desde el comienzo del Curso de Caligrafía, del que también hablaremos, que está logrando algo tan bonito como prender el gusto y la curiosidad en nuestros estupendos alumnos.

También os comentaremos, en cuanto estén un poco más avanzados, sobre nuevos proyectos artísticos, entre los que está la ilustración de la música de un compositor amigo nuestro, que hará Carmen, o un proyecto de novela gráfica postapocalíptica que sucede en Málaga y que haré yo.



(*) Si el encargo compensa los gastos de impresión y envío, que están en torno a los 35 euros por ejemplar.

jueves, 23 de agosto de 2012

"Todo el mundo es artista"

Beuys dijo: "Todo el mundo es artista".


...¡y una mierda!

Por supuesto, no faltarán fanboys de Beuys (valga la cacofonía) que defiendan el "arte" de la señora que "restauró" el Ecce Homo famoso de Borja. Conste que ni es la primera ni será la última mala restauración, al menos la señoriña de Borja no se enriqueció ni infló su currículum destrozando el patrimonio.

Pero a mí me parece evidente, con imágenes tan expresivas como esta, que de todas las gilipolleces que los tontol'habas del planeta han dicho alguna vez, la soplapollez esa de "todo el mundo es artista" que soltó nuestro asesino nazi reconvertido en místico conceptual es de las más tontas.
Es que ni todo el mundo vale para confitero, ni para fontanero, ni para registrador de la propiedad, y por supuesto, no todo el mundo vale para artista.

A mí Beuys siempre me ha parecido un soplagaitas y sus seguidores unos comemierdas (¿o era al revés?), pero con imágenes tan explícitas como esta, confirmo mis sospechas hasta un punto más allá de toda duda. Gracias, doña Cecilia, por ayudar a dejar las cosas bien claras.

sábado, 28 de julio de 2012

LA RUTA DE LOS SERES

Os dejo aquí un texto que escribí hace unos 15 o más años, que trataba sobre la Ruta de la Seda. Recuerdo que había sido un encargo de un amigo, para no recuerdo bien qué publicación.

El caso es que revisando cosas antiguas lo he encontrado, pasado a formato HTML (lo había escrito con Page Maker 5, qué tiempos aquellos).

La verdad es que me ha hecho muchísima gracia reencontrarlo. Se supone que es la crónica de un viajero por la Ruta de la Seda en la época final del Imperio Romano. Este es el texto:




LA RUTA DE LOS SERES
Crónica de Paifocles de Ardóbriga (s. III d. C.)

Manuscrito hallado, restaurado, compilado y traducido
del bajo latín por Miguel­Anxo Varela Diaz.


Hace ya cuatro años que partí con el comerciante Caius Poppeus hacia las lejanas tierras de los Seres, donde se cultiva el árbol del rico tejido de las túnicas.

Los Anales hablan de extraños habitantes más allá del reino escita, pero yo no he visto cíclopes ni grifos ni gigantes, ni ninguna otra especie de ser fabuloso. Tan solo hombres y mujeres como nosotros, aunque de curiosos rasgos y la color aceitunada. En sus curtidos rostros el fuerte sol de las estepas ara profundos surcos.

En la tierra Escita a punto estuvimos de perder la vida, pues la crueldad de este pueblo es con razón temida en todo el orbe. Nos tendieron artera emboscada y atacaron nuestra caravana. Pero los regalos generosos de Caius aplacaron su fiereza.

De sus caballos prodigiosos colgaban las cabezas de toda clase de adversarios. Hatuk, su caudillo, lucía orgulloso una capa confeccionada con las pieles de los cráneos de sus enemigos, asesinados por él mismo.

Nos invitaron a un ágape en el cual bebieron en calaveras rebanadas.

Pero la crudeza de los escitas es compensada por la libertad de que disfrutan; el escita a caballo es Centauro, ser único que al juicio del hombre une la veloz carrera y la agradable amplitud de los espacios...

Iba con nosotros un indio de Barbaricum, que decía poseer el secreto de la elaboración de la seda. Yo intenté indagar, y mediante regalos y favores conseguí ablandarlo y romper su celo, pero el indio, en lugar de mostrarme las simientes del árbol sérico, me dio unos gusanos que alimentaba con hojas de morera. En seguida vi el engaño y supe de sus intenciones, y así, le correspondí con malas palabras. Pero bien reflexioné luego que un secreto como las semillas del Árbol de la Seda, no podría estar en manos de un mortal, y que caso de estarlo, no se daría a conocer a cambio de un poco de pimienta y oro... Aprendí la enseñanza, pero ya jamás he vuelto a creer en la palabra de un indio, pues este me enseñó que la suya es una raza mentirosa y burlona.

Pero es mi propósito llegar a hacerme conocedor del secreto de la elaboración del precioso tejido, y de llevar a Roma algunas semillas del árbol sérico, con lo cual espero obtener el favor del César. Pero no creeré ni un ápice de cuanto oiga mientras yo mismo no vea deshilar la corteza del árbol misterioso y tejer sus hilos.

Desde Ardóbriga viajé por tierra hasta Roma, donde Caius Poppeus, mi amigo comerciante, cargó sus carros con los regalos para los príncipes escitas, así como las mercancías que debía cambiar por seda.

Nuestra caravana pasó días felices en Petra, donde sus habitantes han tallado la montaña con fantásticos templos y tumbas. Es Petra una ciudad enigmática, cuyas cuevas suntuosas son habitadas por gentes venidas de todos los confines del mundo.

Asimismo hemos recorrido amplias llanuras en las que a duras penas sorteado los muchos peligros que nos salían al paso. Un nativo, esclavo de Caius desde hacía años nos ha guiado a salvo por los montes de la región, hasta llevarnos a Palmira, la reina del desierto. Las leyendas sobre su fasto y belleza son sólo pálidas y burdas aproximaciones; siendo provincia del Imperio, se puede en todo comparar a Roma, aunque hoy no es ni sombra de cuanto fue.

Las mujeres de la ciudad visten ricas sedas bordadas con caprichosos diseños, y es tanto el lujo y liberalidad que se diría vivimos los tiempos antiguos en que los hombres rivalizaban en todo con los Dioses, si no fuese por la criminalidad y vida licenciosa de la bella Palmira.

En Palmira viven orientales de ojos rasgados que, siendo ricos comerciantes provenientes de la lejana tierra de los Seres, cambiaron el peligro incierto de las estepas por la vida llena de lujos de esta ciudad, que los fascinó finalmente.

Hay fieles de todas las religiones conocidas, desde sacerdotisas de Isis y del demonio Bes, hasta cristianos, maniqueos, persas de los templos del fuego, e incluso aquellos que adoran a Buda sentado.

No hay nada en Palmira que no pueda comprarse o venderse. El oro, la plata, las especias más escogidas, los objetos de ricos materiales: perlas y piedras preciosas, y las mejores y más finas sedas circulan en sus mercados como en otro lugar las verduras o la carne.

Hay gentes de todas las razas: romanos, griegos, orientales, indios de tez oscura, etíopes, egipcios... todos viven y mueren en esta segunda Roma extrañamente clavada en un desierto.

También en Palmira hay rameras de todas las especies, y el vicio y las orgías están en casa de todos. Se comentan en toda la ciudad los amores de los poderosos. Así, se sabe de los amores de cierto príncipe bárbaro con la oriental Calío, bella entre las bellas, y sus tres hermanas; o del gusto de un rico comerciante por los infantes; o de los impúdicos desvaríos de la esposa de Crasus con una mujer barbuda, de nombre Mesala, que reside en el barrio más lujoso de la ciudad, rodeada de amantes y tesoros incalculables. Las calles de Palmira son peligrosas en la noche y la guardia romana no consigue frenar los asesinatos y rapiñas. Aquí anidan como escorpiones antiguos soldados desertados, monjes dados al crimen, que contra todo sentido continúan vistiendo sus hábitos de pureza; escitas llegados del norte, y toda la ralea de criminales ávidos de riquezas.

Nosotros decidimos continuar más hacia el Oriente, y como ya he dicho, es mi propósito particular lograr fama y reconocimiento del César consiguiendo para Roma las semillas del maravilloso y tan secretamente guardado árbol sérico.

Después de visitar Palmira, en la que vivimos dos meses, aprovisionando nuestra caravana con todo aquello que precisábamos, seguimos la ruta del Norte hacia Hamadis, pues se comentaba que el camino a Seleucia estaba atestado de ladrones. En esta ruta encontramos pueblos de antiguo esplendor, entre el Éufrates y el Tigris, los cuales rendían culto al fuego, su dios, en templos que eran auténticas montañas de adobe.

En Hamadis cambiamos oro por joyas y seda, si bien en cantidad suficiente sólo para pagar los aranceles en algún puesto fronterizo. Más allá de esta ciudad, una entre tantas de la ruta, corrimos peligros hasta Bactra por toda la tierra cercana a la orilla del Mar Interior. Allí pasamos entre los Malévolos, gentes nómadas de costumbres afines a los Escitas, pero que nos respetaron gracias a nuestros rasgos para ellos exóticos, que les infundían un extraño temor. Entre las costumbres de este pueblo estaban la de la crueldad moral y el engaño y maldad para con los suyos, que quizá les haya dado nombre.

Muy diversa es la vida de los Pampos, dedicados a la agricultura, que viven en casas pequeñas. Adoran al sol, al que rinden culto con espejos, hechos de plata, o que si pertenecen a familias pobres, fabrican con barreños de cobre o de barro que llenan de agua. Estos Pampos o Heliófilos miran al sol en sus espejos tres veces al día: al amanecer, en su cénit y en el ocaso, pero tienen rigurosamente prohibido mirarlo directamente. Mas por esta costumbre de hacer entrar tan fuerte luz en sus ojos, acaban ciegos prematuramente, y muchos de ellos pronto dejan de ser útiles a sus paisanos en las labores de la tierra. A este pueblo, que ocupa apenas cinco aldeas, los malévolos, sus vecinos, llaman Xos-Kos; que en su lengua significa «torpes cegatos», porque como ya he dicho, por causa de su extraña religión, muchos quedan ciegos antes de los veinte años. Pero para ellos esta desgracia se ve compensada por un acercamiento mayor a la Divinidad.

Después de los Pampos, a los que visitamos huyendo de los salteadores que había en nuestro camino, pasamos por la morada de los Caspios, que viven de la pesca en el Mar Interior. Allí, junto al mar descansamos, y oímos noticias sobre disturbios en Seleucia.

Lo contaba un cartaginés que, siguiendo nuestro camino, había pasado por Alejandría, Copto, Berenice, Leuké Tomé, para luego llegar a Petra y Palmira. Desde entonces había seguido la Ruta del Sur hasta donde nos habíamos encontrado. Contaba el viajero que la que antaño fuera gran ciudad, hoy pequeño asentamiento, había sido destruida por segunda vez. Ya no quedaba en Seleucia piedra sobre piedra, ni persona viva. Todo había sido arrasado y ya no quedaban más que cenizas. Esto nos entristeció mucho, pues en Seleucia vivía un antiguo socio y amigo, con el que nos encontraríamos a la vuelta, y que era el alcalde de la plaza. Supimos de su muerte por boca del cartaginés.

Afligidos por la mala nueva partimos hacia Bactra, y nos topamos con caballeros armados que nos exigieron un tributo a cambio de pasar a la ciudad. Pagamos en especia, y nos permitieron franquear las puertas. Allí estuvimos ocho semanas, en las que ganamos dinero y compramos seda de la más fina calidad. En Bactra encontré un hombre de rarísimos rasgos semejante a los nómadas de cara ancha y nariz chata, que iba vestido con telas de lana teñidas de vivísimos colores, y que nos intrigó enormemente. Contaban que venía del fin del mundo, que había llegado a la ciudad desde el país de Thin, pero que aún venía de más lejos. Mascaba unas hojas que le daban fuerza y resistencia. Era vendedor en el mercado, y entre las cosas que haba traído de su lejano país, además de sus ropas y sus hojas de mascar estaban una suerte de manzanas que brotaban bajo la tierra, entre las raíces de una planta. Él mismo las cultivaba con su esposa, y las vendía en el mercado. Nosotros probamos estos frutos y su sabor era exquisito. Su carne era muy sabrosa y superaba en mucho a las castañas para acompañar las viandas... Estoy seguro que estos frutos, que él llamaba «papatae» serían muy apreciados en todo el Imperio.

Conocí también en Bactra un oriental, de nombre Su-Ying, al que sonsaqué datos sobre el modo de elaborar la seda, aunque en casi todo coincidió con lo ya sabido. Me dijo:

«Cuando el árbol de la seda esté en flor, ha de darse gracias a los dioses, sobre todo a la diosa Sang. En mi país Thin, esta diosa es la Diosa de la Seda. Pues bien, cuando este árbol está en flor ha de rascarse su corteza, con cuidado de no cortarla ni muy gruesa (pues el árbol, desprotegido, moriría) ni muy fina, pues romperíamos los hilos de seda. Así pues, una vez arañada las cortezas se meterán en agua salada durante diez días y diez noches, durante las cuales no se descuidará cambiar el agua dos veces, una al salir la luna, la otra al desaparecer en el horizonte. Así, al cabo de estos diez días y diez noches se recogerá la corteza, que ya estará hinchada y muy suave al tacto, y se lavará en el agua más clara de un río. Otra vez se rogará a los dioses y en particular a la diosa Sang, y se comenzará a deshilar la corteza y trenzar con ella los finos hilos de la seda.»


Este oriental me vendió unas simientes, semejantes al trigo, de las que decía que crecería este árbol siempre y cuando recitara correctamente las oraciones a Sang y a los otros dioses.

Pero yo me he propuesto llegar hasta la mismísima Thina, capital de la tierra de los Seres, más allá de las montañas, más allá del país de los bárbaros Satasai, y ver con mis propios ojos el cultivo de este árbol, y con el tiempo hacerme yo hábil en este cultivo para llevárselo a nuestro emperador, aunque sé que mi plan es temerario y quizá peligre mi vida, pues los Seres no permiten a nadie (y menos a un extranjero), cruzar sus fronteras con estas semillas, bajo pena de muerte. Pero yo me encomendaré a Isis, reina de los cielos y a su amado hijo, para que me protejan contra todo enemigo, contra cualquier desgracia que el Destino haya puesto en mi camino.

viernes, 22 de junio de 2012

Concurso de pintura "Carmen Martín"

El ANPA* del CEIP "Recimil", como explicamos hace unos días, organizó, en homenaje a nuestra artista preferida, el I Concurso de Pintura "Carmen Martín" para los alumnos del centro. Estos días ha sido la entrega de premios, y aquí os traigo un enlace a la noticia en el Diario de Ferrol:

I Concurso de Pintura "Carmen Martín"

Ayer por la mañana Carmen recibió un precioso ramo de flores de parte de la ANPA, enviado por Cova, bellísima persona, y la promotora de todo esto desde dentro del ANPA. Carmen se emocionó por lo inesperado y maravilloso de este tardío reconocimiento a su labor como artífice de la "Biblioteca Máxica". ¡Infinitas gracias también de mi parte!





(*)ANPA: (no está mal escrito, en gallego es "Asociación de Nais e Pais de Alumnos").

jueves, 14 de junio de 2012

Los escritores de "Punto y seguido" ilustrarán las imágenes creadas por Carmen Martín, dándole la vuelta a los papeles tradicionales del ilustrador y el escritor.



Punto y seguido: la selección definitiva

jueves, 10 de mayo de 2012

Un cazador abstracto ¿Qué caza?

Hoy me he dado cuenta de algo fundamental, que ya sabía en el fondo, pero que nunca había visto con tanta claridad. ¿Por qué es tan importante (y omnipresente) la figuración en la pintura? ¿Por qué la pintura abstracta ha fracasado (al menos no ha cumplido con las altas expectativas que se tenían con ella)? Hace unos días me di cuenta de que la figuración no es sólo un elemento más, prescindible. Es algo connatural al dibujar o pintar. Pero ¿por qué?

Pues muy sencillo (y esta es la revelación que he tenido). Porque siempre se dibuja o pinta ALGO, y el arte no está en qué se dibuja o pinta sino en el cómo, la forma de pintarlo.

Es decir, al igual que no puede haber literatura si no se narra o describe ALGO, tampoco puede haber pintura que no narre o describa ALGO. ¿Que ese algo es un conjunto de cuadrados, como en Mondrian? Pues vale. ¿Que es un motivo geométrico decorativo? Pues también. Pero siempre tiene que haber ALGO pintado, la pintura por la pintura, sin tema o referente perceptible es una añagaza.

Y sólo por eso la figuración no es "contingente" en pintura, y la pintura abstracta pura es totalmente absurda, imposible.

Al fin y al cabo no es algo muy diferente de lo que ocurre en otras artes como la literatura o el cine: el "cómo" (la forma) es lo que convierte a algo en arte, no su tema ni su referente. De lo contrario, la película Psicosis de Hitchcock no sería mejor que su remake en color de 1998 (Gus Van Sant).

Por supuesto, bajo esta óptica, si el arte abstracto (que no pretende representar absolutamente nada) es absurdo porque no se puede "decir" sin "decir" algo, el arte conceptual (en el que la forma se desprecia) es un completo despropósito. Porque como digo, el arte es "decir" algo utilizando determinado lenguaje, que es en sí lo que llamamos "arte". Si prescindimos de la forma, del propio lenguaje, tenemos tan solo un objeto como todos los demás, pero el arte no se ha ni empezado a hacer.

En el caso del arte abstracto, fracasan por exceso de forma. En el caso del arte conceptual ni siquiera hay forma artística, y por tanto arte. Es curioso que  ambas expresiones, atendiendo a lo aquí razonado, son oxímoron: "pintura abstracta" y "arte conceptual". Porque la pintura de por sí exige figuración y el arte se basa en la forma y no el concepto.

miércoles, 15 de febrero de 2012

La figuración no es contingente


Creo que el gran error de muchos, como Arnheim y los de la Bauhaus, que han decidido estudiar la imagen de forma sistemática, con un enfoque más o menos científico según el caso, es creer que la figuración es un mero accidente. Infravalorar el valor expresivo de la figuración, o la propia relación entre arte y figuración lleva, erróneamente, a creer, como dicen mis apuntes de la Oposición, que  

"la imagen es un lenguaje visual, quizás más limitado que el verbal, pero mucho más directo". 

Por el contrario, la experiencia de la percepción del arte nos lleva a que entrar en un templo egipcio o ver una escultura griega, o una pintura medieval, nos transportan a otros mundos, llenos de matices y con mil historias entrando como una riada en nuestro cerebro.

Y es que la imagen en sí no es, no constituye ningún lenguaje. Cada imagen, cada uno de los signos y símbolos que se han estudiado de forma sistemática por parte de psicólogos de la percepción, semiólogos y demás no equivale a las palabras, sino a las letras. Al final han hecho un estudio que roza la pura superchería, y que está a años luz de lo que en realidad supone el arte y la comunicación visual mediante su uso. ¿Por qué? porque cada signo no equivale siquiera a una palabra del lenguaje, sino a un mero sonido o letra. Y del mismo modo que sería estúpido y absurdo escribir libros usando sólo un fonema (imaginad un libro en el que sólo hubiera un conjunto de F mayúsculas) y hablar de las propiedades emocionales de la F sonaría a timo, los actuales textos sobre percepción visual derrochan páginas hablando del triángulo o de lo que hace sentir el azul marino. No digamos ya cuando se intenta hacer arte con elementos tan exiguos.

La figuración, presente en el arte desde sus más remotos inicios, nos logra transmitir los mismos significados, en múltiples y simultáneas capas, que otros lenguajes, como el hablado. Como la lectura del arte es en simultaneidad, muchas veces no se perciben las diferentes capas en la primera vez, pero a medida que se vuelve a ver el cuadro o la escultura van aflorando y se va enriqueciendo la comunicación. Un cuadro abstracto, en cambio, sólo cuenta con unos pocos elementos que o bien podemos ordenar geométricamente (Mondrian, Kandinsky) o que constituyen un caos indescifrable (Pollock, Saura). En cualquiera de los dos casos, la cantidad de información transmitida es menor y la interactuación con los bancos de imágenes visuales y mentales que poseemos es muchísimo menor también). Un cuadro figurativo (sobre todo cuando está bien realizado) presenta unos lugares, objetos y personajes que directamente relacionamos con análogos conocidos a lo largo de nuestra experiencia vital. De ese modo un desnudo como este de Degas,


  

puede evocar en la memoria múltiples vivencias, diferentes en cada persona. La bisabuela quizá se recuerde a sí misma en una época anterior a la generalización del agua corriente. Otro quizá recuerde el pelo rojo de su mujer desnuda en una mañana de primavera tras haber hecho el amor. Otra persona quizá se inunde de recuerdos por una novia que tuvo con un cuerpo semejante y con la que compartió mucha intimidad. Otro quizá sólo disfrute del colorido y los trazos, o se le junten todas esas vivencias y aún más. Gracias a la figuración, sea construyendo un estilo muy complejo y evolucionado como el del desnudo de Degas, o un estilo con evidentes desproporciones pero expresivo como este (Tapiz de Bayeux),


el arte plástico consigue superar la limitación propia de elementos abstractos muy simples como las formas geométricas o los colores puros, necesitando desarrollar complejos elementos formales totalmente nuevos, como trazos, degradados, pinceladas, texturas... más la técnica para representar de manera cada vez más convincente lo figurado. Es decir, el estilo, tema sobre el que Gombrich desarrolla su gran ensayo "Arte e Ilusión".

La estilización propia de la pintura añade cercanía y diferentes capas formales (técnica, colorido, trazo) y una relativa ambigüedad, que hacen la experiencia de ver un buen cuadro mucho más evocadora y plena que la propia realidad o que la visión de una fotografía. Los cuadros se nos quedan en la memoria durante más tiempo y con más intensidad que las fotografías o la misma realidad que vivimos, como ocurre con las historias vistas en el teatro, en el cine, lo leído o la música que escuchamos.

viernes, 27 de enero de 2012

Estrenamos rótulo para "LA CASA DEL ARTE"

"Ayer ya nos entregaron el rótulo. Así ha quedado la fachada. Cuando paséis por la calle Casapalma (Cárcer a partir de la librería "Rayuela") fijáos en el gato con chistera, que estará encantado de recibiros."



Esta es la escueta entrada que hemos incluido en el blog sobre nuestra actividad artística en Málaga, "La Casa del Arte".

Es un gustazo estrenar un rótulo: supone estrenar ilusiones en un mundo que no pasa precisamente por sus mejores momentos.

miércoles, 11 de enero de 2012

Confirmado el curso de Retrato y Desnudo para la segunda quincena de enero

Finalmente hemos aplazado el CURSO de DIBUJO DE RETRATO Y DESNUDO para ENERO de 2012.

Como anteriormente informamos, se hará en nuestro recién estrenado estudio-taller: la "CASA DEL ARTE", sita en calle Casapalma, 11, 1º derecha, muy cerca de la Plaza de Uncibay (ver foto de abajo).

Sus fechas serán los días 20, 21 y 27, 28 de enero de 2012 (viernes y sábados de la 2ª y 3ª semanas), en horario de mañana, de 10 a 14 horas.
Dado que el día 21 de enero hay en Marbella un Sketchcrawl de Urban Sketchers, y como algunos alumnos son (como yo mismo) fervientes urbansketcheros, el viernes 20 decidiremos sobre la marcha si la clase del día siguiente (sábado 21) se aplaza o se hace normalmente.

Es posible ya reservar plaza enviándonos a LA CASA DEL ARTE un correo electrónico (anxova@gmail.com) o, para mayor seguridad, pagando ya la matrícula haciendo un ingreso en la cuenta 2106/0138/34/2261414228 y enviándonos el justificante por e-mail. También es posible hacer el pago con el siguiente botón de PayPal (se puede usar tarjeta de crédito):


CURSO DE RETRATO Y DESNUDO EN LA CASA DEL ARTE (100€):





Curso de Dibujo de Retrato y Desnudo en su edición anterior, en julio de 2011, en "La Casa Invisible".


El curso se celebrará en nuestra nueva sede, la "CASA DEL ARTE", sita en la calle Casapalma, nº11, 1º derecha.

Para contactar:

952269058
665491386
anxova@gmail.com