miércoles, 5 de noviembre de 2008

Arte y Afición

Os pongo aquí, sin anestesia, un mensaje sobre los aficionados y los profesionales, del Grupo "Hartismo" en Yahoo.

Los aficionados existen. No tendríamos que tener esa palabra como tabú. Se puede ser un gran aficionado, muy bueno incluso, pero no dejar de ser aficionado. No estoy en contra de que los aficionados den el salto a la profesionalidad (Van Gogh lo hizo), pero creo que por lógica, un aficionado no tiene el compromiso de por vida con la pintura propio de los profesionales. Que algunos aficionados tuviesen algo más de humildad evitaría el "todo vale" en el que se ha convertido la pintura en determinados ámbitos. Es necesario, a mi modo de ver, hacer un poco de autocrítica, la pintura tiene sus propios problemas, no todo lo provoca el arte oficial. Sé que lo que estoy diciendo no es popular, pero creo que para que la profesión mejore sería necesario que los aficionados asuman su papel sin complejos y los profesionales tengan una visión más gremial y más seria de la profesión.

No se trata de que uno diga "yo soy artista" o "yo soy aficionado" y que eso sea inmutable. Es posible pasar de un estado a otro. Pero son dos estados distintos de compromiso, y lo primero es reconocer el grado de compromiso propio.

La SAF (Sociedad Artística Ferrolana) y otras (en otros lugares) asociaciones supuestamente de pintores, se nutren en un 90% de aficionados: Gente con otras profesiones, o jubilados, a los que les gusta la pintura y que pintan tres cuadros y con eso se creen nuevos Velázquez. La directiva de esas asociaciones, a veces, les anima a creérselo. Estas asociaciones cuentan en ocasiones con cientos de asociados. Sin querer -o queriendo- se exceden en su lógico papel de propagar la afición por la pintura (el amor al arte), presentándose en la práctica como asociaciones profesionales, y en muchas ocasiones logran influencia política, acaparando saraos y salas, e impidiendo a los pintores "del gremio" prosperar.

Creo que deberíamos ser conscientes de que es necesario trabajar mucho, el pintor o el artista del campo que sea no lo es por designación divina. Lo es por la seriedad, la calidad, la coherencia de su trabajo.


Respondiendo a tu ejemplo:

Si crees que eres artista y quieres hacer cuadros con macarrones, si crees en eso de verdad, llévalo a las últimas consecuencias, trabájalo. Muy probablemente todos lo respetarán, tanto el público como tus colegas del gremio, porque el trabajo se defiende solo: vale porque es serio, hay un bagaje detrás, una calidad. Eso es ser profesional, no hace falta haber hecho Bellas Artes, o conocer al concejal de Cultura para que seas artista.

Pero si lo de hacer cuadros con macarrones es un hobby, un entretenimiento que te gusta, y en el que crees, pero no tienes intención de trabajarlo más, porque te dejaría de ser placentero, entonces en realidad eres aficionado, amateur. Puede que hasta encuentres compradores y ganes más que el que un artista de los macarrones. Pero en realidad, pese a tu éxito, sigues siendo amateur. Lo cual no tiene nada de malo, realmente. Pero el artista es el otro, el que está creando algo, preocupándose, trabajándolo, no sólo pasando el rato.


Es posible que un aficionado se vuelva artista, o que un artista a base de repetir la misma cosa una y otra vez acabe siendo un mero aficionado. Pero esta cuestión siempre es espinosa, porque tendemos a pensar que ser artista es mejor que ser aficionado. Y yo no lo creo: vivir de la pintura es realmente difícil. Ser aficionado o amateur tiene lo bueno de ser artista pero sin los problemas derivados: el problema de la responsabilidad por la propia trayectoria, el de tener contento a tu público, el conseguir clientes, la relación con otros artistas... todo eso está muy mitigado si en lugar de artista eres aficionado.

Por otra parte El ego de los artistas es un serio problema en casi todos los momentos de la vida. La vida que acaba teniendo el artista es problemática, conlleva muchos sinsabores. En cuanto a la psique, somos gente "enferma" que necesita el arte como válvula de escape, sin el cual siempre falta algo. Tampoco es un camino de rosas. Los cuadros no siempre se venden, ni siempre salen como uno quiere. Los encargos a veces no llegan, y cuando llegan el cliente es insoportable, quisquilloso, o paga mal. No da seguridad económica en absoluto. Creo que realmente, hace falta estar un poco loco para querer en serio ser artista. ¿Que compensa? Pues no lo sé, más bien creo que uno se hace artista porque no vale para otra cosa, porque lo necesita, porque inexplicablemente has nacido con esa vocación. Pero no creo que se pueda elegir ser artista.

En cambio, el aficionado normalmente tiene su trabajo que resuelve las cosas cotidianas, y para desconectar de los problemas pinta. Pinta en la medida que dispone de tiempo libre, en la medida que le apetece o se lo puede permitir. Disfruta siempre. Y se compromete sólo hasta donde desea. Ser aficionado es mucho menos frustrante. No depende tu sustento ni el de tus hijos de que te compren o te paguen un cuadro, o de saber negociar bien con un cliente insatisfecho.

Yo soy escritor aficionado (tengo un cuento en capítulos), y lo cierto es que casi disfruto más de eso que de pintar, porque para mí pintar no es un hobby, me exige mucho, siempre siento que no pinto lo suficiente. Hasta mi mujer, Carmen Martín, que tiene 480 cuadros en su galería de Internet (se los subí ayer, están en http://www.carmenmartin.com/pint/ ), y otros tantos sin subir a la red, que pinta día sí y día también, siente que la vida cotidiana le roba tiempo a su pintura. Y tiene razón.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que más que PROFESIONALIDAD, que es un concepto muy resbaladizo, sería mejor (como tú bien dices en algún párrafo) hablar de COMPROMISO.
El compromiso con el trabajo artístico se nota se haga el tipo de arte que se haga, y se siga la tendencia que se siga, y la falta del mismo también se nota.
Pero no sólo hay un compromiso con el trabajo PROPIO, de unos mismo, sino con el ARTE entendido globalmente.
En los últimos tiempos ha habido una falta de compromiso por parte no sólo de artistas descomprometidos con SU trabajo, sino también por buenos artistas comprometidos con lo suyo, pero descomprometidos con el arte en general, y también ha habido una falta de compromiso enorme de las instituciones.
Esto es lo que ha llevado a ese camino sin salida y a ese "todo vale" que denunciamos en el hartismo.
En el ámbito de la oficialidad y de los grandes eventos hay un evidente "todo vale" de lo conceptual y del arte post-teórico, y en ámbitos más pequeños y locales (como el que tú hablas de algunas asociaciones de Ferrol), hay también un "todo vale" pictórico.
Y eso es producto de una falta de compromiso también de los buenos artistas, que han trabajado seimpre de una forma muy individualista, y han conseguido, por pura pasividad, que su oficio (yo prefiero esta palabra que "profesión", que me suena a más impersonal), se degradase.
Hay muchos artistas (muy buenos) que practican el buenrollismo y el "yo no me atrevo a decir lo que es bueno y lo que no", "yo no soy nadie pra decir lo que es bueno y lo que es malo".
Y, en fín, esta actitud de cierta indolencia, aun bienintencionada, y de negación del propio y ajeno derecho a opinar no es buena para nadie, excepto para los creadores mediocres de unos u otros tipos.
Creo que es VITAL recuperar el DERECHO A OPINAR, romper la ley del silencio que atenaza al arte, y eso, por sí solo, acabará con el TODO VALE en todos los ámbitos donde exista.

Anxo Varela dijo...

Totalmente de acuerdo.

En un mensaje posterior dentro del mismo grupo de correo, dije que no es una cuestión difícil, diferenciar si uno es artista o aficionado. Porque precisamente existe un compromiso: yo puedo tener aptitudes para la informática o la música -y sí, las tengo- pero no he elegido esos caminos. Vale que cuando uno es adolescente hay dudas e indecisión, pero luego eliges tu camino, decides qué quieres estudiar, a qué quieres dedicarte, etc.

No es lógico seguir con esas dudas a los 40 años. Siempre se oye hablar de "bueno, yo soy perito pero lo que me hubiera gustado es ser músico". Vale, pero algo le lleva a uno a tomar una decisión, y hay que asumir las decisiones en la vida. Ese doble juego no me gusta nada, porque todos tenemos nuestras frustraciones, grandes o pequeñas, pero lo que uno es lo tiene muy claro. Aunque me guste la música no se me ocurriría decir que soy músico. Porque no lo soy, ni sé ni tengo lo que hay que tener mentalmente para ser músico. Aunque me apetecería tomar clases de piano, por supuesto. Por mucho piano que estudie en un futuro sé que seré un AFICIONADO y nada más, no podré compararme -ni aunque aprendera a tocar Cuadros de una Exposición de Mussorgsky- con un músico, como es mi hermano, por ejemplo. Y bien que me jode, pero es así. Yo creo que ese aclararse con las propias limitaciones es fundamental, y pocas veces los "pintores" que van por ahí diciendo que lo son han hecho ese ejercicio de humildad.

Por gustar, además, a mí me gustan muchas cosas. Por ejemplo, me gustaría haber estudiado Arquitectura, ¡pero elegí Bellas Artes! Y lo asumo. Pero si de verdad llego a verme construyendo edificios haré lo posible por estudiar esa carrera, aunque tenga 60 años.

Curiosamente hay gente tan creída que piensan que al revés si vale: hace poco conocí a un tío, que por ser arquitecto cree que ya se puede llamar pintor. Como si su carrera fuera superior a Bellas Artes y eso le diera automáticamente todo el bagaje que un pintor tiene. Y no, cada arte tiene su oficio, y por muchas aptitudes que se tengan hay que comprometerse, hay que SER pintor y no arquitecto para llamarse pintor.

Anónimo dijo...

Mariano, no veo claro que el concepto de COMPROMISO sea menos resbaladizo que el de PROFESIONALIDAD.
Al fin y al cabo la "profesionalidad" todo el mundo sabe más o menos en qué consiste, (tener en algún asunto la suficiente formación como para hacer de ello tu profesión).

En cambio lo del "compromiso" ¿en qué consiste? suena un poco ambiguo y casi "moral"... como si para opinar sobre las obras de arte hubiera que conocer primero personalmente a sus autores, para comprobar hasta qué punto se toman su trabajo en serio o lo producen frívolamente.

Anxo Varela dijo...

Tienes razón en que ambos conceptos son igualmente resbaladizos.

Pero de todos modos lo que dice Mariano es que eso, se llame profesionalidad, oficio o compromiso SE NOTA, no por lo que se diga o sepa del artista, sino porque queda patente en la obra de arte. Ese "poner toda la carne en el asador" hace que las primeras obras ya sean excepcionales, aunque no tengan todo el bagaje que el artista acumulará con los años. Baste pensar en las primeras películas de Juan Pablo Etcheverry, que los tres conocemos. Ya se notaba que estaban hechas con ese "compromiso", que funciona tanto para el artista con su obra como para el artista con su arte, y se nota mucho, hasta en las obras "de juventud". Se nota si están hechas con ganas, en serio, o si son el fruto de una tarde de cachondeo.

No sabría cuantificar o explicar esto científicamente, pero es lo primero que noto en cualquier obra.

Anónimo dijo...

Si da un poco igual el nombre que cada uno le ponga a aquello que valora en un mensaje artístico.
Yo creo que el compromiso sí se nota, no es un concepto moral, es decir, no es que la falta de compromiso sea síntoma de falta de moral o de ética...simplemente de falta de eso, de compromiso.
Y todos, TODOS, podemos juzgar eso en el arte (en las artes plásticas) igual que lo juzgamos mucho más libremente en la música, el cine o la literatura.
Nadie juzga igual el compromiso de un cantante digamos "de verdad" al de un triunfito, por ejemplo, y todo el mundo se atreve a decirlo, aunque por supuesto no todo el mundo va a opinar igual.
Pues en las artes plásticas pasa un poco lo mismo.
Juzgar la honestidad mayor o menor, el compromiso más grande o más pequeño de un artista, no es algo vinculante con nadie...me sirve A MI para valorar un artista, y soy muy libre de ello, como lo eres tú de valorar eso u otras cosas.
El caso es que todo el mundo se atreva a VALORAR el arte y no acabe en el penoso "yo no opino porque no entiendo".
Hay quien valora otras cosas más en el arte...hay quien lo valora desde un punto historicista y contextual llevado al extremo (los críticos lo suelen hacer mucho), y hay quien lo valora incluso por el tiempo que le ha llevado hacerlo al artista.
Sobre gustos y valoraciones pintan colores y es bueno que cada uno defienda la suya y sobre todo que no se atenga a las valoraciones standar que han sido dictadas por unos individuos con un gusto tan subjetivo como el tuyo y como el mío

escosura dijo...

Estimado Anxova :
Este comentario lo hago desde la premisa, no se si equivocada , de que tú eres profesor en un instituto, o en una academia ,no lo tengo claro.Pero,si una de las dos es cierta,no serás nunca el ejemplo "Sin tacha" de artista,según tu definición de "verdadero artista".Creo que desde tu propia nomenclatura tú mismo serías un pintor aficionado.Aunque a partir de tu juicio severo, por ejemplo,Velázquez no pasaría el filtro: Sabemos que renegó de su condición de artista para asumir su cargo en la corte como aposentador real.Kandinsky fue profesor de economía antes de dar un vuelco a la estética occidental.Picasso,Dalí, no pasaron de los primeros cursos de San Fernando:Abandonaron.¿De verdad piensas que tu licenciatura te ha hecho artista?.Puro corporativismo; Estoy convencido que a todos, aunque os rebeleis contra vuestro sistema os queda un átomo de satisfacción de pertenecer al grupo.A pesar de que formeis parte de la mayor falacia que dentro de la enseñanza haya acaecido en el sistema universitario occidental.Me gustaría ser testigo de la Facultad de la poesía.¡Ay!,perdón ,creo que la poesía ha muerto .¡Que out estoy!En fin,me imagino que tú te atreverías a llamar aficionado a Souto,el paisajista,creo que también magistrado,y padre del Souto de la Escuela de París.¡Qué daño hacen estos aficionados!Desde luego Amalia de la Rua,pintora aficionada ,madre de la Condesa de Pardo Bazán ,que acercó el Arte de la pintura a su hija,y que gracias a ello,la ilustre escritora supo proteger al que pudo ser uno de los grandes pintores gallegos:nada más y nada menos que Joaquín Vaamonde,víctima de la tuberculosis como toda la generación doliente.Pero eso de ser aficionado...¿Lo podemos trasladar a la literatura?¿Cómo osó Kafka dedicarse a escribir siendo funcinario de seguros?
En fin yo prefiero abandonarme al juicio de la Historia que pondrá a aficionados y verdaderos artistas en su sitio.
Un saludo:
León y Escosura

Anxo Varela dijo...

O no me he explicado bien o no me has entendido bien, o ambas cosas.

Se trata de definirse, de comprometerse con algo. Si uno tiene mucha capacidad hasta puede comprometerse con varias cosas. Y ese compromiso se nota.

En realidad todo tiene que ver con que el "TODO VALE" debería ser rechazado no sólo en el arte oficial o anti-arte (o pseudo-arte) sino también dentro de la pintura. No porque se pinte todo tiene que ser bueno. Y creo que convendrás conmigo en que hay mucha morralla, la debilidad de la pintura ha permitido un nivel de diletantismo general impensable en otras épocas y que aún hoy es impensable en otras artes. Claro que un tío que pinte un solo cuadro y que se dedique a otra cosa puede ser un genio (aunque es muuuuuuuuy raro). Pero no se trata de eso. Y por otro lado mis definiciones en absoluto son corporativas: la mayoría de los pintores son MEDIOCRES, sean licenciados o no. Y esto es una gran verdad, en cualquier época, y en cualquier arte, incluso en todas las profesiones posibles. Por supuesto que será la historia la que juzgue, y al fin y al cabo será el juicio del público. Nosotros los Hartistas precisamente reivindicamos eso, una vuelta al sentido común en esta cuestión, y si has leído el Manifiesto lo sabrás.

Por otra parte, la mayoría de grandes pintores han tenido alumnos o discípulos, siendo incluso excepciones gente como Leonardo o Rembrandt que apenas los han tenido. Un artista es también una persona, y como persona sueles tener varios trabajos, máxime si tu vida económica va dando tumbos, como es el caso de la mayoría de artistas. Yo mismo he estado 9 meses en Bazán (el astillero) y me adapté lo que pude al trabajo, pero si tengo algo claro es que ahí me aferré a mi interior artístico para no sucumbir, para no dejarme tentar por la comodidad de la rutina, a la que le tuve pánico por lo fácil que es entrar en ella.

Señor R dijo...

Suscribo una buena parte de la opinión de escosura...Aq yo prefiera apelar al juicio del Tiempo más que al de la Historia, ya que la Historia es un concepto humano hecho por humanos y como dijo alguien escrita por los vencedores. El Tiempo en cambio no conoce bandos, colores, banderas, fronteras ni ninguno de los muchos inventos que usamos los humanos para sentirnos un poco menos asustados :)

Anxo Varela dijo...

No veo mucha diferencia entre decir el juicio de la historia y el juicio del tiempo, porque en realidad el tiempo en sí no puede poseer juicio, siempre el juicio del tiempo es un juicio histórico.

Señor R dijo...

No necesariamente. La Historia en general está escrita por una élite que puede valorizar los acontecimientos según sus interesese, gustos o necesidades políticas. Sin embargo el juicio del tiempo es de todos y cada uno de nosotros. Y si la mayoría de las personas no recuerdan un hecho, entonces se pierde por más que figure en los libros de historia.

Si se lleva al terreno del Arte Oficial de nuestros días pienso que se ve claramente la diferencia:

Todos los ámbitos de "poder" relacionados con el arte, intentan hacer pasar a la historia su concepción del arte, en función en este caso de sus intereses. Pero como a casi nadie le gusta este tipo de arte el tiempo los está poco a poco borrando del mapa. Entendiendo el intervalo de tiempo a una escala superior, quiero decir que dentro de 300 años puede que nadie se acuerde de Hirst, pero casi seguro que la mayoría serán capaz de decir quien fue Velazquez. Tenemos ejemplos claros hoy en día. Casi nadie, que no sea aficionado al arte, al ver un cuadro de Kandinsky, sabe decir que es un Kandinsky, pero la mayoría reconoce los cuadros de los impresionistas. El juicio del tiempo está borrando a Kandinsky, aq entre los entendidos sea una figura legendaria. Para inmensa mayoría de la raza humana (incluyendo a los aborígenes del Serengueti, o a los indios del amazonas) Kandinsky no es nadie :)

Entiendo como juicio del tiempo el que se lleva a cabo más allá de intereses de unos pocos. El juicio de verdad. El tiempo no perdona ni aunque tengas a tu favor, el favor de los poderosos.

Anónimo dijo...

Escosura: te puedo asegurar que no hay nada ni en nuestro manifiesto, ni en nuestro blog ni en nuestras cabezas que nos haga pensar que haber estudiado en la facultad de Bellas Artes nos convierte en artistas (máxime en la de Pontevedra)...como mucho, nos ha convertido en Hartistas.
Y respecto al rigor (que tampoco es tan superriguroso) de Anxo intentando delimitar qué arte le parece más válido, yo creo que esto no debe hacer rasgar las vestiduras a nadie.
Nosotros en el Hartismo proponemos un mayor rigor desde las instituciones públicas en la valoración y subvención del arte...pero ese rigor no debe ser sólo tenido en cuenta con el arte conceptual, las obras de video arte, etc, etc...también con la pintura.
Vaya un mensaje que sería el nuestro si negásemos el "todo vale" en las corrientes artísticas "oficiales" pero abrazásemos un "todo vale" en pintura.
Me parece muy bien que Anxo simplemente INTENTE introducir un poco de rigor mostrando algo por otro lado OBVIO: hay muchos aficionados a la pintura que no pueden considererse artistas.
Y suscribo lo que él dice: ser aficionado no es algo malo...yo me considero también un aficionado a la pintura, porque en sentido estricto, no vivo de ella.
De hecho, en el portal de artistas gallegos, que es como una especie de censo de artistas, debíamos poner "aficionado" o "profesional" y yo puse aficionado, porque en verdad es lo que soy.

lorenzo dijo...

Querido Anxo: te quejas del intrusismo profesional que practican los aficionados en el gremio de los artistas pintores y tratas de marcar las diferencias entre ambos colectivos exponiendo tu punto de vista.
Vaya por delante que comprendo tu enfado y veo lógico que defiendas un gremio, el tuyo, con bordes tan difusos, por eso yo tengo muchas dudas al respecto, permíteme entonces algunas cuestiones.

El ser aficionado o artista representan, según tú, distintos estados de compromiso, el cual es adquirido por el segundo “de por vida”; pero no será tanto si admites que no son estados inmutables, pudiendo pasar de uno a otro en cualquier momento.
En cuanto a la psique dices que sois gente “enferma” que necesita el arte como válvula de escape, mientras que el aficionado pinta para desconectar de los problemas; pues a mí me parecen soluciones idénticas.
No crees que se pueda elegir ser artista, pero afirmas que hay que asumir las decisiones en la vida y que no es lógico seguir con dudas sobre lo que se quiere ser a los 40 años; creo que no hace falta señalar aquí el abismo existente a veces entre lo que se quiere ser, lo que se es y lo que se puede llegar a ser, que a veces para bien o para mal ni siquiera depende de uno mismo.

Sin que sirva de pretexto para no “comprometerme”: crear atenazado por la responsabilidad de tu propia trayectoria, tener contento a tu público, realizar encargos para clientes insoportables, no merecedores de recibir lo mejor de uno mismo, ¿favorece el resultado?, pero hay que comer, ¿no?, ¿demuestra un mayor nivel de compromiso con el arte crear bajo esas condiciones para poder subsistir que realizar cualquier otro trabajo?
No entiendo qué valor artístico puede añadir a una obra el hecho de que haya sido realizada por lo que tú llamas un profesional.
Sobran los ejemplos de pintores que, por sus propias circunstancias vitales y muy a su pesar, han tenido que desarrollar su vida profesional totalmente alejados del mundillo artístico y hoy son considerados, por su trabajo, grandes artistas; porque como muy bien dices, un artista lo es, tú lo eres, por la seriedad, la calidad y la coherencia de un trabajo que se defiende solo, independientemente de si vive o no en exclusiva de él, cosa que en la práctica casi nadie consigue, ¿tú sí?

En mi caso, pintor autodidacta no profesional sin trayectoria que exhibir, puedo decir que mis problemas y mi obra se retroalimentan, la pintura no es para mí un hobby para los ratos libres (definición que detesto), no vivo de ella sino más bien al contrario, también la necesito, también me exige mucho, me hace sufrir más que disfrutar y aunque pinto a diario nunca me parece bastante, ¡pues sí que estoy jodido!
Por mi competencia desleal no has de temer ya que nunca he ocupado un sarao, apenas he vendido alguna obra y mucho menos recibido dinero público, aunque reconozco que me gustaría.

El Manifiesto Hartista me parece bien, muy acertado y necesario, pues yo también apuesto por la humildad, honestidad y sencillez frente a la soberbia, la vanidad y el elitismo; por eso no me gusta entrar donde piden documentación y establecen clases.

Un abrazo.

Anxo Varela dijo...

Realmente lo importante es abrir debates, muchas veces.

El simple hecho de que estemos argumentando sobre esta cuestión pienso que es bueno, porque la indefinición, la ambigüedad en la que tan a gusto vive la oficialidad actual, es algo que en favor del arte -y del sentido común- debemos rechazar.

Estoy bastante de acuerdo contigo, y con Mariano. En realidad no se trata de definir, porque como bien dices, hay "profesionales" que se han dejado convencer por sus clientes y repiten hastiados la misma fórmula "comercial".

El artista debe intentar superarse, siempre, y como bien dices, yo también detesto eso de "un hobby para los ratos libres". ¡Con lo que agobia cuando no sale!

Ya digo, lo importante es esta construcción que estamos haciendo, de un sentido crítico ¡por fin! en el intocable mundo del arte.

Anónimo dijo...

Lorenzo, en primer lugar, enhorabuena por tu pintura, he visitado tu blog y me ha gustado mucho.
Creo sinceramente que has malentendido alguna de las cosas que ha dicho Anxo, y por extensión, el hartismo.
La inercia que hace prevalecer el "todo vale" en el mundo del arte ha llevado a una situación en la que parece que ya no hay cánones ni criterios válidos a los que agarrarse, y esa ambiguedad sin límites, deliberadamente mantenida por algunos, hace que esta situación permanezca enquistada en los museos y eventos artísticos que pretenden estar al día.
ACOTAR no es lo mismo que EXCLUIR ni establecer clases, y yo personalmente creo que el arte del "circuito" necesita urgentemente acotaciones.
Que alguien dé su opinión al respecto no debe ser otra cosa que un inicio de debate en el que todas las opiniones son bienvenidas y necesarias.
Hasta ahora no había acotaciones, ni debate, ni otra cosa que un mercado completamente ajeno al público, y que de hecho lo desprecia, sostenido en base a la subjetividad de UNOS POCOS que manejan el cotarro de ese "circuito".
Desde el hartismo reclamamos precisamente la libre opinión (sólo faltaría que nosotros no la ejerciéramos), y la suma de las opiniones subjetivas, hasta ahora silenciadas, creará algo más parecido a la objetividad que lo que hay ahora.
Y en todo caso, me parece leyendo lo que dices que lo que piensas no es en absoluto antagónico con el hartismo y lo que nosotros defendemos.
De todas maneras, es lo que tienen los debates por internet, que pierden lo que se gana en las distancias cortas.
Deberíamos conocernos y charlar más sobre esto.

Passy dijo...

Estimado Anxova:

En esta entrada se le entiende todo. Incluso cuando mide la profesionalidad por el número de cuadros pintados.

Atentamente,

Anxo Varela dijo...

En absoluto. Siento que algunos me entendáis todo al revés.

Passy dijo...

Estimado Anxova:

Dígame qué no entiendo:

"En cambio, el aficionado normalmente tiene su trabajo que resuelve las cosas cotidianas, y para desconectar de los problemas pinta." sic.

¿De dónde saca usted la idea de que el aficionado pinta para desconectar?

Atentamente,

Anxo Varela dijo...

De los que se declaran así y me lo cuentan, de mis alumnos, de mí mismo en mis aficiones...

Anónimo dijo...

A todos nos ocurre el que unos pintores intuitivamente nos parezcan mucho mejores que otros.
Pero razonarlo con argumentos objetivos creo que siempre será difícil, ...aunque lo enfoquemos por la parte de la "profesionalidad" el "compromiso"... o incluso ¡la "honestidad"!
-De hecho ya lo estáis viendo; (cuando una idea genera tantas disensiones y "malentendidos" incluso entre personas de gusto artístico bastante afín, quizás sea porque no es tan buena idea)-

Mi duda es ¿merece la pena meterse en ese jardín? ¿a qué nos conduce?
Toda la gente interesada por el arte ya sabe que Hirst o Koons no son lo mismo que Freud o Rego, aunque tengan todos su Taschen y compartan estantería, o nivel de fama y cotización. Y entre que los de la SAF ésa se perciban a sí mismos como "aficionados" o como "nuevos Velázquez"... la verdad... ¡¡NO HAY COLOR!!
Es mucho más alegre la segunda opción, no entiendo que os moleste :D

Anxo Varela dijo...

Lo cierto es que esta laaarga polémica precisamente viene a demostrar lo poco clara que está esta cuestión, lo "resbaladiza" que es.

Esto no es más que un síntoma de lo abandonada que está la pintura en esta época, porque con las artes bien engrasadas, como el cine o la literatura, nadie discute demasiado estas cuestiones. Tampoco en épocas pasadas, cuando la pintura era una de las artes más respetadas, tendría lugar discusión alguna sobre este tema.

Anónimo dijo...

Es cierto..quizá lo urgente, lo primero, sea recuperar el respeto por la pintura como arte tan contemporáneo como cualquier otro.
Y después, como en todo, habrá pintura buena y otra que no lo es tanto.
Como dice Brasas, lo que es bueno y lo que no se capta a nivel intuitivo, pero tampoco es malo INTENTAR ver PORQUÉ nuestra intuición dice que algo es bueno o no lo es tanto.
Porque yo me resisto a pensar que bajo ese nivel intuitivo, que podríamos relacionar con el gusto subjetivo, no haya una cierta objetividad, unos cánones residuales que han quedado como un poso en el gusto artístico de la gente, los mismos cánones que nos dicen qué NO es arte sin que tengamos una clara explicación de porqué no.
Todos lo términos que han aparecido aquí: profesionalidad, compromiso, afición...es cierto que pueden ser engañosos y resbaladizos, pero valen como punto de partida para iniciar un debate necesario.