jueves, 29 de enero de 2009

Disparar con pólvora del Rey

Os traigo un tesoro, obtenido en un comentario de este blog. Es un extracto del artículo titulado "Ciudadanos Responsables" en el blog de Folken, "Ominosa tufarada de falsedad". El trozo que transcribo queda hacia el final.

http://www.bndes.gov.br/cultura/espaco/images/infancia/cildo_meireles.jpgEl artículo habla de los mecanismos de control del gasto público al que todos podemos tener acceso, por ejemplo desde Internet, aunque no son publicitados adecuadamente. Por ejemplo, la consulta directa a la fiscalía, o el resumen de los Presupuestos Generales del Estado.

Helo aquí:

Me parece genial (de verdad de la buena), que se mantenga el Patrimonio del Estado. Me parece un acierto el expandir la cultura española allende las fronteras, humanas y físicas, usando como punta de lanza el Instituto Cervantes.
La traca llega en cómo se gastan el dinero de los españoles (es decir, dinero que no cae del cielo), los del Museo Reina Sofía dependiente del mentado Ministerio de Cultura. Podría entender -y depende- que comprasen arte, pero no basura posmoderna. Si la mierda posmoderna fuese arte de verdad, no necesitaría de continuas subvenciones para compensar el hecho de que nadie excepto los fatuos petulantes lo consideren como tal, ni estén dispuestos a dar ni un ochavo de peseta. Llámemosle Harte, pues.
Gastarse en 44 fotos y una video instalación 127 000 euros (20080424), me parece un fraude. Gastarse 110 000 euros (2008/0447) en 4 videos de Narkevicius (gafapasta posmoderno) me parece un abuso. Un ciclo de anticine (sic) por 124 000 euros (2008/0755) me parece un despilfarro. 657 000 euros (2008/0772) en una instalación de Meireles -más bien en cualquier instalación- me parece un robo. 329 000 euros (2008/0773) por EXPONER 100 fotos (gtrflgnstrop) de Zoe Leonard me parece un insulto (5 millones de pesetas por foto). Y si sigo no acabo, porque el 90% de licitaciones del ministerio son prescindibles. Algunos salvarían el Dalí que han comprado. No sé, pero sé que en el Reina Sofía podrían exponer mierda de mendigos sin que nadie notase la diferencia con los video montajes antes enumerados, o los no enumerados. Incluso podrían, ya puestos, reducir al mínimo los costes: Si se organizan cada X tiempo concursos de jóvenes talentos en España, y se les da como premio una remuneración y la exposición de su obra, se consigue dar proyección a los novicios y destinas ese dinero ahorrado a otras tareas que ahora puedan ser más necesarias, como investigación básica o dinero para los becarios investigadores. Para que luego digan que no doy ideas.



Por si alguien no lo esperaba, me he dejado el contrato más surrealista para el final.
Desde el Ministerio de Cultura, Museo Reina Sofía, nos llegan 28 (veintiocho) vídeos de uno de los grandes pioneros del Food Art (poner comida en un pedestal de un museo), un artista al que el propio Gúguel describe una de sus obras como una revisión artística en torno a las conexiones existentes entre comida y energía. (...) explora las relaciones entre nutrición, ciencia, ficción y cultura popular desde una perspectiva contemporánea, que analiza la comida no sólo como fuente energética y alimento sagrado, sino también como medicina, consumo e instrumento de control: ANTONIO MIRALDA (Su padre le conocerá). El precio de tamaña obra es de 4,365 millones de euros.


La plataforma da para buscar más de un rato y más de dos. Todo lo expuesto es sólo el gasto en lo que llevamos de año.
"Pa" pasmarse.

¡Gracias por el enlace, Folken!

4 comentarios:

Unknown dijo...

http://www.hoyesarte.com/index.php?option=com_content&view=article&id=822:qmierda-complejaq-siembra-el-caos-en-suiza&catid=89:actualidad&Itemid=364

Mierda compleja: ¡en Suiza también entienden!

Anónimo dijo...

No me lo puedo creer, es alucinante, cuatro millones y medio de euros por unos vídeos...
¿todavía hay quien pueda defender algo así?...si os fijais, en el contrato de adjudicación que adjunta Anxo en el enlace, donde pone RESPONSABLE no nombra una persona sino un cargo.
Qué curioso que cuando un político inaugura una autopista o una biblioteca se empeñe en poner su placa y su nombre para la posteridad, pero para declarar un gasto de este tipo lo oculte, sabiendo que lo que hace (destinar un evidente exceso de dinero público a algo que no lo vale) es cuanto menos deshonesto.

Anxo Varela dijo...

Bueno, para ser justos es Folken y no yo quien ha recopilado toda esta información. El resto del artículo, donde se habla de otros ministerios es también una pasada. Sólo que, como siempre, "cultura" es donde se da lo más surrealista.

Ruby dijo...

Para mear y no echar gota, amigo. El caso es que no me vale que esto sirva para promover el arte. En tiempos de crisis, cuando debemos abrocharnos el botón, el pseudo-arte-cuento debería quedar en un segundo plano: el de las cosas prescindibles, lo que no significa prescindir de la creatividad artística, dado que el arte por sí sólo se retroalimenta, y si no ahí está la Historia para mostrarnos su desarrollo en momentos mucho más chungos que el de ahora.

Saludos de un historiador de Arte.